LLAMAN A LA PUERTA, del cineasta M. NIGHT SHYAMALAN, está protagonizada por DAVE BAUTISTA (Dune, la saga Guardianes de la galaxia), el nominado a los Premios Tony y los Emmy JONATHAN GROFF (Hamilton, Mindhunter), BEN ALDRIDGE (Pennyworth, Fleabag), la nominada a los BAFTA NIKKI AMUKA-BIRD (Persuasión, Tiempo), KRISTEN CUI en su estreno como actriz, ABBY QUINN (Mujercitas, Landline) y RUPERT GRINT (Servant, la saga Harry Potter).
Universal Pictures presenta esta película de M. Night Shyamalan, una producción de Blinding Edge Pictures en asociación con FilmNation Features y Wishmore Entertainment. El guion lo firma el propio M. NIGHT SHYAMALAN junto a STEVE DESMOND y MICHAEL SHERMAN, basado en el best seller La cabaña del fin del mundo, de PAUL TREMBLAY. LLAMAN A LA PUERTA está dirigida por M. NIGHT SHYAMALAN y producida también por él, además de por MARC BIENSTOCK (Múltiple, Glass (Cristal)) y ASHWIN RAJAN (Servant, Glass (Cristal)). La producción ejecutiva corre a cargo de STEVEN SCHNEIDER, CHRISTOS V. KONSTANTAKOPOULOS y ASHLEY FOX.
Los directores de fotografía de la película son LOWELL A. MEYER (la serie de Apple TV+ Servant) y JARIN BLASCHKE (El hombre del norte). El diseño de producción es de NAAMAN MARSHALL (Tiempo) y el montaje lo firma NOËMI PREISWERK (la serie de Apple TV+ Servant). La música de la película es obra de HERDIS STEFANDOTTIR (El odio que das) con supervisión musical de SUSAN JACOBS (Tiempo). La diseñadora de vestuario es CAROLINE DUNCAN (Tiempo).
La historia
De todos los extraordinarios logros de la aclamada carrera de M. Night Shyamalan como cineasta visionario, tal vez el más destacable es lo enigmáticas, impredecibles e inesperadas que son sus películas. Lo único de lo que puedes estar seguro cuando te adentras en una nueva película de M. Night Shyamalan es de que no sabes lo que va a pasar. LLAMAN A LA PUERTA puede que sea la apoteosis de la experiencia cinemática de Shyamalan. Es una película que comparte linaje con sus anteriores creaciones, pero que no se parece a ningún otro proyecto que haya hecho antes.
Basado en el best seller La cabaña del fin del mundo, de Paul Tremblay, LLAMAN A LA PUERTA comenzó, en un principio, como un guion de 2019 firmado por Steve Desmond y Michael Sherman que consiguió colarse en la afamada Blacklist anual de la industria cinematográfica, que elige cada año los mejores guiones sin producir.
Originalmente, la productora de Shyamalan, Blinding Edge Pictures, consideró encargarse solo de la producción de la película, pero la idea era tan irresistible que el cineasta acabó sintiéndose inspirado para contar su propia versión de la historia. «Un día, en una reunión, Night dijo: “Bueno, ¿y si reescribo esto y lo dirijo yo?”», nos cuenta el productor Ashwin Rajan, presidente de producción para Blinding Edge. «Sentía una fuerte conexión con el material y con una versión de este que le diera profundidad, aunque con un tono contenido».
La película se centra en una pareja gay, Eric (Jonathan Groff) y Andrew (Ben Aldridge) y y su hija adoptada, Wen (Kristen Cui), que están de vacaciones en una cabaña en el bosque lejos de todo. Todo transcurre sin problemas... hasta que cuatro desconocidos armados rodean la casa: Leonard (Dave Bautista), Sabrina (Nikki Amuka-Bird), Adrianne (Abby Quinn) y Redmond (Rupert Grint.) Tras convertir a la familia en sus rehenes, estas cuatro personas (que tampoco se conocen entre sí) les informan de que se han visto atormentadas y perseguidas por la misma profecía: que el mundo acabará a menos que la familia de esa cabaña elija a un miembro de la familia para acabar con su vida. Que sean una panda o no de lunáticos no resuelve el problema. En ambos casos, la situación es aterradora. «Es un thriller con una inquietante pregunta como núcleo», explica Rajan. «¿Qué harías si tuvieras que elegir entre salvar a tu familia o salvar la humanidad?».
