Gnarls Barkley puede ser quizá la sorpresa más positiva del año. Todo un misterio, y todo un número 1... como os informábamos la pasada semana Crazy tenía muchos papeletas para convertirse en el primer single que solo con descargas alcanzase el puesto de honor en la importante listas de singles británica. Dicho y hecho. Y es que es un tema sensacional. Si todo lo que hay en el disco, St. Elsewhere, está en ese nivel, podemos estar ante una de las grandes sorpresas de un año, en el que ya hemos descubierto grandes promesas como Arctic Monkeys o Corinne Bailey Rae.
Y así lo anuncian: "Su música tiene la profundidad de sentimiento de Marvin Gaye, la emotiva fuerza dramática de Jeff Buckley, y esa valentía salvaje que no habíamos visto desde los mejores tiempos de Prince. Aquí está el debut más apasionante de 2006".
¿Pero St Elsewhere arroja alguna luz sobre este misterioso personaje, o más bien lo oscurece aún más? La verdad es que se trata de un disco complejo. Utiliza todo el espectro del pop y de las emociones humanas. El cálido y fresco single Crazy y el ágil y pegadizo Smiley Faces recuerdan tanto a la música de Songs in the Key of Life (S Wonder) como a Good Vibrations (B Boys). On line, un canto a la soledad y la ambición, tiene un engañoso aire funk. Oscuro e impredecible, St Elsewhere mantiene sin embargo un tono general de alegría. Incluso en los momentos más negros de Cee-Lo, en la introspección del tema Necromancer, o en el estremecedor Just A Thought, en el que nuestro héroe tiene que luchar contra pensamientos suicidas, el disco rebosa exuberantes atmósferas funky. El disco cambia continuamente de forma y nunca pierde el sentido de la oportunidad. Y reúne una serie de contradictorias claves sobre quién es Gnarl Barkley en realidad.
"Le he dedicado el trabajo de toda mi vida", explica Milton Pawley, un compositor de Los Angeles comúnmente considerado el alumno más aventajado de Barkley. "E incluso después de haber reunido muchas pruebas, todavía no estoy seguro de que exista en realidad. Quizá Gnarl Barkley no es una persona. Puede ser algo que está ahí fuera, en el aire. Puede ser que viva dentro de cada uno de nosotros. Como Bob, de la serie Twin Peaks, pero más funky y menos retorcido".
Una obra de soul psicodélico. Quizá no sea fácil encontrar a Gnarls Barkley, pero ya nunca será un desconocido.
¿Te ha parecido interesante la noticia?