Un aficionado al fútbol tiene la feliz idea de llevar de acompañante a su hija a uno de esos partidos de la Libertadores de Boca. Después en le bar comenta con un amigo:
-En el último partido de fútbol me acompañó mi hija y perdió la voz.
-Ya verás como querrá volver al próximo partido -, dice el amigo.
-Puede ser pero para el próximo tengo en mente a mi mujer.