Para Shyamalan, era una cuestión que contenía multitud de ideas conectadas a los temas de su serie de AppleTV+ Servant y su forma de pensar sobre el estado de nuestro mundo actualmente. En sus manos, LLAMAN A LA PUERTA es una película que explora ideas tras la fe y las creencias, la certidumbre y la duda, y el poder y los límites de todo ello. «Es una historia bíblica ambientada en la actualidad», dice Shyamalan. «Servant también es eso. La idea de contar grandes historias bíblicas, pero en tiempos y enclaves modernos, es algo que ahora mismo me atrae bastante. La película refleja mis sensaciones actuales de que todo lo que está pasando en este mundo no tiene la mejor pinta ni ofrece las perspectivas más esperanzadoras, pero, pese a todo, creo que estamos luchando y avanzando en la dirección adecuada. No estamos haciéndolo todo bien, desde luego, pero, en general, la dirección en la que estamos avanzando como humanidad es la adecuada, y merecemos la oportunidad de seguir adelante. Esa es mi opinión. Una historia de amor es prueba suficiente de que la humanidad debería seguir avanzando. LLAMAN A LA PUERTA nos brinda una oportunidad increíble de experimentar esta gigantesca historia bíblica mundial a través de la experiencia de una familia».
La idea de la familia es central en gran parte de la filmografía de Shyamalan. «Una constante en las películas de Night es que suelen girar en torno a la familia y que hay un viaje emocional que los personajes y el público viven con cada una de sus creaciones», asegura el productor Marc Bienstock, que ha hecho cinco películas con Shyamalan. A Shyamalan también le gusta proponerse retos, y esta película le ofrecía uno muy particular: que está casi enteramente ambientada en un solo enclave interior. «Me atraen mucho las historias de confinamiento y contar historias grandiosas a través de una pequeña ventana», dice Shyamalan. «Esa constricción, ese equilibrio, una yuxtaposición entre el tamaño de la historia y el modo en que la estamos contando, es algo que me apasiona».
También rebosa potencial creativo. «Esta es una oportunidad para que Night se centre de verdad en el arte del suspense», explica el productor ejecutivo Steven Schneider. «Hitchcock es uno de sus cineastas favoritos, y LLAMAN A LA PUERTA, en cierto modo, es una oportunidad para que Night explore su faceta más “hitchcockiana” en lo que respecta a composición de planos y el modo en que podemos construir suspense usando todos los elementos a nuestra disposición, desde las interpretaciones hasta la iluminación, pasando por el montaje y la puesta en escena».
Aunque el guion original seguía la trama del libro de Tremblay, la revisión de Shyamalan lleva la historia por otros derroteros arriesgados e inesperados. «Adaptamos un libro para hacer esta película, pero en esencia decidimos ir en otra dirección por completo desde la mitad de la trama, aproximadamente», nos cuenta Shyamalan. «Eso suponía una carga más sobre mis hombros. Pero, en mi mente, la historia necesitaba y quería ir en esa dirección, sí o sí. Y, de hecho, fue la parte realmente emocionante del desafío: ¿puedo hacer una versión terrorífica de La decisión de Sophie y conseguir que el público quiera ir a verla?».
Nada en la historia es blanco o negro, y casi todos los personajes, además de los espectadores, tendrán que replantearse lo que daban por hecho y poner a prueba sus creencias en el transcurso de la película, a medida que la tensión crece. «Me gusta este tipo de narraciones en las que cuentas con la imperfección de todo eso, donde no rellenas todo y dejas que el público baile contigo», dice Shyamalan. «Algo tipo The Twilight Zone, donde lo que fabrica tu imaginación como espectador es necesario para acabar el retrato».
