Connor Corum hace su debut cinematográfico en El cielo es real. La familia de Connor se apuntó a la convocatoria de un casting abierto en su pueblo natal de Cleveland, Ohio, tras enterarse del casting gracias a un amigo de la familia. Elegido entre numerosos y dignos contendientes después de la exhaustiva búsqueda en Norte América, Connor, de seis años de edad, impresionó a los realizadores con su aproximación sumamente natural y su habilidad única para ajustarse a lo que le pusieran delante.

Connor es el divertido y compasivo hermano mayor de su hermana, Ryan y hermano menor, Pierce. Juega al fútbol y le encanta disfrazarse de espía o ninja así como protagonizar misiones secretas; es un auténtico chico estadounidense.

El director Randall Wallace y Connor formaron un indiscutible vínculo especial durante el rodaje de la película. Cada día abundaban abrazos y elogios y acto seguido asidos por las manos daban vueltas sin parar hasta marearse. Aunque a Connor lo que más le gustaba era que Randall le pusiera de cabeza en el cubo de la basura, y que hiciera como si le tirara. Niños… es increíble comprobar las cosas que les hacen felices y les motivan en el largo y arduo proceso de muchas tomas, recuperando así la concentración requerida para que Connor recordara sus diálogos y entradas.

La actuación de Connor como Colton Burto es una evidencia asombrosa y maravillosa del amor y apoyo de su familia, de Randall Wallace, y de los protagonistas de la película Greg Kinnear y Kelly Reilly, quienes interpretan a los padres de Colton, Todd y Sonja Burpo.