BROS, de la mente cómica de BILLY EICHNER (el programa Billy on the Street, la película de 2019 El rey león y las series Difficult People y American Crime Story: El caso Lewinsky) y de los cineastas NICHOLAS STOLLER (la saga Malditos vecinos, Paso de ti) y JUDD APATOW (El rey del barrio, Y de repente tú, La gran enfermedad del amor), es una comedia sobre lo difícil que es encontrar a otro ser humano con quien compartir la vida.
Protagonizada por BILLY EICHNER, el primer hombre abiertamente gay que coescribe y protagoniza su propia película para un gran estudio, y LUKE MACFARLANE (Killjoys), la película cuenta con un reparto principal totalmente compuesto por actores y actrices LGBTQ+ como GUY BRANUM (The Other Two), MISS LAWRENCE (Star), TS MADISON (The Ts Madison Experience), DOT-MARIE JONES (Glee), JIM RASH (Community), EVE LINDLEY (Desde otro lugar), MONICA RAYMUND (Chicago Fire), GUILLERMO DÍAZ (Scandal), JAI RODRIGUEZ (Desparejado) y AMANDA BEARSE (Matrimonio con hijos).
Completan el reparto la ganadora de un Emmy DEBRA MESSING (Will & Grace), BOWEN YANG (Saturday Night Live), nominado a los Emmy en tres ocasiones, y el legendario ganador de cuatro Premios Tony HARVEY FIERSTEIN (Trilogía de Nueva York).
BROS está dirigida por NICHOLAS STOLLER a partir de un guion de BILLY EICHNER y el propio NICHOLAS STOLLER. La película está producida por JUDD APATOW p.g.a., NICHOLAS STOLLER p.g.a. y JOSH CHURCH p.g.a. (coproductor de Y de repente tú y Hermanos por pelotas), y la producción ejecutiva corre a cargo de BILLY EICHNER y KARL FRANKENFIELD (Everything’s Trash).
La banda sonora de BROS es obra del ganador de un Premio Tony y siete veces nominado a los Oscar® MARC SHAIMAN, cuya música ha dado forma a algunas de las películas románticas más emblemáticas de las últimas tres décadas, como Cuando Harry encontró a Sally, Algo para recordar y El presidente y Miss Wade. El montaje lo ha llevado a cabo DANIEL GABBE (Sandman). El diseño de producción es de LISA MYERS (Awkwafina es Nora de Queens) y el director de fotografía es BRANDON TROST (la saga Malditos vecinos).
La historia
La comedia romántica es un género tan antiguo como el propio cine y cuenta con todo tipo de éxitos, desde clásicos vintage como la película de 1934 Sucedió una noche y la de 1940 Luna nueva a títulos modernos como Cuando Harry encontró a Sally, Annie Hall y Hechizo de luna. Pero, en casi un siglo de cine, y entre todos esos cientos de historias del celuloide, ningún gran estudio había estrenado nunca una comedia romántica sobre dos hombres gais. Billy Eichner no creyó que fuera a conseguirlo, ni siquiera cuando el director Nicholas Stoller le contactó en otoño de 2017 para hablar con él sobre coescribir y protagonizar una. «Nunca pensé ni por un segundo que un gran estudio daría ese paso», confiesa Billy Eichner. «Se lo dije a Nick, pero él seguía insistiendo en que creía que sí». Yo le decía: “En serio, llevo mucho tiempo en esto y estoy seguro de que no”. Llevaba a mis espaldas 20 años de escuchar una y otra vez que yo era “demasiado gay” para esa conversación. Pero Nick tenía razón».
Stoller se había convertido en uno de los directores de comedia de más éxito de su generación, con una serie de éxitos que incluyen la saga Malditos vecinos y la película Paso de ti, además de la exitosa serie de Netflix Amigos de la universidad, que fue donde conoció por primera vez a Eichner. «Billy es una de las pocas personas que conozco en la industria que se ha hecho totalmente a sí mismo», dice Stoller. «Todo el mundo tiene un mentor. Pero su mentor fue YouTube. Desplegó su talento en Funny or Die y se hizo popular. No tenía a nadie que lo impulsase. Realmente es una persona hecha a sí misma, cosa que requiere una inmensa fuerza interior cuando toda una industria te dice durante mucho tiempo que no tienes nada que hacer debido a tu orientación sexual. Yo ya sabía que Billy era divertido, pero, además, hay una escena en la primera temporada de Amigos de la universidad, una muy emotiva, que me hizo darme cuenta de que también era buen actor. Por si fuera poco, el primer episodio lo proyectamos en un cine y, cada vez que él salía, arrasaba. Ahí me di cuenta de que era una auténtica estrella cinematográfica. Yo llevaba tiempo queriendo hacer una comedia romántica sobre dos hombres gais, pero no me veía capaz de escribirla yo solo. No soy gay y no sería honesto. Por eso, le mandé un correo electrónico y le pregunté si le interesaría ayudarme».
