Estaba un catalán en un urinario público y cuando está en trance de orinar se da cuenta de que en el fondo de él hay 5 céntimos de euro. Hace ademán de agacharse por la moneda.
-Mecachis en la mar, es por 5 céntimos...
De repente se echa mano al bolsillo y como un resorte lanza una moneda de euro y se avalancha a recogerlos.
-¡Por 5 céntimos no, oye, pero por 21 sí, tú!