Noémie Merlant ha tardado muy poco en convertirse en una de las actrices más aplaudidas de su generación. Saltó a la fama con la película Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma, estrenada en 2019, por la que ganó el Premio Lumière a la Mejor Actriz y fue nominada ex aequo con Adèle Haenel al César a la Mejor Actriz. La película se estrenó en la Sección Oficial de Cannes, donde ganó la Palma Queer y el Premio al Mejor Guion. Asimismo, fue nominada en los Premios Espíritu Independiente y la Selección de la Crítica, e incluida entre las cinco mejores películas extranjeras del National Board of Review.

Dio sus primeros pasos profesionales como modelo mientras estudiaba en la escuela de arte dramático Cours Florent de París. Su primera oportunidad llegó en 2016 con Le ciel attendra, por la que fue nominada al César a la Mejor Actriz Revelación. En 2020 la vimos en Jumbo, de Zoé Wittock, estrenada en el Festival de Sundance. El año pasado se estrenó la película coral París distrito 13, de Jacques Audiard, y Un año, una noche, de Isaki Lacuesta. Pronto la veremos en L’innocent, de Louis Garrel, y en Baby Ruby, de Bess Wohl, con Kit Herrington.

Como directora tiene en su haber dos cortometrajes, “Je suis une biche” (2017) y “Shakira” (2019), así como el largometraje Mi iubita, mon amour (2021).

Acaba de rodar Les âmes soeurs, de André Téchiné, y está rodando dos películas, Une année difficile, de Olivier Nakache y Éric Toledano, y Lee, de Ellen Kuras.