Esto es un matrimonio, en el que cada vez que el marido daba algún problema, la mujer le daba duro. Un día el hombre decidió irse de casa, y apuntarse a un gimnasio para aprender y practicar karate. Cuando se vió con el suficiente valor pensó que ya era el momento de enfrentarse a su mujer.
Llega a casa y de una patada abre la puerta y le dice a su esposa:
- ¡Yaaaaaaa!
Ella se levanta, lo agarra y le dice:
- ¿Ya qué?
Y él le responde:
- ¡Ya vine mi amor!
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