Película dirigida por Sílvia Munt, coescrita junto a Jorge Gil Munarriz y protagonizada por Alicia Falcó (Cuéntame cómo pasó), Itziar Ituño (La casa de papel) y Elena Tarrats (Vida perfecta). Inspirada en hechos reales, narra la historia de un grupo de mujeres de Rentería (Gipuzkoa) que en la década de los 70-80 se dedicaron a luchar por los derechos de la mujer y traspasarlas a Francia para darles un aborto digno. Una historia de sororidad entre mujeres, en la que también intervienen la ganadora del Goya a mejor actriz revelación María Cerezuela (Maixabel), Ainhoa Santamaría (Mientras dure la guerra) o Itziar Aizpuru (Loreak), entre otras.
En palabras de la propia directora, Sílvia Munt: "Después de 44 años, muchas reivindicaciones de esa época se hacen aún necesarias. Vivimos en un mundo donde la mujer y sus libertades han dado un paso incuestionable, pero no hay que olvidar de dónde venimos, lo que costó llegar hasta donde nos encontramos y lo fácil que puede ser desandar lo conseguido".
"LAS BUENAS COMPAÑÍAS" es una producción hispanofrancesa entre Irusoin (La trinchera infinita), Oberon Media (Los Girasoles Silvestres) y En la frontera película AIE, en coproducción con Manny Films y La Fidèle Production. Se rueda durante seis semanas en localidades como San Sebastián, Rentería y Biarritz. Cuenta con la financiación del ICAA, ICEC y el Gobierno Vasco, y la participación de RTVE, EITB y TV3.
Notas de dirección (Sílvia Munt)
¿Por qué siempre hay un verano donde todo se transforma e inevitablemente uno ya no es nunca más el adolescente que era? Ese verano donde la inocencia se resquebraja y la búsqueda de eso que se llama libertad, estalla con toda su contundencia. Ese verano que nunca vas a olvidar, porque consciente o inconscientemente, te hará tomar decisiones que marcarán para siempre tu vida.
El verano de 1977 será para Bea el final de una etapa y el inicio de otra, donde ya nada será como antes.
También en nuestra historia política reciente fue un año que marcó el principio de una etapa esperada y deseada desde hacía décadas. Ese año donde las libertades se cogían, casi sin pedir permiso. Donde la política, las manifestaciones, el feminismo, la sexualidad, explotaba en las calles por primera vez después de mucho tiempo aprisionadas. Una educación reprimida y represora se medía con las irremediables ganas de libertad de toda una sociedad que ya no podía esperar más. También fue el verano donde se condenó a unas mujeres a duras penas de prisión por haber abortado; 'Las 11 de Bilbao' las llamaban...Nuestro guion parte de retomar la historia en ese punto.
Bea tiene dieciséis años el verano del 76. Vive en Errenteria, su padre se encuentra en la cárcel y su madre, está intentando salir de ese pozo en el que se dejaba a la mujer: sin capacidad, muchas veces, ni para ganarse la vida. Bea está asumiendo que la vida, a veces, pesa demasiado, ayudando a su madre con el trabajo para intentar llegar a fin de mes, pero también aprovechando hasta la última gota de una libertad recién adquirida. Eran los setenta y todo explosionaba a la vez.
Es en ese momento también donde Bea conoce a Miren, una chica que está pasando el verano en casa de su abuela y toca el piano de forma increíble. Bea y su madre se ganan la vida limpiando esa casa. Sin casi darse cuenta nuestra protagonista va a sentirse atraída por ella, va a conocer el amor, la amistad sin límites y va a perseguir la libertad para intentar vivir su vida con todas las consecuencias.
Parece mentira, pero, después de 46 años, muchas de las reivindicaciones de esa época se hacen aún necesarias. Hemos caminado mucho, pero es evidente que no podemos decir que todo esté solucionado. Vivimos en un mundo donde la mujer y sus libertades han dado un paso incuestionable pero no hay que olvidar de donde venimos, lo que costó llegar hasta donde nos encontramos y lo fácil que puede ser desandar lo conseguido.
