Patricia Rae puede haber encontrado su nicho perfecto trabajando como actriz de carácter, con papeles en todo el espectro de géneros cinematográficos, pero el camino a Hollywood no siempre ha sido fácil. Si hay una actriz que se lo haya ganado a pulso, esa es, sin la menor duda, Rae.

En una industria basada en la realidad inventada y la fantasía, Patricia Rae es auténtica. Lleva más de dos décadas trabajando regularmente, llamando con la máxima a todas las puertas y dedicándose en cuerpo y alma a su oficio, antes de llegar a ver el fruto a tanto esfuerzo en su carrera como actriz.

Esta neoyorkina de ascendencia colombiana pasó buena parte de su vida profesional en la Costa Este, donde trabajó en el teatro, la publicidad, la comedia de sketches, el cine independiente y la televisión. Su abuela, que llevaba una casa de huéspedes mientras su madre trabajaba, crió a Rae en Queens. Como su madre se volvió a casar y se mudaba esporádicamente, Patricia no tardó en sentirse desplazada, lo que en última instancia hizo que se sintiera atraída por el mundo de la interpretación, dado que su premisa básica consiste en la capacidad para adoptar diferentes personalidades y sentirse transportado a distintos lugares.

Así, el viaje de Patricia por el mundo de la interpretación se iniciaría cuando aún estaba en la escuela primaria, su profesor de arte dramático se fijó en ella y le pidió que formara parte de “Oliver Twist”. Durante su adolescencia, se trasladó a Florida, donde retomó sus actividades académicas. Aunque no le fueron muy bien los estudios, Patricia, con el apoyo del club de arte dramático, logró hacerse un hueco en el que sentirse cómoda con la interpretación. Descubrió de ese modo su verdadera vocación, y ganaría una serie de galardones en competiciones regionales y estatales con su compañía teatral.

Un breve semestre en una pequeña universidad de St Augustine, Florida, le sirvió a Patricia para llegar a una esclarecedora conclusión: ¿Por qué tirar el dinero en un título universitario de interpretación cuando se puede aprender la materia directamente en Nueva York? Así que se marchó al prestigioso instituto Lee Strasberg, donde aprendió la dolorosa técnica de revivir experiencias pasadas de la infancia. Pese a no tener más que un currículum más bien escaso, Patricia tuvo una gran suerte con su primer trabajo profesional, al conseguir un papel de reparto frente a Don Johnson en el gran éxito de televisión “Corrupción en Miami”. Aunque no iba a hacer más que de simple extra, su curiosidad la llevó a descubrir que aún quedaban unos cuantos papeles de reparto por asignar. El equipo de casting estaba en el plató pidiendo a los actores que realizaran audiciones ante el director. Al ver que nadie la abordaba, Patricia decidió tomar cartas en el asunto y exigir hacer una prueba. Consiguió el papel y su carnet del Sindicato de actores en el mismo día.

Tras pasar años en Nueva York, decidió que había llegado el momento de cambiar de aires, así que se trasladó con toda su familia de Nueva York a Los Ángeles, en busca del papel que la consagraría. Irónicamente, conseguir el papel de su vida en “María, llena eres de gracia”, interpretando a la memorable ‘Carla’, la enviaría de vuelta la Gran Manzana.

Mucho se ha dicho de las interpretaciones de la película, pero fue la interpretación de Rae de ‘Carla’, una colombiana embarazada que vive en un minúsculo apartamento en Nueva York con su familia, el que quedó grabado en el recuerdo de los espectadores. Su extraordinaria actuación le valdría todo tipo de reconocimientos y una prestigiosa candidatura al premio Imagen al “Mejor papel de reparto”.

Pero no podía esperarse nada menos de Rae, con su personalidad desbordante, que demuestra que la interpretación, más allá de ser un negocio, es fundamentalmente un arte.

Con el currículum extraordinariamente prolífico que exhibe en IMDB, esta veterana actriz se ha dejado ver en la gran pantalla en películas como “Fanática (Swimfan)”, “Nightstalker” y la galardonada “María, llena eres de gracia”. En la pequeña pantalla, también ha aparecido en varios éxitos de la televisión reciente, como “Chuck”, “El mentalista”, “The Closer”, “Life”, “The Chicago Code” o “Blue Bloods (Familia de policías)”.

Huelga decir, naturalmente, que esta fogosa latina se hizo con su papel de LA GRAN BODA de una forma nada convencional, aunque fuera, no obstante, mérito de su inmenso talento y de ese papel de “María, llena eres de gracia”, que ha conseguido hacerse un hueco de manera inolvidable en la historia del cine, al ofrecer una de la escenas más memorables de la película.

Estaba previsto que Patricia hiciera una prueba para el director Justin Zackham y el productor Clay Pecorin en Los Ángeles, pero se dio la circunstancia de que se encontraba en Nueva York por la graduación del instituto de su hija. El director había expresado un gran interés en ella, tras haber visto su interpretación en “María, llena eres de gracia”. Así que, a insistencia del representante de la actriz a los responsables de selección del reparto, le hicieron llegar un mensaje a Justin, proponiendo una reunión en la Costa Este, dado que el director tenía previsto volar de vuelta a la Gran Manzana en los próximos días, tras haber visto ya a una cantidad incalculable de actrices en Los Ángeles. Justin aceptó entusiasmado y prepararon una sesión especial en las oficinas de Nueva York para ver a Patricia Rae. Hay cosas que simplemente están escritas. Esta era una de ellas para la actriz de talento, que consiguió el papel sobre la marcha.

Patricia Rae reside actualmente en Los Ángeles. Rae también es una profesora acreditada de yoga estilo Power Flow, e imparte clases dos veces por semana a estudiantes de todas las edades en Studio City, California. El estilo de enseñanza de Patricia está cargado de risas, compasión y un entusiasmo contagioso por la vida. Sus estudiantes comentan a menudo lo divertida que es, a lo que ella responde: “Si el yoga no es divertido, es que estás haciendo algo mal”. Y, ciertamente, la actitud decidida de Patricia Rae ha demostrado una y otra vez ser una de sus bazas más importantes. Pero, claro, tampoco es muy difícil adoptar semejante lema cuando está respaldado por un talento tan excepcional y unas dotes interpretativas tan impresionantes.