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El año del diluvio cartel reducidoEl año del diluvioDirigida por Jaime Chávarri
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Largometraje dirigido por el madrileño Jaime Chávarri (Las bicicletas son para el verano, Las Cosas del Querer, Besos para todos). Guión de Jaime Chávarri y Eduardo Mendoza, basado en la novela de Eduardo Mendoza. Producido por GONA en co-producción con Oberon Cinematográfica, Babe (Francia), Kairòs (Italia) y con la participación de Televisión Española, Canal +, Televisió de Catalunya, ICAA y Generalitat de Catalunya.

El reparto está encabezado por una de las grandes divas del cine francés Fanny Ardant (La femme d'à coté, Sabrina, 8 mujeres, Sin noticias de Dios), Darío Grandinetti (El lado oscuro del corazón, Hable con ella, Palabras encadenadas), Ginés García Millán (Entre las piernas, Solo mía, Carmen) y Eloy Azorín (Atómica, Todo sobre mi madre, Besos para todos).

En competición en la Sección Oficial del Festival de Málaga 2004.

Notas del director:
Desde que cayó en sus manos el proyecto de "El año del diluvio" la actriz Fanny Ardant se mostró entusiasmada en interpretar el papel de Sor Consuelo. A pesar de todos los avatares de producir una película independiente en nuestros días, Fanny ha estado al pie del cañón en todo momento dispuesta a interpretar el personaje de Sor Consuelo, una monja que se empeña en ser humana.

Quizá la principal característica de su personaje es que, como la mayoría de los seres humanos inteligentes, lo quiere todo. Quiere su vida religiosa sacrificada y difícil y no está dispuesta a renunciar, en un momento dado, a su condición de mujer. "El año del diluvio" es una película de personajes situada en un momento histórico determinado, como "Il Postino" o "El pianista"; aporta un punto de vista diferente, apoyado por el soberbio humor de Eduardo Mendoza, sobre personajes arquetípicos bajo cuya realidad se rasca en profundidad hasta desentrañar sus mecanismos más humanos y descubrir hasta qué punto se sorprenden ellos mismos.

Pasiones humanas desde luego, y también amor entre enemigos, y también pasiones extraordinarias, como la de esta Sor Consuelo que, segura de que va a condenarse por un solo pecado, continúa una vida de disciplina y trabajo sabiendo que, para ella, es todo inútil. La película pretende negar que una monja sea sólo una monja, un "maqui" solamente un bandolero y un señor terrateniente solamente una persona seria y responsable. Que debajo de estos tópicos se esconde toda la riqueza - y la risa- del ser humano.

Jaime Chávarri