Su trayectoria profesional es intensa y es que esta temperamental actriz lleva pisando todo tipo de escenarios, desde teatros, a platós televisivos y cinematográficos. En el teatro ha llegado incluso a dirigirse en Crímenes del Corazón (1993). Ha destacado en El Carro de Heno (1991) de Camilo José Cela, en La Cacatúa Verde (1990) de Arthur Schnitzler, dirigida por Yolanda Monreal y en Romeo y Julieta (1989) bajo la dirección de Juan A. Quintana.
Su fantástica interpretación en Días Contados (1994), metiéndose perfectamente en el papel de la inolvidable terrorista Lourdes, le valió un merecido Premio Ondas, una nominación a la los Premios Goya a la Mejor Actriz Revelación y a los Premios de la Unión de Actores como Mejor Actriz Revelación y como Mejor Interpretación Secundaria.
A partir de entonces, ha continuado con un buen ritmo cinematográfico, así lo demuestran Cachito (1995) de Enrique Uribuzu, Calor...y Celos (1996) dirigida por Javier Rebollo, La Buena Estrella (1997) de Ricardo Franco, quién tras su buena experiencia volvió a dirigir a Elvira en Lágrimas Negras (1998). Otra de sus obras a destacar es Puerto (1997) de Jana Bokova, El Invierno de las Anjanas (1999) de Pedro Telechea, El Portero (2001) de Gonzalo Suárez, Pasos de Baile (2001) de John Malkovich, y Trece Campanadas (2002) de Xavier Villaverde.
Esta actriz temperamental tiene una larga experiencia ante la cámara, destacando sus intervenciones en la televisión bajo la dirección de Manuel Gómez Pereira en El destino en sus manos (1995) y en La virtud del asesino (1996) de Roberto Bodegas.
También ha realizado cortometrajes, dirigida por Jaime Llorente en 1995, en El fumador de pipa.