Un gorrión de Bilbao que va por la carretera. En esto que pasa una moto y le da una hostia sin querer con el casco. El motorista se da la vuelta y tras ver que el gorrión aun respiraba se compadece y lo lleva a casa. Lo mete en una jaula, aun inconsciente y le coloca un poco de agua y un poquito de pan. El tío se marcha a trabajar y lo deja allí inconsciente.
El gorrión comienza a volver en si y medio atontado mira a su alrededor, ve el pan, ve el agua, ve que está rodeado de barrotes, se lleva las alas a la cabeza y grita:
- "¡¡¡Cagoenlahostia!!!, que me he cargao al de la moto!.
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