Aunque la película es muy actual y provocadora, no es una visión sombría ni pesimista de la humanidad, a pesar de la aterradora premisa. «Soy capaz de contar historias muy oscuras porque tengo sentimientos muy positivos acerca de la gente y del mundo en general», asegura Shyamalan. «Puedo convertir cualquier cosa negativa de la vida en positiva, basándome en mi profunda creencia en la positividad de las cosas».
Los personajes
Leonard - Dave Bautista
Leonard es el líder del grupo de cuatro misteriosos desconocidos que aparecen en una cabaña alejada de todo para exigirle a una familia que tome una decisión impensable, asegurándoles que así evitarán al apocalipsis. Se trata de un papel interpretado por Dave Bautista, de la saga Guardianes de la galaxia. Bautista es conocido por su pasado en la lucha profesional, pero se enamoró de la actuación en cuanto lo probó. «Quería ser lo mejor posible», nos cuenta Bautista. «Mi punto de partida era que no necesitaba ser una estrella del cine. Lo dejé todo para ser actor. Me iba muy bien como luchador de wrestling. Lo dejé estando en lo más alto porque me encantaba actuar y no podía compaginar las dos cosas. El dinero y la atención no significan nada para mí. Lo importante es que me encanta esta profesión y quiero ganarme el respeto de mis compañeros. Por eso, este papel era una gran oportunidad para mí».
Bautista se emocionó enseguida con la historia de LLAMAN A LA PUERTA y el papel de Leonard. «Al principio pensé: “Madre mía, esto es muy oscuro”», dice Bautista. «Y luego pasé más bien a una fase de: “Esto es la oportunidad de mi vida. Esto es lo que llevo esperando tanto tiempo, porque no suelen ofrecerme papeles así”. Normalmente, la gente me quiere para cosas de acción, y entiendo perfectamente que así sea. Pero yo nunca he querido encasillarme. Quería papeles más profundos porque quería demostrar mi valía como actor».
El papel de Leonard es complejo y con muchas capas, según el director M. Night Shyamalan. No es un fanático. Está descorazonado y se siente totalmente torturado por la idea de imponer a la familia que tomen una decisión tan imposible. «Leonard es como un gigante que intimida mucho físicamente y tiene que hacer cosas horribles, pero es muy dulce en el fondo, como un profesor», señala Shyamalan. «Y Dave es ese personaje. Es como un niño con cuerpo de gigante. Es muy inteligente es increíblemente analítico acerca de la naturaleza humana, casi como un niño. Puede entrar en pánico en cierto modo, como un niño, de una forma conmovedora. Y yo quería representar todo eso en pantalla. Exactamente el punto en el que Dave está en su vida respecto a su profesión, y esa combinación única de experiencias que ha vivido, y su vulnerabilidad; yo quería todo eso para Leonard. Dave acudió a mí y básicamente me convenció de que haría lo que hiciera falta. Y cumplió».
Uno de los mensajes principales tras LLAMAN A LA PUERTA es el sacrificio y en no intentar definir qué imagen debe dar el amor. «El amor adopta todo tipo de formas y surge de los lugares más inesperados», dice Bautista. «Odio los clichés, pero realmente puede salvar el mundo».
Eric - Jonathan Groff
Lo que comienza como unas vacaciones familiares normales pronto se torna en algo siniestro cuando una familia acaba convirtiéndose en rehén de cuatro desconocidos armados. El ganador de un Premio Tony y nominado a los Emmy Jonathan Groff (Hamilton) interpreta a Eric, que, junto con su marido Eric (Ben Aldridge), son padres de una niña de ocho años, Wen (Kristen Cui). «Nunca había interpretado un papel de padre ni marido, así que tener a Ben y Kristen en el set y trabajar en un entorno tan limitado e intenso fue mucho más emotivo y profundo de lo que me pareció cuando leí por primera vez el guion», cuenta Groff. «Como es un único lugar y un grupo de actores que se unen allí para contar una historia, había algo muy teatral en toda la experiencia. Incluso en los ensayos, era como si estuviésemos ensayando una obra de teatro, porque va mucho de pasarse la bola de uno a otro durante escenas largas de 15 páginas».