Eichner dijo que sí y los dos se lanzaron a una colaboración que demostró ser reveladora para ambos. «Yo nunca había escrito una película y Nick no sabía gran cosa de la cultura gay, más allá de lo que nos cuentan en medios y redes», explica Eichner. «Por eso, yo le puse al día en lo que a cultura gay respecta y él me enseñó cómo estructurar un guion para un gran estudio. Fue una asociación muy divertida, única, como una especie de matrimonio sorprendente entre coguionistas. Éramos compañeros y socios en todo. Y así arrancó lo que se convirtió en un proceso de cinco años».
Judd Apatow era el productor ideal para lo que se convertiría en BROS. A lo largo de su historiada carrera, Apatow ha elevado a una serie de jóvenes promesas de la comedia a su primera gran actuación en la gran pantalla, como Steve Carell, Seth Rogen, Jonah Hill, Jason Segel, Kristen Wiig, Amy Schumer, Kumail Nanjiani y Pete Davidson. BROS tenía potencial de hacer lo mismo por Eichner. «Soy un gran fan de Billy Eichner», confiesa Apatow. «Nick Stoller y yo habíamos trabajado juntos en Eternamente comprometidos, Vida universitaria (Undeclared) y Paso de ti. Escribimos también Dick y Jane, ladrones de risa, así que nos gusta formar equipo. Sentimos que esta era la clase de película que nunca se hace: una comedia romántica gay por un gran estudio con un gran presupuesto. Parecía absurdo que no hubiese habido ya cientos de ellas. Por todo ello, estábamos todos muy emocionados con la idea de hacer que por fin ocurriese».
Aunque todo el mundo sabía que la película sería un gran punto de inflexión para la representación del colectivo LGBTQ+, el objetivo principal era crear la comedia más hilarante y sentimental posible. «Generalmente, en trabajos creativos, simplemente trato de pensar quién tiene talento, quién es divertido, quién tiene ideas que contar», dice Apatow. «A veces, si piensas en el aspecto político de crear proyectos, puedes meterte en un lugar en el que pierdes el rastro de la imaginación y de la esencia divertida. Pero lo cierto es que esta industria no ha puesto cuidado alguno en representar a muchos tipos diferentes de personas. No me gusta ponerme a pensar si BROS va a solucionar o no ese problema; lo único que pienso es que me gustaría ver esta clase de película porque no existe. Hemos tenido suerte pudiendo crear algo así, tan significativo para tanta gente. Pero lo más importante de todo es que es divertida».
Eichner sabía desde el principio que quería hacer una película sobre la vida de un hombre gay, urbano y moderno que desprendiera autenticidad, que se percibiera como un adulto y alguien con quien fuera fácil identificarse. «Quería una película que mostrase de un modo muy divertido pero realista lo que ocurre cuando dos gais adultos que se enorgullecen de no necesitar una relación se enamoran de verdad por primera vez», dice Eichner. «Los hombres, y especialmente los gais, se precian de ser fuertes e independientes. Y en términos del mundo LGBTQ+, todos hemos tenido que dar una imagen muy fuerte. Queremos ser duros, no queremos necesitar a nadie. Por eso, ¿qué ocurre cuando dos hombres se enamoran de verdad?».
La génesis de la narrativa de la película procedía de un sketch que Eichner había hecho en su serie Billy on the Street años atrás, titulado «The Bro Lightning Round», con Jason Sudeikis. «Fue una de las pocas veces en Billy on the Street en la que asumí una personalidad que no era la mía», nos explica Eichner. «Me convertí en alguien muy masculino y desenfadado, con pantalones caquis, camiseta deportiva y una gorra de béisbol al revés. Me acercaba a la gente poniendo voz grave y cambiando totalmente mi comportamiento habitual. Se hizo más o menos viral y mucha gente escribió publicaciones o comentarios reflexivos sobre si era una sátira de la masculinidad. En la vida real, un buen amigo mío (que es gay) me vio en el sketch y me dijo que estaba muy sexy. Y se trata de alguien con quien llevo manteniendo una buena amistad 20 años y jamás había mostrado ni la menor atracción por mí. Y literalmente me dijo, sin asomo de ironía ni sarcasmo: “Deberías vestir así, porque estás supersexy”. Y yo le solté: “¿Pero sabes lo que me estás diciendo? ¿Crees que debería alterar completamente mi voz, mi lenguaje corporal y todo lo que me define para ser sexy?”. Creo que él pensaba que me estaba haciendo un piropo. Y me quedé pensando que había algo ahí, porque era divertido y a la vez horrible. Y eso fue lo que inspiró toda la película».
