Empecemos por el principio. Flow se forma en agosto de 1992 cuando tres de sus componentes originales coinciden en Londres. Manolo Espinosa (batería), Fernando Vacas (voz y guitarra) y Antonio Miranda (bajo). En mayo del año siguiente, Juano Belmonte ocuparía la segunda guitarra. Actúan por primera vez en Córdoba, en un concierto que quedaría registrado como su primera maqueta, y es de esta forma como empiezan a ser conocidos en los circuitos especializados, ocupando el primer puesto en la lista de maquetas de Disco Grande (RNE 3).
Su primer EP ("Bitter Candies In Seven Inches", grabado en La Factoría de Cádiz), aparece en enero de 1994 de la mano de Elefant Records y a partir de ese momento comienzan a recorrer la península dando conciertos y participando en festivales ("Indie-pendientes" de Sevilla, Falset en Tarragona, "Cosecha del 93" en Madrid) y concursos (2º puesto en "Venus 94" de Almería, finalistas en el "Villa de Bilbao"), recibiendo buenas críticas. Así lo reflejan su 2º puesto como mejor maqueta del año en Disco Grande, mejor grupo novel para el mismo programa, semifinalistas en el concurso de maquetas de Rock de Lux (1994) y grupo revelación nacional para los lectores de la revista Spiral.
En junio del 94, Antonio abandona el grupo para irse a Suecia con una beca de investigación del Departamento de Biología de una Universidad y es sustituido por Jose Angel Ruiz (nada menos que el director del Conservatorio de Andújar: toca el piano, la guitarra y el bajo). Con la nueva formación, el grupo logra personalizar su sonido y composiciones, por lo que deciden dar vida a su primer LP Headquake en los estudios de Fernando Romero en Granada. El disco en formato CD venía acompañado de una piruleta en las primeras copia.
Tras un período de impasse, 1996 nos los devuelve tocando por toda la geografía nacional, a la vez que ven un nuevo CD-single, "Fuengirola", editado coincidiendo con su participación en la jornada de apertura del II Festival Internacional de Benicàssim. "El disco más corto del verano", como ellos lo presentaron (once temas en trece minutos), fue recibido con verdadero júbilo tanto por su impaciente público como por unos medios gratamente sorprendidos por la falta de prejuicios y el desenfado de los cordobeses.
Posteriormente Flow se trasladarían al sello Acuarela, aportando generosas dosis de colorido y efervescencia al catálogo del sello madrileño: "Sindy, Mi Amor" (EP, 1999), Sensacione (CD, 2000), "Artes Marcianas" (2002).
Ahora reaparecen renovados con un nuevo disco, Lo normal, con una creatividad en múltiples direcciones. Con un sentido muy ecléctico, tanto en estilo como en la variedad de instrumentos que suenan; todo con un montón de detalles y un poso psicodélico de fondo. Quizá una declaración de principios de lo que para ellos debería ser "lo normal", la música con amor al arte y con experimentación.
El disco lo graban Fernando Vacas, Juano Belmonte y Manuel Espinosa. Tras la desaparición de este último al que dedican el álbum, el grupo renace con nuevas incorporaciones y el empuje de su propio sello, Eureka.
Cuentan con colaboraciones como las de Floren de Los planetas o Alvaro Muñoz (Tarik y la fábrica de colores), en temas como "Siempre Alicia" y "Se va el avión", una sinfonía pop en tres movimientos. También participan las niñas de Prin La La, el otro grupo de Fernando Vacas, en el que cantan tres niñas con formación clásica, y de las que Eureka también ha puesto en circulación Los espíritus de Syd y Gospel.
Una opinión sobre Lo normal de Flow
Personalmente, creo que necesitamos más discos como "Lo normal". Por la frescura de ser precisamente lo contrario, diferente; porque se utilizan unos cuantos intrumentos, algunos no muy habituales en la música pop (trombón, flauta, trompetas, fiscornio); por los más que interesantes arreglos de cuerda; por el riesgo y experimentación en temas como "Se va el avión"; por unos coros y colaboraciones vocales acertados; y por la producción que ha dado un resultado como este.
Entre mis favoritos los tres temas de entrada: "Date un salto", "¿Si o no?", "Nos separa un taxi". También muy interesante por concepto "Se va el avión".
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