'Los renglones torcidos de Dios' cuenta la historia de Alice Gould, una detective que ingresa en un hospital psiquiátrico. Alice ingresa voluntariamente fingiendo un estado paranoico con el propósito de seguir las pistas en un caso de asesinato que ocurrió en el centro unos meses atrás. En un entorno de enfermedades mentales, identificar qué es verdad y qué no lo es, resulta bastante más complicado de discernir.


Personajes

ALICE GOULD
Detective privado que se infiltra en un sanatorio fingiendo una paranoia para intentar resolver un asesinato. Mujer adinerada, de clase alta, extremadamente elegante y culta, y con gran capacidad discursiva. Es una contestona a la que cuesta mucho derrotar en un combate verbal. Le gustan los retos y es una mujer avanzada a su época.

SAMUEL ALVAR
Representa a la vieja psiquiatría para muchos de los médicos del hospital. Sus métodos, revolucionarios para algunos, excesivos para otros, son foco de debate. Es ambiguo, egoísta y extremadamente inteligente. Le gusta mandar y no le gusta que le lleven la contraria. Es un personaje que también tiene gran capacidad dialéctica.

MONTSERRAT CASTELL
Subdirectora del sanatorio. Cuestiona ferozmente los métodos de Samuel Alvar. Cree en otra manera de hacer las cosas, más empática y cercana con los pacientes. Es la abanderada de la nueva psiquiatría, la que defiende otra manera de hacer y quién más empatizará con Alice. Por ser mujer como ella, y porque le despierta el deseo de luchar contra lo que ella considera unas maneras de hacer cuestionables.

CÉSAR ARELLANO
Jefe de servicios clínicos. También representa una nueva manera de hacer, aunque no es tan beligerante como Montse. Es un tipo tímido, introvertido, amante de su trabajo y también con un mundo interior que ALICE, queriendo o sin querer, despertará.

TEODORO RUIPÉREZ
Es la mano derecha de Samuel Alvar. Poco empático con los pacientes, representa una manera de hacer más vinculada a la vieja psiquiatría.

RUIZ DE PABLOS
Comisario de la vieja escuela, poco amante de los cambios que vive el país y guardián de todos los valores que, por suerte, han quedado atrás.