Entre los múltiples aspectos de la cultura gay de los que la película hace una cariñosa sátira (sesiones de gimnasio absurdas, quedadas por Grindr, tríos sentimentales, políticas internas del mundo queer), donde más destaca BROS es en arrojar luz de forma inquebrantable sobre esos elementos específicos de la cultura gay masculina que elevan, emulan y erotizan la masculinidad estereotipada. «Esta película trata sobre la masculinidad y la incapacidad de los hombres, particularmente en la comunidad gay, para ser vulnerables y sentirse cómodos en su propia piel», dice Stoller. «Creo que son escollos con los que tenemos que lidiar todos los hombres, pero también es específico de la comunidad gay. Y, desde luego, es algo específico de la historia de Billy».
De hecho, la primera escena que Eichner pensó para la película es una que mostraba que habían dejado a su personaje, Bobby, y este decidía ponerse en plena forma. «Bobby se siente muy inseguro acerca de su aspecto, su cuerpo y su masculinidad», explica Eichner. «Y ahí está, en el gimnasio, y ve a un tipo al otro lado de la sala que le parece atractivo y con quien está estableciendo contacto visual. Bobby se acerca para flirtear con él..., pero, en el último momento, decide cambiar su modo de caminar. Se vuelve la gorra del revés para transmitir un aire más informal y pone una voz mucho más profunda de la que normalmente tiene. Y hasta cambia su personalidad para parecer más atractivo».
Esta es una problemática actual entre los hombres gais que alcanzaron la madurez en los años noventa y los dos miles, según el propio Eichner. «Mis amigos y yo no sentimos ningún tipo de conflicto por ser gais», nos cuenta Eichner. «Seguro que mucha gente sí. No fue mi caso. El conflicto fue pensar: “Bueno, soy gay, muy bien. Pero, más allá de eso, quiero ser un hombre”. El conflicto era entre masculino y femenino, o entre masculino frente a una personalidad más extravagante. En plan, “soy gay, pero quiero proyectar masculinidad”. Ya no me siento así, pero sí que estuve en ese punto en el pasado. Y es algo muy inculcado a los hombres gais de mi generación».
Es algo tan dominante, de hecho, que el propio Eichner no siempre se da cuenta de cuando se mete en ese tipo de actitud, incluso en la actualidad. «Todos mis agentes son heteros, mis abogados son heteros y mi mánager es también hetero. Todos ellos son encantadores y maravillosos», nos explica Eichner. «Tuve una asistente durante mucho tiempo que ha sido coproductora de BROS y que me decía: “Cada vez que te llaman, tu voz baja dos octavas”. Y yo no me daba ni cuenta. Es muy indicativo del cambio de código que hemos experimentado en el transcurso de los años. Forma parte de la vida tener que jugar constantemente al juego de: “¿Cómo debo comportarme delante de esta persona hetero para no marcar distancias?”».
En último término, sin embargo, la película trata de los hercúleos desafíos que presenta encontrar a alguien que no te ponga de los nervios... y luego dar con el coraje necesario para permitirte amar a ese alguien. «Es la historia de dos hombres que se enamoran, pero que, al mismo tiempo y por diferentes motivos, se intimidan y se dan un poco de miedo mutuamente», dice Eichner.
La historia es específica y auténtica para la comunidad gay masculina, pero las emociones son universales. «La propuesta no era hacer una película nicho dedicada en exclusiva a una comunidad concreta», dice el productor Josh Church. «Queremos que la película hable a la comunidad LGBTQ+, pero tendrá impacto porque va a alcanzar a todo un público que simplemente va al cine a disfrutar de una comedia romántica, y va a ver una historia nunca antes vista. Van a ver a intérpretes que no conocían. Van a escuchar chistes que no habían oído. Y esperamos que todo el mundo salga del cine dándose cuenta de que las historias son historias, que deberíamos buscar estas historias en todos los ámbitos de la sociedad, en todas las personas y en todos los grupos».
Stoller y Apatow contaban con un público de prueba excelente integrado en el propio proyecto para saber cómo se aceptaría la película fuera de la comunidad LGBTQ+: ellos mismos. «Todo el mundo se siente identificado con querer ser feliz, sentir conexión, estar enamorado, sentir apoyo y comprensión y recibir respecto de los demás», dice Apatow. «Por tanto, no hay nada en una película como esta que no sea totalmente universal y comprensible para cualquiera. Todo el mundo vive este tipo de experiencia». A Stoller le emocionaba mucho invitar a público hetero a esta experiencia sobre el mundo gay masculino. «Mi objetivo era crear el episodio de Frontline más desternillante de todos los tiempos», dice Stoller. «Que te haga reír y que pienses: “Qué interesante. Me apetece hablar luego de esto con mi pareja o una amistad. Pero ahora mismo me estoy riendo y no me doy ni cuenta de la información que estoy absorbiendo”».
