Seleccionado entre más de 250 niños en Jerez de la Frontera para la película 'Techo y comida', a punto estuvo de no acudir al casting por encontrarse con décimas de fiebre. La insistencia de Jaime acabó convenciendo a sus padres de presentarlo ya que sabían lo importante que era para él. Cuentan sus padres que cuando juega, juega a ser actor.