Epopeya que abarca varias épocas históricas. También es un thriller humorístico sobre el amor, la lealtad y las razones para vivir en el marco de una desconocida historia real de tres amigos íntimos y de todos los que van conociendo a lo largo de su aventura. Una historia intrincada que entreteje hechos reales con ficción.


La historia
El Dr. Burt Berendsen (Christian Bale) y el abogado Harold Woodman, Esq. (John David Washington) son el último recurso para personas con problemas. Ambos tienen oficinas en la parte alta de Nueva York en un período fascinante que es intemporal y en el que parece que va a suceder algo trascendental en cualquier momento (estamos en 1933). Está claro que ellos también han pasado por muchas cosas y sus cicatrices dan buena cuenta de ello. Hacen gala de "saber manejar cualquier situación" y eso los convierte en una solución para los que estén metido en problemas, sobre todo los que han tenido mala suerte o poco dinero.

Estos dos outsiders, Burt Berendsen y Harold Woodman, son amigos íntimos que se apoyan por encima de todo. El tipo de amigos que todos desearíamos tener. La oficina de Burt es un lugar divertido y animado, dirigido por un gran equipo formado por personajes cómicos como Shirley (Bonnie Hellman) y Morty (Max Perlich), y también por otros veteranos como él. Aquí es donde Burt inventa medicamentos que no existirán hasta dentro de 80 años o puede que más, y que todos necesitan para afrontar la vida. Canta canciones y hace todo lo que puede para ayudar a los que se cruzan en su camino. Recibe un mensaje de Harold que dice que debe reunirse con él en una dirección determinada y, sin dudarlo, el vital Dr. Berendsen se pone en marcha con su maletín de médico personalizado para hacer frente a lo que Harold necesite.

La dirección es un lugar elegante y de clase alta y Burt está feliz de ver a su viejo amigo Harold, tan elegante con su inigualable chaleco naranja y su impecable traje oscuro. Le dice a Burt que está allí para realizar una intervención. Necesita que Burt lo ayude con una intervención médica aunque sabe que no es la que más le gusta a Burt. Burt le pregunta: “¿De qué se trata? ¿Cuál es la situación? ¿Cuál es la intervención? Sólo dime qué es”. Harold está tratando de convencerlo cuando se da cuenta de que Burt lleva un precioso ramo de rosas amarillas en la mano y se entera de que Burt tiene una cita para cenar con su esposa Beatrice (Andrea Riseborough) de la que está separada. Su amigo Harold está tratando de ayudarlo a superar ese matrimonio para que Burt vuelva a encontrar el amor. En ese momento, aparece la espectacular Elizabeth Meekins (Taylor Swift). “¿Quién es?", pregunta Burt, que todavía no sabe qué intervención tiene que realizar como médico. “Es Liz Meekins, Burt”. “Dios mío. ¿Qué relación tiene con todo esto?" Ella lo interrumpe y dice: "Bueno, él es mi padre". De hecho, fue el gran Bill Meekins (Ed Begley, Jr.) el general que hizo que Harold y Burt se conocieran en circunstancias muy poco habituales que conoceremos más adelante. Bill Meekins era un buen hombre y ellos harían cualquier cosa que su hija les pidiera. Burt asume que el general está enfermo. Ella no está segura de que sea capaz de realizar la intervención. Es muy recelosa. “No va a hacerlo”, le dice a Harold. Harold dice: “Sí que lo va a hacer”. Burt dice: “Venga, vamos a ver a tu padre. ¿Qué pasa, tiene un virus? Sé que estaba en Europa por negocios”. Porque Bill Meekins, como civil, dirige la bolsa de bonos.

A Burt le entusiasma la idea de hablar con Bill Meekins porque es el orador de honor en la gala anual de los veteranos de todos los regimientos de Nueva York que resistieron y sobrevivieron a la gran guerra que iba a terminar con todas las guerras, una historia que comparten Harold y Burt. Van a ver a Bill Meekins, pero no como a Burt le gustaría. Una mujer de la funeraria lo está metiendo en un ataúd, sonándose la nariz por culpa de una alergia primaveral de la que se queja, mientras Burt intenta asimilar el impacto de ver a Bill Meekins en una caja de madera vieja y abierta, más tieso que la mojama. Milton (Chris Rock), el socio de confianza de Harold Woodman, aparece para decir: "No sé lo que creéis que estáis haciendo, pero estamos ante un problemón de los buenos”. “Liz Meekins ha solicitado una autopsia. Ella cree que su padre ha muerto de forma misteriosa y ha recurrido a estos outsiders porque, aparte de ella, nadie de su rica familia o de su círculo social quiere investigar la muerte. Burt duda en hacer la autopsia, pero Harold insiste: “Bill Meekins es la razón por la que nos conocimos y nos hicimos amigos. Tenemos que hacerlo”.

Y los dos amigos se embarcan en otra aventura, posiblemente la más grande a la que se hayan enfrentado juntos, jalonada de enormes sorpresas y preguntas. Pero Burt hace una pausa para reflexionar: “¿Qué infierno es este?" El problema es que ya están metidos en él. Y esta situación sirve para plantear la siguiente pregunta: "No llegas aquí sin que las cosas hayan empezado hace mucho tiempo" y ahora, en un giro cinematográfico, nos catapultamos a la película dentro de la película sobre cómo se conocieron Burt y Harold, no solo ellos sino cómo conocieron a la maravillosa Valerie Voze. (Margot Robbie), y al momento más feliz de la auténtica misión de sus vidas: la libertad en Ámsterdam después de la guerra.

La indomable y misteriosa Valerie Voze es la tercera integrante de este triunvirato, tres amigos que jurado cuidar unos de otros hasta el fin de los días. No solo vamos a ver lo que pasaron juntos y cómo establecieron ese vínculo y cómo ella transformó el metal ensangrentado en un arte maravilloso, sino que veremos que están a punto de reunirse con ella y saber cosas de ella que nunca habrían imaginado. Juntos, conocen un mundo tras otro, incluidos los espías internacionales y los observadores de aves -Paul Canterbury (Mike Myers) y Henry Norcross (Michael Shannon)- así como el general más respetado en la historia de Estados Unidos, Gilbert Dillenbeck (Robert De Niro). ), que está metido en la misma misteriosa conspiración que nuestros héroes, Burt, Valerie y Harold deben resolver para salvarse.

Lealtad, amistad, amor y “seguir al dios equivocado para llegar a casa” en cualquiera de estas áreas, así como en el escenario de toda una nación. Encontrar razones para vivir, como las que todos conocieron juntos en Ámsterdam y aferrarse a ellas a pesar de las traiciones del mundo: estos son los temas sobre los que gira la historia. A lo largo de esta epopeya, los actores, un reparto que estaba deseando trabajar juntos en esta historia, transitan por canciones, bailes y crímenes y también por una inesperada e impactante historia.