La primera vez que Harry Eden, hoy de trece años, pensó que quería ser actor fue tras asistir a una representación del musical de Lionel Bart Oliver!, en el que se veía a sí mismo en el papel de Artful Dodger.
Recibió formación dramática en la Sylvia Young Theatre School para niños.
Antes de su primer protagonista importante en Pure de Gilles MacKinnon, había aparecido en muchos programas de televisión como Casualty (la versión británica de Urgencias), Lock & Stock de Guy Ritchie, Helen West, Londons Burning y la producción de Cuento de Navidad de la London Weekend Television.
Con respecto a Pure, donde Eden interpretaba a un muchacho obligado por la adicción a la heroína de su madre a actuar de modo más maduro de lo que dictaría su edad, la crítica de la revista Empire alabó su actuación señalando, literalmente, que es sencillamente una de las mejores representación de un niño actor de la historia del cine británico.
Su siguiente interpretación fue en el telefilme Real Men, un potente drama televisivo de Frank Deasy sobre el abuso infantil en las instituciones de menores. En este segundo difícil papel protagonista que le deparó tantos elogios, Eden interpretaba al hijo de una madre soltera que cae enferma y ha de pasar algún tiempo en el hospital. Llevado a un hogar de acogimiento, pasa un traumático periodo al cuidado de sujetos tan groseros como criminosos.
Tras interpretaciones tan exigentes, la carrera de Eden tomó un cariz más amable, al ser elegido para hacer de Nibs, uno de los Niños Perdidos en el éxito Peter Pan, la gran aventura, estrenado durante la temporada de verano de 2003.
Eden vive con sus padres en Essex, Inglaterra. No pasa ni un momento sin su raqueta de tenis, con la que mejora su juego siempre que no está sobre un escenario. Le encanta actuar, sobre todo interpretando papeles diferentes, y le encanta viajar y conocer a gente nueva en el plató de cada proyecto que acomete.