Andrew y Eric forman un gran equipo aunque representen dos perspectivas diferentes de la humanidad. Andrew es más cínico y ha perdido la fe en la humanidad, mientras que Eric tiene esperanzas en el futuro y ve con más facilidad el lado bueno de la gente. «Así tenemos dos perspectivas opuestas en un entorno muy ensalzado con esa energía tipo culto horrorosa que se les viene encima y gente diciéndole cosas extraordinarias», dice Groff. «Creo que la historia nos plantea sin duda cuestiones interesantes sobre la fe, la confianza, la familia y, claro está, sobre el sacrificio».
Shyamalan siempre tuvo una visión muy clara de lo que quería de sus actores. «Night habla sobre la diferencia entre cazadores y recolectores en el mundo de los directores», dice Groff. «Los cazadores saben exactamente lo que quieren. Salen y van a por ello. Los recolectores tienen cierta idea acerca de lo que quieren, pero esperan a que llegue el día y ven lo que ocurre para decidir qué dirección tomar. Night se define principalmente como cazador. Sabe lo que quiere, y el equipo y el reparto le ayudamos a cumplir su visión. Es una de mis formas favoritas de trabajar, porque puedes perderte en el proceso. Tienes a esa persona a cargo que te respalda, capaz de verlo todo y que puede guiarte a la clase de actuación que ya sabe que quiere».
Andrew y Eric tienen una conmovedora historia de amor, y Shyamalan se dio cuenta de que Groff y Aldridge conectaban desde el primer momento, además. «Nunca se separaban en el set», afirma Shyamalan. «Si les decíamos: “Vale, vosotros dos ya habéis terminado” y me ponía a trabajar con otra persona, los dos se quedaban ahí juntos, sentados y charlando durante horas. En determinado punto, ya les decía: “No podéis tener nada más que contaros. Ya os lo habéis dicho todo, Johnathan y Ben, dejad de hablar de una vez”. Pero es que les encantaba estar juntos. Y eso se nota en pantalla».
Groff también destaca que conectó desde el principio con Aldridge en sus experiencias compartidas como actores gais en la industria. «Ben y yo tenemos ya treinta y muchos años, y era diferente cuando estábamos creciendo, hace 20 años», asegura Groff. «La aceptación de la identidad sexual estaba en un punto totalmente diferente. Hemos avanzado mucho desde entonces, y estamos pellizcándonos ahora mismo, viendo que podemos ser parte de Hollywood como actores gais interpretando personajes gais en una película de M. Night Shyamalan. Esto no hubiera ocurrido hace 15 años. Es una oportunidad muy especial poder ser simplemente nosotros mismos en una película divertida, interesante, aterradora... Ser gais en pantalla y fuera de pantalla. Ahora que estamos en 2022 y las cosas han progresado, podemos disfrutar de esta ola generada por todo el trabajo que la gente ha hecho antes que nosotros para llegar a esto. Valoramos mucho ese progreso del que nos estamos beneficiando».
Andrew - Ben Aldridge
Ben Aldridge (Fleabag) interpreta a Eric, pareja de Andrew y también padre de Wen. Aldridge se sintió atraído por lo centrada que está la historia en la familia, nada más leerla. «Es sobre una familia de padres del mismo sexo», explica Aldridge. «Y son el eje central de la historia. Su sexualidad es parte de la historia, pero no es la historia».
Eric y Andrew respetan el punto de vista del otro respecto a la humanidad, pero según la situación se vuelve más peligrosa, la brecha entre la visión cínica que Andrew tiene del mundo y la más esperanzadora de Eric, se convierte en una fuente de ansiedad y tensión. «Lo que Night hace muy, muy bien, como se ve en películas como Señales o El bosque, es tomar una situación con una familia nuclear y hacer que todo explote en proporciones bíblicas», dice Aldridge. «Esta historia es algo muy intenso en lo que entrar. Tras leerla, me di cuenta rápidamente de lo grandes que son los temas que trata, y lo potente que es el camino que los personajes recorren».
