La próxima semana se estrena en España United 93. Esta película sobre el 11-S ha sido dirigida por Paul Greengrass, realizador reconocido por Bloody Sunday o El mito de Bourne.
En la taquilla norteamericana debutó su primer fin de semana con unos 11,5 millones de dólares, en el segundo puesto del ránking, que encabezó ¡Vaya vacaciones! (16,4 millones), dirigida por Barry Sonnenfeld, y protagonizada por Robin Williams.
Cuenta en el reparto, entre otros, con David Alan Basche (La guerra de los mundos).
Sinopsis
Cuenta la historia del 11 de septiembre a través de una meticulosa recreación de los acontecimientos que rodearon el vuelo 93 de United Airlines, el último avión secuestrado la mañana del 11 de septiembre de 2001, con el convencimiento de que a través del estudio de este hecho se pueda ver algo mucho más amplio: el estado actual del mundo.
United 93, realizada con el apoyo de las familias de los pasajeros que viajaban a bordo del avión, relata en tiempo real la dramática historia de lo que ocurrió en el aire y en tierra, mientras los pasajeros, la tripulación, los controladores aéreos y los centros militares intentaban entender y solucionar una crisis nunca imaginada previamente.
La génesis de la película
Mucho antes de que el contacto con las familias le alentara a realizar una película acerca del 11S, Paul Greengrass siguió muy de cerca la cobertura informativa de ese día y sus consecuencias. Después de terminar El mito de Bourne y de que se cancelara otro proyecto, el realizador pensó en la película, "pero no estaba seguro de que fuera el momento oportuno".
Habló con el productor Lloyd Levin de la idea de usar el vuelo 93 de United como un prisma a través del que ver los acontecimientos de ese día para que el público tuviera "una extraordinaria visión del 11S". Paul Greengrass redactó entonces un memorando, en el que describía sus sentimientos e ideas acerca del proyecto, que se convirtió en un tratamiento de 21 páginas.
El director tenía muy claro que la historia debía ser contada desde el punto de vista de los ocupantes del avión y de los controladores. Explica: "No es una película con personajes con una historia. Se limita a acercarse a los personajes cuando se reúnen en el aeropuerto, a bordo del avión y en su viaje de 90 minutos en tiempo real, excepto cuando se pasa a los controladores aéreos que siguen el vuelo en sus pantallas y que descubren con horror lo que está pasando".
En agosto, Paul Greengrass pidió a su compañera Kate Solomon que actuara como investigadora principal y de enlace entre las familias. Empezó enviando una carta a todas las familias de los fallecidos, informándoles del objetivo del proyecto y pidiendo su colaboración para establecer retratos fidedignos. Al final, casi todas las familias participaron en el proyecto. A partir de entonces y durante siete semanas, entrevistaron personalmente a parientes y amigos, grabando más de cien entrevistas.
Kate Solomon dice: "Querían participar, honrar la memoria y recordar a sus seres queridos. Sigue siendo un tema muy doloroso, pero muchos pensaban que nos ayudarían a ser auténticos".
Durante el rodaje de UNITED 93 se mantuvo el contacto con las familias. Una vez completado el casting, se les notificó y se les mandó el nombre y la foto del actor o actriz que interpretaría a la persona fallecida; algunos actores o actrices se desplazaron para conocer a los familiares, mientras que otros hablaron con ellos por teléfono. Kate Solomon también mandó circulares dos veces a la semana para mantenerles informados del progreso del rodaje, en las que incluía artículos acerca de los métodos de filmación de Paul Greengrass, de cómo se construía un decorado y otros aspectos de un rodaje. El director grabó un mensaje en vídeo para las familias al que solo ellas podían acceder en la página web, que resultó un canal abierto de comunicación entre los cineastas y las familias muy útil a la hora de intercambiar información. "Algunas familias lo llaman nuestra película", explica Kate Solomon.
En cuanto al personal de tierra que fue testigo del trágico desenlace, Paul Greengrass pidió a Michael Bronner, guionista y productor de "60 Minutes II", que entrevistara al personal civil y militar. La imagen no empezó a ser más clara hasta que se juntaron las piezas geográficas del rompecabezas. El director sabía de antemano que la narración incluiría secuencias en varios puntos clave: la torre de control del aeropuerto internacional de Newark (de donde despegó el vuelo 93 de United y que, debido a su ubicación, tiene una vista única sobre Manhattan); los centros de control de Boston (de donde procedían los otros dos vuelos secuestrados, el 11 y el 175 de American Airlines), y de Nueva York; el centro de operaciones de la Administración de Aviación Federal en Herndon, Virginia (al mando de Ben Sliney, director nacional de operaciones, que se había incorporado a este puesto la mañana del 11 de septiembre de 2001); y el centro de operaciones militares en el Northeast Air Defense Sector (NEADS) en el estado de Nueva York. El detallado relato que realizó Michael Bronner de los acontecimientos de aquella fatídica mañana fue de capital importancia para la escritura del guión.
Michael Bronner amplió su investigación a los secuestradores y a otros aviones (comerciales, militares y privados) que volaban esa mañana. También obtuvo información muy valiosa de la Comisión del 11S. Los miembros de la Comisión sirvieron de asesores antes y durante el rodaje.
Paul Greengrass dice: "Conseguimos reunir un extraordinario grupo de personas deseosas de que la película fuese correcta: tripulaciones de United Airlines, pilotos, familiares de los pasajeros, controladores y miembros de las Fuerzas Armadas, miembros de la Comisión del 11S. Contamos con muchos expertos, lo que nos permitió acercarnos con autenticidad a los acontecimientos".
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