Habiendo crecido en Ciudad de Méjico, cerca de las calles de La Merced, el actor podría fácilmente identificarse con el pasado escabroso de su personaje. De muy niño, Ramos aprendió a sobrevivir comiendo atún en lata y vendiendo con su familia tortas y camisetas en los mercados locales. "Y con todo, fue el mejor tiempo de mi vida porque todos nosotros —mi padre, mi madre, mi hermana— luchábamos para permanecer juntos, pese a nuestros problemas. Aquello me enseñó a tener fe en mí mismo."

Aquella seguridad en sí mismo le llevó a la interpretación a temprana edad, interviniendo en cuatro shows televisivos de Méjico, 22 anuncios en el mismo medio, dos piezas de teatro, y un papel pequeño en el largometraje mejicano Morirse en domingo (2006), con anterioridad a trabajar en Trade.

Asimismo, Ramos recuerda estar sentado al lado de su padre viendo a Kevin Kline en Dave, presidente por un día (la película preferida de su progenitor) y, más tarde, Independence Day (Independence Day, 1996), la última cinta que vieron juntos antes de que su padre falleciera. "De tal modo que quizá la vida también me ha preparado para esta película de otra manera."

Pero lo más importante es que la experiencia de realizar Trade ha cambiado la vida con su familia. "No tenía con mi propia hermana esa comunicación tan buena que existe entre Jorge y Adriana" —admite—. "Sin embargo, una vez que comencé el rodaje de esta película, me acerqué a ella, me disculpé, y le pedí que me perdonara por ser como soy. Le dije: ‘Por favor, quiero ser tu mejor amigo. Deseo que me creas.’ Tras pasar tiempo con Paulina (Gaitán), mi hermana en la película, he aprendido a ser un buen hermano. Ahora, estamos cerca uno de otro."

Orgullo de su familia, recientemente Ramos ha podido comprarse un apartamento propio en Ciudad de Méjico.