Los personajes
Un reparto principal totalmente LGBTQ+
Durante casi toda la historia de Hollywood, se ha considerado un suicidio profesional para un actor o actriz hetero, pero en especial si es hombre, interpretar el papel de un gay. Pero, después de que Tom Hanks ganara el Oscar® por la película de 1993 Philadelphia, esa actitud comenzó a cambiar y, en el transcurso de los años, interpretar papeles gais se ha convertido en una forma rápida de obtener reconocimiento. Desde 1993, más de 15 actores heterosexuales han sido nominados o se han llevado el Oscar® por interpretar a personajes gais. Es tan común que fue parodiado por el personaje de a estrella Robert Downey Jr. en Tropic Thunder, ¡una guerra muy perra!, un papel por el que el propio Downey recibió la correspondiente nominación. Cabe destacar, sin embargo, que ningún hombre gay que lo fuera abiertamente en el momento de la gala se ha llevado el Oscar® al Mejor Actor. Todavía.
«Durante décadas, Hollywood ha permitido a los actores y actrices heteros interpretar los papeles LGBTQ+ mejor escritos, más jugosos, más multidimensionales, y estos han acabado cosechando premios», explica Billy Eichner. «Y usan estos roles para mostrar a la gente su alcance, lo “valientes” y lo serios que son como intérpretes, cosa que está muy bien. Pero nunca funciona en el otro sentido».
Así que, cuando Nicholas Stoller, Eichner y los productores Judd Apatow y Josh Church comenzaron con el casting para BROS, tenían esta idea muy presente. «La primera decisión que tomamos respecto al casting fue que mi interés romántico lo interpretaría otro actor abiertamente gay», dice Eichner. «Eso lo teníamos todos muy claro. Y el estudio también, cosa que dice mucho en su favor. Entonces, una vez tomada esa decisión, fui y le dije a Nick: “Todo el reparto debería ser abiertamente LGBTQ+”. La propia película se estaba convirtiendo, hasta un cierto punto, en una forma de permitir a integrantes de la comunidad queer contar sus propias historias, controlar sus propias historias. Era como si necesitáramos usar esto como una oportunidad para poblar la película con actores y actrices LGBTQ+ y personas trans y no binarias que, simplemente, no han tenido a su alcance estas oportunidades únicamente debido a quiénes son en su vida personal, cosa que no tiene el menor sentido».
Además de ser la primera comedia romántica de un gran estudio sobre dos hombres gais, BROS es ahora la primera película de estudio de la historia con un reparto principal enteramente compuesto por integrantes del colectivo LGBTQ+. Esto se refleja no solo en el elenco sino en la propia pantalla, como punto de discusión entre el personaje de Eichner, Bobby, y su interés romántico, Aaron (Luke Macfarlane), en una cita al comienzo de su relación. «Van a ver una peli al cine que es candidata a los Oscar y que protagonizan dos actores heteros», comenta Nicholas Stoller. «Y el personaje de Billy, Bobby, empieza a despotricar sobre por qué los actores gais no pueden interpretar a personajes heteros, mientras los heteros pueden hacer de gais y conseguir montones de Oscar. Por eso, para que el chiste funcionara, estábamos obligados a hacer toda la película LGBTQ+. Los personajes gais los interpretan actores y actrices LGBTQ+, y los heteros también los interpretan actores y actrices LGBTQ+. Todos los intérpretes de la película son de la comunidad. Y creo que eso es la esencia de la película».
El proceso de casting de todos estos papeles resultó tan sorprendente como inspirador. «Se presentaron a las pruebas montones de actores y actrices maravillosos», nos cuenta Eichner. «Lo más revelador del proceso de casting fue la enorme cantidad de talento LGBTQ+ sin explotar. Podríamos haber elegido a 30 intérpretes más para esta película igualmente brillantes, divertidos y maravillosos. Fue asombroso. No se trataba de mandar ningún mensaje, sino de ayudar a corregir lo que actualmente es un profundo desequilibrio en cuanto a quién disfruta de qué oportunidades».
El primer día que reunimos a todo el reparto, el impacto fue mucho mayor de lo que ninguno de ellos esperaba. «Leímos juntos el guion de la película y fue increíblemente divertido», recuerda Apatow. «Pero lo que más me sorprendió es que fue una sesión de lectura cargada de emociones. Había mucha gente que sentía que nunca había recibido esa clase de papeles, que nunca se sentía representada. Gran parte de la industria les ha cerrado las puertas a estas personas. Se sentía en la estancia que muchísimas de ellas merecían una atención que no habían recibido. Con suerte, habrá montones de caras nuevas que enamorarán al público cuando esta película se estrene».
