César Sarachu aportó a El lince perdido una nueva dimensión a su personaje, un buitre obsesionado con la limpieza, al que llenó de matices y comicidad. "Los buitres tenemos mala prensa cuando somos los que hacemos el trabajo sucio", bromea Sarachu poniéndose en la piel de su personaje. “Nunca había pensado en trabajar en el mundo de la animación pero para hacer de Diógenes en imagen real me tendría que poner la peluca de buitre y su pico, con la cantidad de látex y de pegamento que eso requiere, y pegarme las plumas… Vamos, que hubiera sido dolorosísimo" añade con entusiasmo y humor quien se salió del guión para enriquecer su aportación al filme. Su relación con el mundo de la animación no es casual al haber trabajado con los hermanos Stephan y Timothy Quay, renombrados directores estadounidenses de animación experimental, en el largometraje de imagen real The Piano Tuner of Earthquakes (2005) tras una primera experiencia con los realizadores diez años antes en Institute Benjamenta or This Dream People Call Human Life. En la actualidad uno de los protagonistas de la serie Camera Café, Sarachu forma parte del elenco de la compañía sueca Unga Klara del Stadsteatern en Estocolmo. Este actor nacido en Barakaldo en 1958 también ha participado en producciones españolas como el corto El Expreso Nocturno, de Imanol Ortiz, por el que recibió el premio AISGE al mejor actor en el festival ZINEBI 2004 de Bilbao y Babylonsjukan, de Daniel Espinosa, ese mismo año. Pero ha sido el papel de Bernardo en la serie Camera Café el que le ha abierto la puerta a todos los hogares.