Jackie Earle Haley tiene el excepcional honor de haber desaparecido prácticamente de Hollywood durante 15 años, para luego regresar de repente no con una, sino con dos películas: "Todos los hombres del presidente" y "Juegos secretos". La actuación de Jackie en la segunda le valió una nominación al Óscar al mejor actor secundario.
Para saber más del currículum de este versátil actor, si uno recuerda algo de los años 70 y 80, es muy probable que se recuerde su interpretación del malvado motero y fumador compulsivo Kelly Leak en la película de Michael Ritchie "Una pandilla de pelotas". Y otro papel por el que será largo tiempo recordado es el del práctico, tranquilo y apocado Moocher en la película de Peter Yates de 1.979 "El relevo", ganadora de un Óscar. En 1.983, interpretó al obseso de Dave en la película de Curtis Hanson "Ir a perderlo y perderse", con Tom Cruise. Y en Broadway, actuó con Sean Penn, Kevin Bacon y Val Kilmer en la obra "Slab boys".
Incluso después de todos estos años, en 2.005 Jackie ocupó un puesto destacado en la lista de VH1s "Las 100 mayores estrellas infantiles".
Pero, al igual que la mayoría de los que aparecen en esa lista, la transición de niño actor a actor adulto resultó difícil de conseguir, y los papeles que se vio obligado a aceptar para sobrevivir fueron personajes acartonados y mal escritos que hicieron inevitable que se replanteara su carrera. Fue entonces cuando Jackie decidió convertirse en director.
Pero le llevó más de una década conseguirlo, y entretanto, Jackie se vio obligado a trabajar de oficinista para pagar las facturas. Trabajando desde conductor de limusinas a empleado de seguridad, Jackie luchó durante años.
Años después, Jackie comenzó finalmente a obtener cierto éxito dirigiendo videos industriales, aprendiendo mucho sobre el funcionamiento interno de las corporaciones, sus culturas, sus políticas, sus productos y sus estrategias de mercadotecnia. El trabajo en películas corporativas le llevó a ocupar el puesto de vicepresidente de marketing en una empresa de Las Vegas, Nevada, en donde su atención se concentró en Respuesta Directa. Adquirió gran pericia en todo lo relativo a RD, desde sus métodos creativos hasta la captación de clientes y la logística mediante el telemarketing. Aunque dirigir infoanuncios fuera una buena vida, no era eso lo que Jackie quería creativamente hablando. Y fue entonces cuando dio el salto y pasó a dirigir anuncios para televisión.
Se mudó a San Antonio, Texas, para trabajar con un amigo que era copropietario de una compañía productora subcontratada por una Agencia de Publicidad. Pero trabajar para una empresa que era copropiedad de una agencia publicitaria le dejaba poco margen, así que fundó su propia empresa, JEH Productions, Inc. Ahora, Jackie trabaja con numerosas agencias de publicidad, haciendo anuncios regionales para empresas como HEB, Methodist Womens Health, Texas Legal Web dot Com, Valero/Diamond Shamrock, Taco Cabana y Brake Check, por nombrar sólo unas cuantas.
Y entonces
sucedió algo extraordinario.
En octubre de 2.004, el oscarizado director Steven Zaillian estaba intentando encontrar a Jackie Earle. Quería que hiciese una prueba para el papel de Sugar Boy en su nueva película "Todos los hombres del rey". Al principio, a Zillian le dijeron que no había forma de encontrar a Haley. Pero al final le encontró en Francia
de luna de miel. Jackie le envió una cinta con su interpretación y consiguió el papel.
Tras rodar "Todos los hombres del rey", Jackie estaba decidido a seguir trabajando en proyectos que significaran algo para él. Se hizo con uno de los primeros borradores de "Juegos secretos" de Todd Field, y se empeñó en interpretar a Ronald James McGorvey. Grabó una cinta con la prueba, y se la envió a Field. Field le llamó y le preguntó si querría venir a Nueva York para hablar de la posibilidad de interpretar a McGorvey. Jackie consiguió el papel, lo que se tradujo en su primera nominación al Óscar.
Hoy día, Jackie se reparte entre actuar y dirigir.