Las películas de Shyamalan animan a los espectadores a desafiar su realidad y sus creencias. «Creo que esta película hace eso de forma más directa que cualquier otro de sus títulos», afirma Aldridge. «Realmente pregunta al público acerca de la fe y las creencias, cuestiona la religión, y creo que lanza todas estas preguntas directas y sin rodeos, que son los misterios de la vida, encapsulados en esta situación familiar doméstica nada convencional».
Aldridge, gay reconocido, cree que la industria ha progresado notablemente en la cuestión de la representación. «Yo crecí en una época en la que no tuve acceso alguno a lo que suponía ser gay o queer», explica el actor. «En el Reino Unido había unos cuantos presentadores de televisión muy extrovertidos y ostentosos, y recuerdo pensar: “Eso es ser gay”. Pero no sabía qué significaba a nivel humano, o qué era lo que yo mismo estaba experimentando. Así que creo que la representación en general es enormemente importante. Es importante poder vernos reflejados en las obras artísticas que elegimos ver. Es así como aprendemos sobre nosotros mismos, y también cómo descubrimos por todo el mundo a personas diferentes a nosotros. Creo que la representación tiene el poder de cambiar y crear un impacto en el mundo de forma muy positiva».
Sabrina - Nikki Amuka-Bird
Sabrina forma parte de los cuatro desconocidos que secuestran a la familia creyendo que van a evitar el apocalipsis. Trabaja de enfermera, pero últimamente ha experimentado sucesos inexplicables, lo que le lleva a unir fuerzas con esos desconocidos con los que comparte objetivo. Como Leonard, se siente atormentada por lo que creen que deben hacer para evitar el fin del mundo.
Sabrina está interpretada por Nikki Amuka-Bird, a quien hemos podido ver recientemente en Tiempo, también de Shyamalan. «Sabrina es una mujer empática», explica Amuka-Bird. «Es una persona cercana a su familia. No necesariamente cree en Dios o tiene fe. Pero un día empezó a tener unas visiones que han cambiado el curso de su vida, y se siente empujada a estar ahí, donde empieza la historia, para casi sacrificarse para salvar a la humanidad. Creo que está tan asustada como los demás, pero que supera sus miedos porque cree en salvar vidas».
A veces pasa desapercibida la fuerza de los profesionales de la enfermería, pero la situación a la que se ve empujada Sabrina es más intensa que cualquier cosa que haya experimentado en su profesión. «En mi experiencia con enfermeras y enfermeros, he visto que son las personas más generosas que existen, pero también que deben ser fuertes», afirma Amuka-Bird. «Deben serlo cuando otras personas están sufriendo y se dejan llevar por las emociones. Por eso este papel era un reto, porque se trata de una situación extrema y fuera de lo normal. Y creo que incluso Sabrina, que es una mujer fuerte, está metida en una situación que la sobrepasa, por lo que tiene que superar sus propios miedos para ayudar a los demás a superarlos también. Night y yo trabajamos juntos en esta idea. Él no dejaba de susurrarme que ella era más fuerte que lo que estaba viviendo, y que podía ser la voz de la razón, alguien que habla con lógica en un momento en el que los demás se sienten traumatizados».
Los otros tres desconocidos que acompañan a Sabrina han tenido experiencias similares a la suya. «Están viviendo fenómenos sobrenaturales que no pueden explicar», cuenta Amuka-Bird. «Hay una fuerza mayor que ellos que los conduce. Creo que ese era mi reto como actriz, y el de todos como reparto: ¿cómo contamos la historia escena a escena? ¿Cómo explicamos todo de forma que nos comprendan y que no parezca que nos hemos vuelto locos y que tratamos de superar la frustración? Como vemos en la película, hay consecuencias cuando no conseguimos transmitir el mensaje. Estos personajes están bajo una presión enorme y el tiempo se acaba. Para mí, esta película es como una tragedia griega. Esa idea de coger a personas normales y ponerlas en situaciones absolutamente fuera de lo normal. Entonces elevas hasta lo más alto el nivel de tragedia y de lo que está en juego, y los espectadores ven a esas personas vivir algo que ellos no van a experimentar jamás. Pero hace que se pregunten: “Y yo, ¿qué haría?”».
