Una comedia sensible sobre la fragilidad de la familia y sus secretos. Una película de Melissa Drigeard (Jamais le premier soir) protagonizada por Elsa Zylberstein (Hace mucho que te quiero, Sobre ruedas), Stéphane De Groodt (No molestar, El juego) y Guy Marchand (Dans Paris, Après lui).
UN LÍO INESPERADO es una comedia francesa que gira en torno a la familia, la pareja y la mentira en tono amable y delicado. Su actor protagonista, Stéphane De Groodt, reflexiona acerca de la película: "Nos damos cuenta de que no todas las verdades son buenas para contar, y que la verdad está disfrazada por nuestra propia percepción de la realidad. Prefiero una mentira sincera a una verdad falsa, ¡es casi un punto de vista filosófico! Porque pasamos mucho tiempo mintiendo, mintiéndonos a nosotros mismos, y hace falta mucho valor para decir la verdad".
Entrevista a Melissa Drigeard
P: Para empezar, ¿por qué este título?
R: "Todo nos sonríe", eso es lo que olvidamos. Es un poco como estar sano cuando se está bien. Nos olvidamos de valorar lo extraordinario que es tener una vida en pareja, una familia, unos padres, una vida profesional... aunque el resultado se tambalee, aunque no sea fácil cada día, es un éxito. Y como nos olvidamos de verlo, nos olvidamos de valorarlo, de protegerlo, de apreciarlo. Esto es lo que les ocurre a Jérôme y Audrey: han olvidado su suerte y, por un giro del destino, este se venga.
P: Uno 'vive' esta película con una profunda sensación de autenticidad ¿se inspira en hechos reales?
R: Vincent Juillet, mi coguionista, y yo teníamos muchas ganas de escribir una película sobre la familia por razones personales. Y el punto de partida es un pretexto para contar otras historias. Además, todos nuestros personajes están en una especie de acto fallido, ya que creen que vienen a esta casa por otra razón que la "oficial". Es este "acto fallido" el que les permite conseguir algo más. La película no está basada en hechos reales, afortunadamente, pero espero que lo que viven los personajes le sirva a todo el mundo. Se trata de permanecer juntos, de proteger a las personas que quieres, de mentiras útiles... A fin de cuentas, sigue tratándose del amor.
P: La película evoca, de forma totalmente moderna, el argumento y las figuras del espectáculo.
R: Sí, los personajes llegan todos a un mismo lugar e incluso hay una puerta que se cierra. La película sigue un recorrido: la escena inicial se desarrolla en un ambiente cotidiano, luego hay un giro hacia esta casa donde nos encontramos en el escenario de un auténtico espectáculo - aunque los diálogos tengan la autenticidad de la vida real - y finalmente volvemos a la normalidad y salimos de la casa. Añadiría que hay algo auténticamente trágico y humano, divertido y patético en la trama del espectáculo que me conmueve profundamente.
P: Intenta evitar a sus padres, especialmente a su padre...
R: Quiere protegerlos de manera neurótica, especialmente a su padre, que está muy enfermo. Así que prefiere mentirles como se miente a sí misma. Está constantemente bajo presión y al borde de un ataque de nervios o de las lágrimas. Avanza al límite, como una equilibrista, pero todo se le escapa y se le va de las manos: vive un auténtico drama, pero la situación es rocambolesca.
P: ¿Tiene complejo de inferioridad?
R: Como cualquier ser humano, necesita reconocimiento, y alcanzar el éxito profesional es gratificante: ¡así que explica su negocio para presumir! Pero entonces todo va mal. Todo va mal y es un viaje al infierno... Sigue teniendo un ligero complejo de inferioridad por no haber tenido una buena educación y haber sido madre joven. La amante de su marido le devuelve todo lo que ella no es: una estudiante brillante, joven y muy preparada.
P: ¿Cómo es la relación con su hermana?
R: Al exponer el fracaso de su propia vida, su hermana le hace darse cuenta de lo que tiene: hijos y un marido que la quiere. La obliga a mirar, como en un espejo, a dónde la llevan sus decisiones y lo que puede destruir.
P: ¿Cuál es la relación con los niños?
R: Cuando los niños salen de fiesta con sus amigos y consumen sustancias ilícitas, se nota que hay complicidad y problemas. La relación es diferente con el más pequeño, que es bastante particular, está claro que los padres no son padres "amigos" sino que quieren estar cerca y atentos.
P: Hábleme de su relación con Stéphane De Groodt...
R: Ya nos conocíamos fuera del plató porque pertenecemos al mismo grupo de amigos. Stéphane es amable, generoso y con talento. Los dos estábamos muy implicados, con el deseo de dar lo mejor de nosotros mismos, así que trabajamos juntos en total armonía.
P: ¿Cómo dirige Mélissa Drigeard a sus actores?
R: Había trabajado en mi personaje antes del rodaje y quería rectificar dos o tres pequeñas cosas. Mélissa fue muy atenta y enseguida tuvimos el mismo enfoque. Su postura me permitió liberar mi imaginación. Ella sabe perfectamente lo que quiere y es muy precisa. En el escenario, no impone nada, sino que dirige con calma, dulzura y firmeza. Primero da densidad a las escenas antes de aportar humor y ligereza a las mismas. Los personajes son ridículos a veces, como si se parodiaran a sí mismos. Y me encanta esta mezcla de exceso, humor, emoción, gracia y gravedad: eso es lo que hace que la película sea un éxito. Trabajar con ella fue un verdadero placer porque nos entendimos sin tener que decirlo todo. Fue un bonito encuentro.
