El pasado 25 de marzo, Rocío Dúrcal falleció en Madrid a los 61 años de edad. En su casa de Torrelodones, rodeada de su marido Antonio Morales Junior y sus tres hijos, Rocío Dúrcal nos dijo adiós con la dignidad y la elegancia que siempre marcaron su vida y su carrera, después de luchar con ánimo, discreción y alegría contra un cáncer que padecía desde hacía años.
Por encima de su enorme valía artística, pocas veces una persona habrá concentrado tantas muestras de cariño y respeto, porque Rocío Dúrcal era una persona con un gran y generoso corazón. Tanto en España como en toda Latinoamérica (especialmente en México, su segunda patria), las innumerables muestras de dolor y tristeza reflejan que era profundamente querida por todos.
Su importantísima trayectoria en la música y el cine durante más de 45 años, sus canciones y películas forman ya parte de la historia.
Se fue Rocío Dúrcal pero nos dejó su música y una inmensa calidad como persona, que permanecerá como ejemplo en nuestra memoria.
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