A los seis años, a Geoffrey Lewis no hacían más que preguntarle "¿Qué quieres ser de mayor?". Decidió que quería ser actor. Esta decisión se basó en su habilidad y gusto por disfrazarse con ropa rara y transformarse en otras personas.
Creció en Rhode Island en tierras de labranza que pertenecieron a la familia Lewis desde el siglo XVII. A los diez años se trasladó a un pequeño pueblecito de la sierra de California donde pasó mucho tiempo mirando las nubes y soñando con la gloria mientras deambulaba por las montañas o aprendía a esquiar. Muy pronto empezó a competir en torneos de esquí, cosa que sigue haciendo hoy en día. También es un consumado jinete y jugador de polo.
En el instituto, montaba espectáculos en solitario, en los que hacía playback con discos y escenas de películas. En la universidad estudió arte dramático y aprendió los diferentes oficios del teatro: construcción de decorados, diseño de vestuario y diferentes técnicas de maquillaje, entre otros. Su profesor de arte dramático le recomendó para el Festival de Teatro de Verano de Plymouth considerándole un valor en alza. Aceptaron a Geoffrey, quien apareció en el repertorio de verano con el Plymouth Theatre en Massachusetts.
De ahí se marchó a Nueva York, para seguir su formación mientras participaba en diversas obras teatrales independientes. Al haber vivido casi toda su vida en las montañas, le llevó un año adaptarse a la vida urbana, pero prosperó, aprendió mucho de observar a la gente que poblaba las calles de Nueva York.
Un día, leyó En el camino de Jack Kerouac y se lanzó a la carretera, recorriéndose el país. Estuvo viajando durante los siguientes diez años, visitando diferentes partes del mundo. A lo largo de este periodo de aventuras, nunca abandonó la intención de actuar, cantar y bailar.
Cuando volvió a EE UU, apareció en obras de teatro en Nueva York y Los Ángeles. Empezó a hacer lecturas de sus historias y poemas originales en cafeterías. Siempre viajaba con unos cuadernos que llenaba de ideas, observaciones y estudios para personajes. A veces ensayaba personajes que creaba o copiaba cuando iba por la calle, para ver si podía hacerlos.
Un día, hace unos veinte años, decidió que quería ganarse la vida con la interpretación. En su primer trabajo interpretó a un vaquero en el clásico Coraje, sudor y pólvora. A continuación logró varios papeles en televisión hasta que recibió una llamada de Clint Eastwood, para Infierno de Cobardes. Clint volvió a contar con Geoffrey en otras cuatro películas, Un botín de 500.000 dólares, Duro de Pelar, Bronco Billy y La Gran Pelea. Además apareció en dos películas de John Milius Dillinger y El Viento y el León, y en taquillazos como Los aventureros del Lucky Lady y La Puerta del Cielo. A continuación apareció en la serie de televisión "Flo", que le valió una nominación a un Globo de Oro, y trabajó con Jean-Claude Van Damme en Doble Impacto.
Geoffrey nunca ha dejado de escribir historias y personajes. Cuando conoció al guitarrista Geoff Levin, crearon Celestial Navigations. Sus actuaciones fusionan la música de Levin con las historias de Lewis. Han grabado tres discos.
Geoffrey Lewis trabajó con Mel Gibson en El Hombre sin Rostro y Maverick. Volvió a trabajar con Clint Eastwood en Medianoche en el Jardín del Bien y el Mal.
Geoffrey sigue creando personajes memorables; los más recientes han sido en "Law & Order: Criminal Intent", "Las Vegas", ambas de la NBC, "Cold Case" de la CBS y "Nip/Tuck" de FX. También apareció en "Plainsong" de Hallmark Channel con Aidan Quinn. Geoffrey ha terminado de rodar Down In The Valley con Edward Norton y Evan Rachel Wood.
A lo largo de los años, la prensa siempre se ha fijado en Geoffrey por sus convincentes actuaciones, definiéndole como uno de los actores de personajes que da gusto ver. Es un artista inolvidable, con ingenio, encanto y un talento extraordinario.