En VUELTA A CASA DE MI HIJA, mientras hacen reformas en su apartamento, Jacqueline queda encantada con la obligación de tener que pasar “unos días” con su hija mayor Carole y su yerno, ambos en terapia de pareja. Estos "pocos días" se convierten en "unos meses" y Jacqueline se siente rápidamente como en casa; prepara cenas, acapara la televisión, reorganiza la cocina... La madre está en su casa y nadie sabe por cuánto tiempo.