El productor Josh Church se sintió totalmente cautivado por el elenco. «Es uno de los repartos con más talento con los que he trabajado», dice Church. «Contemplando las escenas en el set, vemos a gente que no conocíamos de antes contar chistes e historias que nunca habíamos escuchado. Para este reparto, especialmente, era importante por la experiencia que habían vivido. Todos aportaban su propia experiencia. Por eso, Billy y Nick escribieron con toda la intención una película con muchos personajes, para poder reunir a todo el mundo y decir: “Compartid vuestra historia”».
Bobby - Billy Eichner (él/lo)
Bobby, interpretado por Billy Eichner, es un hombre seguro de sí mismo y abiertamente gay que vive en Nueva York. Es miembro de la junta del Museo LGBTQIA+, además de tener otros proyectos profesionales. «La carrera profesional de Bobby Lieber aúna diferentes trabajos, todos centrados en torno a los medios de comunicación», cuenta Eichner. «Tiene un podcast, escribe libros y da charlas. Intentó entrar en el programa de televisión Queer Eye y trata de ser una celebridad, cosa que no encaja muy bien con su personalidad. No es superfamoso, pero tiene sus fans. Tiene confianza en sí mismo, es valiente y no se corta un pelo a la hora de decir lo que piensa. Y es así especialmente con todo lo relativo a la realidad LGBTQ+. Es muy combativo respecto a cómo se ha borrado de los libros de historia a esta comunidad, y cómo no se educa a los niños sobre su historia».
En cuanto al tema de las citas, Bobby tiende a ser un poco cínico y riguroso. «Es el tipo de persona que se enorgullece de no necesitar una relación», dice Eichner. «Pero empieza a ver que las vidas personales de todos sus amigos están evolucionando. Ya sea por tener hijos, por casarse o abrir la pareja a una tercera persona, lo que sea. Él se mantiene en sus trece, en plan “Me alegro vosotros, pero yo no quiero ni necesito nada de eso”. Sin embargo, vemos que es muy activo sexualmente en Grindr. Queda con tíos, flirtea con ellos... Muchas veces vemos personajes como él que son asexuados. Este no es el caso porque es un ser humano, se pone cachondo. Es solo que no quiere que lo que le defina sea estar o no en una relación. Por supuesto, termina conociendo a alguien».
Aaron - Luke Macfarlane (él/lo)
Luke Macfarlane interpreta a Aaron, un atractivo abogado que deja a Bobby totalmente embobado. En muchos sentidos, Aaron es lo opuesto a Bobby. Mientras que Bobby no podría ser más abiertamente gay, Aaron es más reservado, y sus opiniones son más templadas. «Aaron ha encontrado la forma de ser gay en este mundo, pero que quizá desconoce el contexto más amplio, histórico, de dónde encajan los gais en nuestra sociedad», explica Macfarlane. «Él me sirve de recordatorio de que todos tenemos camino aún por recorrer. También es un tío que va demasiado al gimnasio, cosa que yo también hago cuando estoy estresado, así que ese aspecto no me es ajeno».
Cuando los cineastas crearon el papel de Aaron, sabían que necesitarían encontrar a alguien que reuniera las características físicas y psicológicas que tenían en mente. «La peli se titula BROS, ¿no?», pregunta Eichner. «Hay cierta fascinación con este comportamiento de tipo duro, de brother, y Aaron es la personificación de eso en la comunidad gay. Necesitaba tener esas características, pero no podía limitarse a ser solo eso. Debía tener buen corazón y ser capaz de mantener alerta Bobby, que puede resultar intimidante. No puede tener como pareja a alguien que tan arrollador que le pase por encima».
Macfarlane se presentó al casting con la escena en la que Bobby y Aaron se conocen en una discoteca. «Recuerdo perfectamente cuando Luke entró y leyó la escena; curiosamente esa fue la primera vez que comprendí totalmente de qué trata la película», confiesa el director Nicholas Stoller. «Luke aportó esa energía masculina, de bro, tan divertida, e instantáneamente hubo una gran química entre él y Billy. Son dos personajes contrarios en muchos aspectos, pero ambos están tratando de conocerse. Y es algo que se percibía todo el tiempo en los ojos de Billy y Luke».
