Rossy de Palma es un icono del cine español y una musa de la moda. Ha inspirado a algunos de los directores y diseñadores de moda más grandes que hay.
Empezó a tener protagonismo con tres de las películas de Pedro Almodóvar a finales de los años ochenta: La ley del deseo (1987), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y ¡Átame! (1989). Después, aparecería en cuatro más de los largometrajes de Almodóvar - Kika (1993), La flor de mi secreto (1995), Los abrazos rotos (2009) y Julieta (2016). Otros papeles de relevancia han incluido su participación en Prêt à Porter de Robert Altman (1994), Le Boulet (2002) y 3 bodas de más (2013).
Con el paso del tiempo, de Palma se ha visto más y más en el cine francés, por ejemplo, en No molestar de Patrice Leconte (2014), en el papel protagonista en Graziella de Mehdi Charef (2015) y, más recientemente, como la doncella avispada en Madame de Amanda Sthers (2017), con Toni Collette y Harvey Keitel.
Rossy de Palma también disfrutó del éxito en la miniserie para televisión La princesa blanca, en la que apareció como Isabel I, Reina de Castilla.