Francesc Colomer, nació en Vic en 1997.

Nunca se había planteado ser actor hasta que, de manera inesperada, una productora de Barcelona apareció un día por su colegio anunciando un casting de niños para una película. Francesc se presentó, hizo la prueba y enseguida se olvidó de todo. Así que, al cabo de unos meses, cuando le llamaron para hacer un segundo casting en la Universidad de Vic, fue toda una sorpresa, y más porque allí estaba Agustí, asegura el niño.

Después de aquella segunda prueba, Agustí Villaronga no tenía ninguna duda de que, de entre todos los niños de la comarca de Osona que había visto, Francesc era el más apropiado para interpretar al niño protagonista de su historia. Cuando se lo comunicaron, me puse muy contento y me sentí afortunado al ser escogido entre tantos niños, pero al mismo tiempo me preocupé mucho porque pensé que quizá no lo hacía bien, ya que no era actor, reconoce Francesc.

A pesar de ello, Francesc no tuvo ningún problema para adaptarse al ritmo y las exigencias del rodaje. De hecho, recuerda con mucho cariño los días que pasaba en el bosque rodando con el resto de niños. Según él mismo explica, nos llevábamos muy bien todos y era muy divertido rodar juntos. Había momentos en los que pensaba “¡ostras, qué bien! Qué suerte si esto es trabajar”.

Pero el guión contemplaba también secuencias complejas que requerían una importante labor interpretativa por parte de Francesc. En estas escenas también acabó desenvolviéndose con soltura, gracias a que los actores con más experiencia me ayudaron mucho y me dieron muchos consejos, recuerda.

La experiencia de encarnar a Andreu en Pan Negro ha sido tan satisfactoria para Francesc, que piensa continuar en el mundo de la interpretación tanto como pueda.