Entrevista a Stéphane De Groodt
P: ¿Qué le llevó a participar en esta película?
R: Este papel me interesó en más de un sentido. Mélissa Drigeard me envió el guion. La conocía desde hacía tiempo (la había conocido encima del escenario como actriz y dramaturga de una obra que había coescrito con Vincent Juillet. Me había gustado tanto que estaba pensando en hacer la obra yo mismo en Bélgica). Después de eso, nos vimos de vez en cuando porque tenemos amigos en común. Lo que me atrae de ella es su singularidad y su misterio, y quería descubrirla como capitana de barco porque tiene esa capacidad de unir a la gente a su alrededor para llevarla a algún lugar. Quería ir allí, pero no sabía dónde... Tenía razón porque fue un viaje maravilloso. Por su parte, Elsa, que es una amiga y una actriz increíble, me habló de este proyecto y me dijo que el personaje me correspondía perfectamente, y me encantó la perspectiva de rodar con ella. Por último, Vincent Juillet, el coguionista, es también amigo mío, y me pareció interesante este guion con varios registros: me conquistó inmediatamente la historia, que oscila entre el drama y la comedia, y en la que no sabes realmente si reír o llorar.
P: ¿Y en el plató?
R: Fue una experiencia deliciosa: es interesante y estimulante desarrollar un personaje a partir de la mirada de otros cuando son tan buenos como el reparto propuesto. Elsa es una de las mejores actrices francesas, y no se utiliza lo suficiente en la comedia. Es increíblemente divertida. Al igual que Emilie Caen, que no es suficientemente conocida y, sin embargo, es excelente. También descubrí a Giovanni Cirfiera, y al grupo de adolescentes. Todos son maravillosos en su precisión. Con gran delicadeza y dulzura, Melissa nos llevó a donde quería, porque sabía exactamente lo que quería y aún más lo que no quería. Todo se hizo con serenidad.
P: Jérôme parece sentirse halagado de ser amado por esta hermosa chica, pero no se siente muy cómodo...
R: Jérôme ama a su mujer, pero la vida cotidiana ha desgastado su relación. Con su amante, no está viviendo una gran historia de amor: es más bien una aventura útil que uno siente que no durará. Engañar a su mujer sin amor no es demasiado difícil de asumir, pero la juventud de su amante genera en él un fuerte sentimiento de culpa.
P: La película nos recuerda a las "comedias de segundos matrimonio" al estilo americano...
R: Es una situación que se parece a mi propia historia, así que, por supuesto, es especialmente conmovedora. No soy un actor de "Actors Studio", y siempre traigo algo de mí mismo en mi personaje.
P: Como los demás personajes, se refugia en la mentira.
R: Mentir crea una zona de incomodidad: imaginamos que nos protegemos mintiendo, pero rápidamente se vuelve difícil y cada vez más complejo. Los niños pequeños no engañan, no saben mentir, y luego, cuando crecen, aprenden a disimular, a disfrazar.
De hecho, nos damos cuenta de que no todas las verdades son buenas para contar, yque la verdad está disfrazada por nuestra propia percepción de la realidad. Prefiero una mentira sincera a una verdad falsa, ¡es casi un punto de vista filosófico! Porque pasamos mucho tiempo mintiendo, mintiéndonos a nosotros mismos, yhace falta mucho valor para decir la verdad.
P: ¿El hecho de ser amigo de Elsa Zylberstein contribuyó a la complicidad entre ustedes?
R: Sí y no. Como amigo y como espectador, Elsa tiene un gran talento: en la comedia, me sorprende por su precisión y su humor. Pero durante el rodaje se abandonó completamente a su personaje y ya no la reconocí. Solo entre tomas encontramos nuestra complicidad. Era como un partido de tenis en el que el amigo es el adversario que quiere ganar sin ceder ningún punto. El papel de Elsa fue excelente y la amiga pasó a un segundo plano con su personaje.
P: ¿Y con los otros actores?
R: Era complicado interpretar al amante de una mujer muy joven: tengo 53 años y pasar de la ficción a la realidad o viceversa es realmente complicado. Me alegré de encontrar a Guy Marchand, cuyo rostro expresivo, su particular ternura y su interpretación hacen de él un actor muy conmovedor. Con Anne Benoit, magnífica actriz de teatro, formaban una pareja formidable y era un placer verles rodar. Pero Guy también es un hombre alegre que apareció con su instrumento musical y ¡disfrutamos mucho del Jazz!
P: ¿Cómo dirige Melissa a sus actores?
R: Ha conseguido crear una alquimia entre tres generaciones de actores que forman una familia que se rompe, pero que también se compone. ¡Y una familia que compone con sus descomposiciones! (Risas) Con gran maestría y delicadeza, fue capaz de hacer sugerencias y establecer un marco de limitaciones, y dentro de este marco, este "campo de juego", nos permitió abandonarnos. Estoy sorprendido por su trabajo y muy contento de haber participado en esta película.
La prensa ha dicho…
"Más sensible que divertida, la película ofrece a Guy Marchand un papel de patriarca frágil que interpreta maravillosamente" - LE FIGARO.
"Mucha ternura y verdad en esta comedia descarnada, que no tiene otra pretensión que hacer sonreír y hasta cierto punto, pensar" - LE PARISIEN.