Petra von Kant, modista con éxito, vive con su secretaria Marlene en un lujoso apartamento. Petra le cuenta a una vieja amiga suya, Sidonie von Grasenabb (nombre tomado de la novela "Effi Briest" de Fontane), la historia de su segundo matrimonio: se ha divorciado de Frank porque éste se sentía herido en su orgullo por su carrera e intentaba compensarlo en el ámbito sexual. Sidonie, por el contrario, parece haberse resignado irreflexivamente a la vida con su esposo.

Petra conoce a la joven Karin Thimm y se enamora de ella. Con el fin de apropiársela, le promete posibilitar su carrera como maniquí. Pero Karin, demasiado hábil, se toma ciertas libertades y finalmente vuelve con su marido que regresa desde Australia. Petra, que ha empeñado muchas emociones en esta relación, reacciona con una desesperación que raya con la histeria.

Medio año más tarde, Petra espera ansiosamente durante el día de su cumpleaños una señal de Karin. Pero sólo aparecen su hija Gabi, su madre y Sidonie. Al hablar del amor que siente por Karin provoca una discusión y así empieza a comprender sus emociones: "yo no he amado a Karin, sólo he querido poseerla". Este reconocimiento equivale a la liberación de una obsesión. Petra ofrece entonces a su secretaria Marlene, a la que ha tiranizado y humillado, unas nuevas relaciones, no basadas en el imperio del poder. Marlene, que guarda silencio durante todo el tiempo, hace su maleta y se marcha.