Macfarlane también hizo algo durante su casting que sorprendió a Eichner y le ayudó a conseguir el papel. «De pronto, durante la escena, de la nada, me dio una bofetada juguetona», recuerda Eichner. «No de forma violenta, sino flirteando conmigo. Fue el único actor que lo hizo. Como se dice en el colegio, comprendió bien la tarea que había que hacer. Al segundo de que Luke saliera de la sala, Judd, Nick y yo nos miramos en plan: “Es él”. Luke no es exactamente como Aaron, y yo no soy exactamente como Bobby. Pero ambos comprendemos lo que los personajes están viviendo».
Durante el rodaje, los cineastas buscaron la improvisación, algo que a Macfarlane se le da muy bien. «Me encanta», confiesa el actor. «Se lanzan ideas y se prueban. Mi personaje no es de lanzar chistes, pero nos burlábamos un poco de su comportamiento, y fue divertido inventarse frases nuevas».
Macfarlane estaba encantado con ser parte de un reparto enteramente LGBTQ+. «Creo que todo casting tiene cierta coherencia; en nuestro caso todos tenemos una experiencia vital parecida», dice Macfarlane. «Y creo que eso nos une. Si de joven hubiera podido ver a alguien como yo en pantalla, habría cambiado el curso de mi vida y de mi felicidad. Por eso esta película es importante. Es para la generación que viene, para que vean en estos personajes simplemente y comprendan que todo está bien».
La junta del Museo LGBTQIA+
Cuando Bobby no está echando de menos a Aaron, trabaja en la junta del Museo LGBTQIA+, todavía en construcción. Miss Lawrence, Ts Madison, Dot-Marie Jones, Jim Rash y Eve Lindley encarnan a los deslenguados integrantes de la junta. Según el museo toma forma, a lo largo de la película se dan a conocer muchos datos históricos de la comunidad LGBTQ+, tanto en las instalaciones del museo como durante las discusiones de la junta. Los cineastas trabajaron con ERIC CERVINI, historiador LGBTQ+ y autor best seller de la lista del periódico The New York Times, para asegurarse de que todo era veraz. «Queríamos que todo tuviera un fundamento real», afirma el director Nicholas Stoller.
Wanda: Miss Lawrence (él/lo/ella/la)
Miss Lawrence interpreta a Wanda, una serena y tranquila integrante de la junta. Bobby tiene a ser un pelín histriónico con sus sentimientos, mientras que Wanda es más ponderada. «Wanda es la presidenta de la junta del museo», cuenta Miss Lawrence. «Es muy tranquila pero seria. Creo que Wanda ha aprendido, como persona negra LGBTQ+ de género no binario, a canalizar su paz interior y a ser muy discreta acerca de los resultados que desea obtener y cuándo los quiere, sin tener que hacer ostentación de ello ni armar jaleo».
Angela: Ts Madison (ella/la)
Ts Madison interpreta a Angela, una mujer transgénero seria y segura de sí misma; Jim Rash (ganador del Premio Oscar® por el guion de Los descendientes) encarna a Robert, un bisexual medio chiflado empeñado en corregir con el Museo LGBTQIA+ siglos de olvido de los bisexuales; y Eve Lindley da vida a Tamara, otra integrante de la junta. «Es una historia muy humana con la que todo el mundo podrá identificarse, incluso si creen que no van a poder identificarse con ella en absoluto», afirma Lindley. «Y, al más puro estilo de Nick Stoller y Judd Apatow, hay un montón de personajes y momentos divertidos, con escenas complementarias a la historia principal que te harán reír».
Madison señala que, con demasiada frecuencia, los personajes LGBTQ+ solo han sido el elemento cómico de las películas y que está emocionada por formar parte de una que va contra la norma. «Siempre hemos sido ese elemento que hace reír», dice Madison. «Pero ¿cuándo nos han tomado en serio? ¿Cuándo nos ha apoyado un gran estudio? Así que cuando me enteré de qué iba este proyecto, me dije: “Esta película va a ser muy importante y clave en la cultura LGBTQ+ en su conjunto”. Somos seres humanos. Tenemos experiencias humanas. Sentimos, tenemos emociones. Experimentamos el amor y el desamor, igual que todo el mundo. Y es desgarrador que nos hayan encerrado durante décadas, y que, durante la mayor parte de nuestra historia, durante siglos, no se haya celebrado nuestra diversidad, y que no se nos reconociera en todas nuestras formas, ya que somos muchas cosas. Pero es genial saber que, con esta película, eso se acabó».
Cherry: Dot-Marie Jones (ella/la)
Dot-Marie Jones encarna a Cherry, que a duras penas tolera las excentricidades de la junta. «Cherry es un personaje práctico», dice Jones. «En esta junta todos los personajes tenemos un carácter fuerte, pero cuando ella quiere algo, lo quiere para ayer. Ojalá hubiera tenido algo así cuando era joven. Lo más parecido que tuve fue Enredo, la serie de los años 70. En ella, mi adorado Billy Crystal interpretaba a un personaje gay llamado Jodie. Era increíble y divertidísimo. Y el único personaje gay de aquella época. Hoy somos parte de la normalidad, pero debería haber sido así siempre».
