Jean-François Stevenin empezó trabajando en el cine hace más de 40 años como ayudante de dirección de Alain Cavalier y, posteriormente, de François Truffaut, Jacques Rozier, Jacques Rivette y Barbet Shroeder.

Sin embargo, no tardó en pasar al otro lado de la cámara. Hemos podido verle en películas como La noche americana y La piel suave, ambas de François Truffaut; Out 1: spectre y Le pont du nord, las dos de Jacques Rivette; Barocco, de André Téchiné; Los perros de la guerra, de John Irvin; Evasión o victoria, de John Huston; Passion, de Jean-Luc Godard; Y a-t-il un français dans la salle? y Oscuros recuerdos, las dos de Jean-Pierre Mocky; Una habitación en la ciudad, de Jacques Demy, por la que fue nominado a un César; Los patriotas y Mafiosa, ambas de Eric Rochant; Olivier, Olivier, de Agnieszka Holland; Se vende y La repentie, las dos de Laetitia Masson; El pacto de los lobos, de Christophe Gans, y El hombre del tren, de Patrice Leconte.

Ha escrito y dirigido tres largometrajes, en los que también trabaja como actor, Passe montagne, galardonado con el Premio Fipresci en Festival de Venecia; Double messieurs y Mischka, ganador del Premio France Culture en el Festival de Cannes 2003.