Un tema que atraviesa todo el film es la idea de la espiritualidad como vía para hacer preguntas. «Esto fue lo que más me impacto porque hay preguntas que me importan de verdad: sobre cómo tu propia espiritualidad, si es que tienes una, afecta al curso de tu vida», cuenta Amuka-Bird. «Y me sorprendió mucho ver que una película como esta, dirigida al gran público, de género, afronta estas grandes preguntas. Noto que en ciertos aspectos es una historia con moraleja. Aunque, en esencia, es algo que sientes dentro de ti. Es como esas viejas historias de cuando éramos pequeños: una vez que alguien empieza a contarlas, solo quieres saber qué pasa al final».
Redmond - Rupert Grint
Redmond, interpretado por Rupert Grint, es uno de los asaltantes de la cabaña. El guion de LLAMAN A LA PUERTA combina dos de las peores pesadillas del actor: el allanamiento de morada y el apocalipsis. «Las películas sobre el apocalipsis resultan muy seductoras», afirma Grint. «Hay fascinación con el apocalipsis, y a la gente le encanta ser testigo de cómo sería». Aunque raramente se ha explorado en un marco tan limitado, íntimo y remoto. «Verlo desde esta perspectiva, esta cabaña, hace que sea el escenario perfecto para algo así», dice el actor. «Es un lugar tan aislado que realmente podría pasar cualquier cosa, y estás lejos de cualquier ayuda. Lo cual hace que todo sea más perturbador».
Grint también se quedó fascinado con la historia porque trata muchos de los miedos que nos rodean actualmente. «Estamos saliendo de una pandemia global», dice el intérprete. «Hay una crisis medioambiental y el mundo nunca se ha sentido tan frágil. Así que ese miedo latente al fin del mundo es algo que ahora mismo mucha gente tiene metido en la cabeza».
Redmond, igual que el resto de los desconocidos que asaltan la cabaña, no cuenta con mucho tiempo. «Él, sin embargo, puede oír el tic tac del reloj más alto que los demás, de ahí que sienta un miedo realmente desmedido», afirma Grint. «Además, es un personaje que está pasando por un proceso de cambio. Tiene un pasado oscuro, aunque creo que, justo cuando le conocemos, está un poco mejor. Pero, de repente, le llega esta pesada carga y debe tomar una gran decisión. Es muy agresivo y todavía tiene mucha ira que debe gestionar. Y eso se expresa de formas muy diferentes. Es la peor persona para estar en una situación así. No tiene la cabeza fría, y no sabe comunicarse demasiado bien».
Grint protagoniza la serie Servant, también de Shyamalan, así que sabe cómo trabaja el cineasta, pero LLAMAN A LA PUERTA se rodó de forma completamente diferente. «Hay una secuencia de unas 10 páginas de largo, y Night la rodó de forma que algunas tomas eran de 5 minutos de duración», explica el actor. «Me sentía como en una obra de teatro porque estás ahí metido durante mucho tiempo. Estás completamente inmerso en ese mundo, y también das con el ritmo con el resto de actores. Entras en una sincronización extraña, es algo muy rítmico y colaborativo».
Shyamalan está impaciente por que el público vea la profundidad y los matices de la interpretación de Grint. «Rupert es un caso muy poco común de actor que se ha reinventado de adulto», afirma el cineasta. «Ha tomado todas sus experiencias como actor infantil —que no lo devoraron— y las ha convertido en técnicas y oportunidades fantásticas para su periplo interpretativo como adulto. Tengo muchas ganas de que todo el mundo vea lo que es capaz de hacer, y de seguir encontrando historias para él».
Adrianne - Abby Quinn
Completa el cuarteto de asaltantes desconocidos Adrianne, encarnada por Abby Quinn, conocida por su papel en Mujercitas. A Quinn le fascinó cómo la historia plantea preguntas inesperadas a todo el mundo. «Night combina los peores temores de la gente y hace que cada personaje de la película se cuestione sus principios morales, a quiénes y qué consideran importante, y qué están dispuestos a sacrificar», dice la actriz. «Creo que la película también hace que te plantees hasta dónde puede llegar la gente, ya sea en una buena o mala dirección, para sentir que tienen un propósito y que están haciendo el bien».