Robert: Jim Rash (él/lo)
Tamara: Eve Lindley (ella/la)
Henry - Guy Branum (él/lo)
Guy Branum interpreta a Henry, el mejor amigo de Bobby, que complementa muy bien el carácter cínico y áspero de este último. Mientras que Bobby se obsesiona con la tortuosa naturaleza de las relaciones románticas, Henry ha optado por un enfoque más desenfadado. «Henry da voz de forma divertida a gente que no cree que las relaciones estables sean lo suyo», cuenta Branum. «Las comedias románticas pueden ser muy heteronormativas: chico conoce chica, luego se casan y tienen hijos. Así que, a la hora de contar una historia romántica queer, hay que respetar y dejar especio a otras perspectivas, incluso si al final —alerta spoiler— Bobby y Aaron, quizá, terminan juntos. Pero tienes a personas que representan puntos de vista poliamorosos, y estoy muy orgulloso de ser una de esas voces que dicen: “Eh, no todo el mundo necesita tener una relación estable”».
Jason - Jai Rodriguez (él/lo)
Jai Rodriguez interpreta a Jason, el hermano de Aaron. «Tuve el excepcional honor de ser parte del primer reparto enteramente gay de la historia de la televisión con Queer Eye, y ahora de la primera película enteramente LGBTQ+ realizada por un gran estudio», cuenta Rodriguez. «Estaba nervioso cuando envié la grabación de mi prueba de casting al equipo de BROS porque, aunque la representación de lo queer ha cambiado mucho, todavía hay prejuicios en Hollywood respecto a que actores queer interpreten papeles heteros. Me emocionó leer en el guion que el personaje de Billy menciona esto. Algunos guiones tocan el tema, pero no lo llevan a la realidad. A lo largo de los últimos 25 años he podido vivir de primera mano la evolución de la representación de la comunidad queer en los medios, así que conseguir este papel me ha aportado validación en muchos sentidos. A decir verdad, no me lo creía hasta que Nicholas Stoller gritó: “¡Acción!”».
Anne - Amanda Bearse (ella/la)
Según la relación de Bobby y Aaron avanza, Bobby tiene la oportunidad de conocer a la familia de Aaron. Amanda Bearse, conocida por su papel de Marcy D’Arcy en la mítica serie de televisión Matrimonio con hijos, interpreta a Anne, la madre de Aaron. Bearse ya había trabajado con Eichner en The Big Gay Sketch Show y estaba encantada de volver a coincidir con él. «Billy y Nick han creado una historia maravillosa», afirma la actriz. «Me encanta cómo Bobby, el personaje de Billy, ondea en esta película la bandera arcoíris y la bandera trans. Y me encanta que lo haga con atrevimiento, rompiendo con lo establecido a la hora de contar cómo es el mundo de las citas para un hombre gay».
Bearse se enorgullece de formar parte de una película que indaga en la historia de la comunidad LGBTQ+. «Me impresionó, me agradó mucho y me hizo sentir orgullosa que un gran estudio cuente esta historia como una comedia romántica tradicional entre dos hombres», dice la intérprete. «Saber del proyecto fue magnífico. Y cuando me enteré de que querían que todos los papeles —gais o heteros— estuvieran interpretados por miembros de la comunidad LGBTQ+, pensé que era algo muy progresista. Nunca se había hecho. Llevo actuando unos 25 años, y he podido ser parte de ello. Es muy, muy importante para mí».
Debra Messing (ella/la) - (haciendo de sí misma)
La actriz Debra Messing, galardonada con un Premio Emmy, hace de sí misma en BROS, algo que fue más complicado de lo que se había imaginado. «Debra Messing es quizá el papel más difícil que he interpretado», dice la actriz. «Diría que este personaje soy yo, pero con las pilas a tope. Y me lo he pasado bomba».
En la película, el personaje de Messing es una posible benefactora del Museo LGBTQIA+. «Cuando me enteré de que todos los papeles están interpretados por personas de la comunidad LGBTQ+, me quedé boquiabierta», reconoce Messing. «Es histórico. Y me resultaba muy emocionante mirar a mi alrededor en el rodaje y estar, como mujer cisgénero, en minoría. Fue un honor estar allí. Hay muchos aliados a los que podrían haber invitado a ser parte de esto, así que estoy muy agradecida de que me eligieran a mí».
La producción
· BROS se rodó durante 34 días en Nueva Jersey (Newark y Keyport) y Massachusetts (Provincetown).