La historia de Bea puede ser la de muchas chicas que en esa época teníamos esa edad y vivimos aquel momento. Hay algo de Bea en muchas de nosotras; esa responsabilidad que se adquiere quizás demasiado pronto, una manera de ser que no encaja fácilmente en lo establecido, unas ganas casi sin saberlo de vivir por encima de todo y también el dolor de comprender la ambigüedad de cada paso que caminas. Eso pasó y sigue pasando y para mí es importante recordar de dónde venimos, todo lo que se rompió y lo que se consiguió. Porque se olvida con demasiada facilidad.
Contexto (por Jorge Gil y Sílvia Munt)
El origen dela historia
LAS BUENAS COMPAÑÍAS está inspirada en hechos reales.
Una historia de sororidad entre mujeres que tubo lugar durante la dictadura y se extendió a lo largo de algo más de una década (1970-1985) en la frontera entre España (País Vaco) y Francia... y de la que, sin embargo, jamás habíamos oído hablar. Al menos hasta el año 2015.
Fue entonces cuando tuvimos la primera noticia acerca de esta historia escondida detrás de un tupido velo, fue gracias al cortometraje documental Las buenas compañías; un trabajo realizado por tres alumnas que daban voz y entidad a un grupo de mujeres totalmente desconocido. Gracias a este trabajo
descubrimos el grupo clandestino de mujeres de Errenteria, las cuales se habían dedicado durante las décadas de los 70 y 80, a luchar por los derechos de la mujer y traspasarlas a Francia para darles un aborto digno.
Inmediatamente nos dimos cuenta que estábamos ante una historia con infinidad de potencial histórico, social y emotivo; una historia de dignidad, solidaridad entre mujeres y de resistencia en tiempos oscuros. Así que quisimos conocer a estas mujeres de primera mano para escuchar sus vivencias en primera persona. También para poder hacerles preguntas acerca de su labor durante aquellos años.
Estas mujeres -que hoy cuentan alrededor de 60 años- nos recibieron con los brazos abiertos desde el primer momento poniendo a nuestra disposición toda la información de la que disponían, así como material gráfico que habían conservado. Consideraron desde aquel primer encuentro que esta película podría ser una advertencia de cara al futuro.
Su lema principal es que "no se puede bajar la guardia en lo que respecta a los derechos de las mujeres; siempre hay que estar dispuestas a organizarse para que nadie pueda decir nunca más acerca de sus derechos y libertades."
Es por eso que el grupo de mujeres de Errenteria -que aún hoy sigue vivo, trabajando en favor de los derechos de la mujer desde su asociación - forma parte activa de la inspiración y documentación de esta película. No podía ser de otra forma: ELLAS SON EL ALMA DE ESTA HISTORIA Y HEMOS QUERIDO HACER HOMENAJE A SU VALENTÍA Y SOLIDARIDAD.
Sílvia Munt (directora y guionista)
Después de una extensa carrera como actriz, don-de ha participado en más de cincuenta películas y a lo largo de la cual ha obtenido, entre otros, el premio Goya por su papel en Alas de mariposa en 2001, da un giro a su trayectoria dedicándose principalmente a la dirección tanto de películas de ficción como documentales y teatro.
A lo largo de esta etapa ha ganado su segundo Goya como directora por Lalia, su primer corto documental, también ganador del premio UNICEF. Le sigue Gala 2004, (Largometraje documental) Mejor Documental en el Festival Opera Prima de Tudela. Pretextos (Largometraje de ficción) Mejor dirección en el Festival de Málaga. Su último proyecto documental La granja del pas, una película que habla de la capacidad de superación y solidaridad, en una sociedad castigada por la crisis, que obtiene el primer premio a la Seminci de Valladolid, y primer premio PRIMED, entre otros. También ha dirigido varias obras de teatro de gran éxito de crítica y público como: El Preu, Les Noies de Mossbank Road, La Resposta, Dogville, Casa de Nines...
Como realizadora de películas para televisión, ha dirigido ocho películas, que también ha escrito. Su última es la adaptación de Vida privada de J.M. de Sagarra, mini serie de dos capítulos, que le valió el Premio Gaudí a la mejor película, y mejor dirección al festival Zoom de Igualada.
Las buenas compañíasDirigida por Silvia Munt