Muchos actores escogen una ruta alternativa para echar raíces en esta profesión: Tom Baker quizás haya escogido la mejor alternativa. Su carrera está marcada por su interpretación durante nueve años del Dr. Who. Desde 1974 hasta 1981, gracias a su gran ingenio y a su bufanda de lana, el Dr. Who retó a todos los monstruos del universo y a las malignas fuerzas cibernéticas, alcanzando una gran popularidad.
Baker nació en 1934 en Irlanda, en una comunidad pobre y católica. Su madre era limpiadora, camarera y una devota católica; su padre era un marinero judío que aparecía poco por casa. A los 15 años, abandonó los estudios y se hizo monje en la Hermandad Ploemel, en la isla de Jersey. Seis años más tarde, abandonó la vida contemplativa para hacer el Servicio Nacional en los Cuerpos de la Real Armada Médica. Fue ahí donde sintió por primera vez un interés por la interpretación. Sirvió en el Queen Mary durante siete meses, y después, le salió una beca para el Rose Bruford College of Speech and Drama en Kent.
Hasta finales de la década de los 60, trabajó por los conocidos teatros de repertorio de Gran Bretaña, hasta que llegó a formar parte del National Theatre. Algunos destacados compañeros suyos de profesión fueron Maggie Smith, Anthony Hopkins y, claro está, el gran Laurence Olivier. Olivier fue el que ayudó a Tom a conseguir su primer papel en una película. Con 37 años, Tom Baker llegó hasta la gran pantalla. Interpretó a Rasputin en Nicolas y Alexandra, consiguiendo dos nominaciones a los Globos de Oro - uno como Mejor Actor Secundario y otro por Estrella Revelación del Año. Anteriormente, su única aparición en el cine había sido en The Winter's Tale (1968).
A pesar de sus apariciones en una avalancha de películas, entre ellas la de Pier Paolo Pasolini Los Cuentos de Canterbury (1972), The Mutations (1973), The Vault of Horror (1973) y El viaje fantástico de Simbad (1974), Baker se ganaba la vida como peón trabajando en una obra, cuando obtuvo el papel en Doctor Who.
Después de sus siete años en el espacio, Baker volvió al teatro, y apareció con regularidad en televisión y en cine, interpretando a Sherlock Holmes en la mini-serie de 1982 El Sabueso de los Baskervilles, Puddlegum en Las Crónicas de Narnia, The Silver Chair (producida para TV en 1990) y Dragones y Mazmorras (2000). Actualmente, trabaja en Monarch of the Glen de la BBC, y otros proyectos recientes incluyen Randall and Hopkirk Deceased. Su voz es rasgo característico, y es un favorito de la radio con títulos como Dead Ringers, Nicholas Nickleby y Hard Times. Y hace de narrador en la actual comedia de culto Little Britain.
Con esta carrera tan ecléctica, Tom es un actor que se niega a que le encajen en un casillero predeterminado. En 1997, se definió a sí mismo en su autobiografía que tituló "Who on Earth is Tom Baker?".