· Las escenas del Museo LGBTQIA+ se rodaron en el Museo de Arte de Newark. «Queríamos que el museo fuera grande y rompedor, como la propia película», explica la diseñadora de producción Lisa Myers. «Diseñar el Pabellón de Leyendas fue muy emocionante, no solo por el diseño en sí, sino también por la investigación que tuve que hacer. Trabajé con tres historiadores LGBTQ+ para asegurarme de que las imágenes del Pabellón representaran a un amplio abanico de personas LGBTQ a lo largo de la historia».
· Una sala de conciertos de Jersey City se transformó en la discoteca gay donde Aaron y Bobby se ven por primera vez.
· En 2020, cuando quedaban cinco semanas para empezar a rodar, los productores estaban buscando localizaciones en Búfalo (Nueva York) y tuvieron que suspender la producción por la pandemia. El rodaje se pospuso un año y medio. Estos retrasos permitieron añadir algunas de las escenas más divertidas de la película y el cambio de una localización, que pasó de Nueva Jersey a la ciudad de Nueva York.
La música
La música siempre ha sido un elemento clave de las comedias románticas, así que los cineastas estaban exultantes cuando confirmaron que el compositor Marc Shaiman, ganador de un Premio Tony y nominado siete veces a los Oscar®, iba a componer la banda sonora de BROS. «Desde niño he sido un gran, gran fan de Marc Shaiman, y literalmente leía los créditos de sus bandas sonoras y los primeros discos de Bette Midler, como el joven gay que era yo entonces», cuenta Eichner. «Me siento muy honrado por poder decir que, cuando anunciamos que íbamos a hacer esta película, Marc contactó con nosotros —con Judd Apatow, con Nick Stoller y conmigo— y nos dijo que quería componer la banda sonora. Estábamos eufóricos. Era y es un sueño. Y ha hecho un trabajo magnífico. Su música es maravillosa».
Para Shaiman, era una oportunidad de contribuir a un momento histórico del cine.
«Esta película es importante porque el público se sumerge en la historia de amor que se desarrolla, y casi deja de pensar en las implicaciones políticas y sociológicas», dice el compositor. «Es una comedia romántica a la antigua usanza, aunque quizá un poco más picante de lo que solían ser». Su objetivo, dice, era que la música permitiera que la historia y la película brillaran. «En el fondo, soy un pianista y un acompañante», reconoce Shaiman. «Y para mí, la película es la cantante. Y yo estoy ahí para dar con las melodías y los acordes adecuados y ponerlos a disposición de la cantante, y así dar apoyo a lo que quiere expresar».
La música de Shaiman ha dado forma a algunas de las películas románticas más emblemáticas de las últimas tres décadas. «Para Nick Stoller y para mí era muy importante que la película tuviera ese romanticismo atemporal que había en las comedias románticas que nos encantaban cuando crecimos, algunas de las cuales tienen la música de Marc, como Cuando Harry encontró a Sally, El presidente y Miss Wade y Algo para recordar», observa Eichner. «Creo que la música de esas películas tiene algo; uno siente que acompaña y es fiel a la historia. A la vez, resulta atemporal, clásica y romántica, que es lo que nosotros queríamos conseguir. Y Marc ha realizado una labor magnífica haciendo justamente eso, que creo que es muy poco común. Es algo que se ve muy poco en el cine de hoy».
Para Eichner, ver cómo la orquesta grababa la música de Shaiman resultó inesperadamente emotivo. «Después de crecer viendo a Marc Shaiman desde la distancia, y adorar su trabajo en las películas que veía de crío, y los Oscar®, y todas las galas de premios, y todo lo que ha hecho en Broadway y en el negocio del espectáculo, ver ahora cuánto tiempo y esfuerzo ha dedicado a BROS se me hace extraordinario», cuenta Eichner. «Me dejó maravillado. Creo que lloré diez veces a lo largo de 48 horas, solo con ver a la orquesta interpretar la banda sonora».
Eichner y Shaiman pudieron trabajar juntos más directamente en la canción que Bobby, el personaje de Billy, canta al final de la película. «La canción del final fue idea de Billy», dice el director Nicholas Stoller. «En un principio terminábamos la película con un discurso, pero queríamos tener un final a lo grande. No queríamos caer en el cliché, y a Billy se le ocurrió lo de la canción country. Se hizo en un abrir y cerrar de ojos. Billy la compuso muy, muy rápido, y tiene una voz preciosa. La grabamos con sonido en directo, y Marc Shaiman y su guitarrista —que toca para Garth Brooks, nada menos— la tocaron en vivo, y salió realmente bien. Creo que es un momento precioso de la película».