Una de las prioridades de Shyamalan fue centrarse en las relaciones personales entre los personajes. «Una de las cosas que me gustan de la adaptación que ha hecho Night es que la historia es más tridimensional», afirma Quinn. «Ha añadido un propósito. La película es la invitación perfecta para detenerte y examinar tu vida y tus relaciones».
Wen - Kristen Cui
Wen, la hija de ocho años de Andrew y Eric, está interpretada por Kristen Cui, que debuta en el cine con LLAMAN A LA PUERTA. Para ella ha resultado ser una experiencia divertida y llena de aprendizajes, especialmente en su trabajo con sus padres en la pantalla, Jonathan Groff y Ben Aldridge. «Lo que más me gusta de Ben es que compartió conmigo un montón de herramientas interpretativas», dice Cui. «Yo estaba en plan “¿Debería hacer esto o aquello? ¿Sería muy raro si lo intentara de esta otra forma?”. Y él me decía: “Creo que deberías hacer esto”, y siempre compartía conmigo una razón que lo explicaba. Es un gran profesor. Lo que más me gusta de Jonathan es que es muy bromista y tontorrón. Pero en cuanto el equipo decía “¡Rodando!”, se convertía inmediatamente en el personaje».
Tanto Groff como Aldridge se quedaron impresionados con Cui, especialmente por su forma de absorber las directrices y la orientación de Shyamalan y ellos mismos. «Night era más franco y honesto con Kristen que con nosotros», dice Aldridge. «Todos tenemos egos y creo que colapsaríamos con ese tipo de honestidad tan directa. Pero Kristen está libre de eso. No tiene las inseguridades o el ego que nosotros quizá sí hemos incorporado al trabajo, así que Night pudo moldear junto a ella su interpretación».
Las localizaciones y el diseño de producción
· El diseñador de producción Naaman Marshall y su equipo construyeron una cabaña de tamaño real en una finca donde se cultivan arándanos en el bosque Pine Barrens, en la localidad de Tabernacle (estado de Nueva Jersey).
· El equipo del diseño de producción tuvo que crear al completo los planos arquitectónicos de la cabaña, y que los firmaran un arquitecto y un ingeniero, igual que si la cabaña se hubiera construido para ser habitada de forma permanente. Además, debido al riguroso proceso de consentimiento municipal, contaron con muy poco tiempo para construir, y fueron capaces de levantar la cabaña al completo en tres semanas.
· El color juega un papel crucial en el trasfondo de la película. Desde el principio, M. Night Shyamalan respondió al contraste entre el bien y el mal usando azules y rojos para representar las fuerzas opuestas, ambas dispuestas sobre el telón de fondo natural que es el bosque.
· En la localización, Marshall y su equipo crearon un fondo personalizado de 360 grados de la zona que rodeaba la cabaña, y lo instalaron en un estudio. Así, las tomas grabadas en estudio casarían a la perfección con las grabadas en exteriores. Este fondo personalizado terminó midiendo 9 metros de alto y 106 metros de largo.
· Para los flashbacks, el equipo creó cuatro sets completamente diferentes en un hospital abandonado a las afueras de Filadelfia. Dos de los sets fueron para escenas que transcurren en China, donde Eric y Andrew conocen a la que será su hija adoptiva, Wen. Fue un divertido reto para Marshall y su equipo convertir un único especio en diferentes sets, cada uno con su aspecto y sus sensaciones.
La fotografía
· LLAMAN A LA PUERTA cuenta con dos directores de fotografía: Jarin Blaschke (El hombre del norte) y Lowell A. Meyer (Servant).
· La película tiene lugar en el interior de una cabaña y a lo largo de 24 horas. La cabaña que se construyó en la localización del bosque se usó para los planos exteriores, y se levantó otra cabaña en estudio para los interiores. Para imitar y recrear la luz natural en el estudio, se realizó un análisis de la luz en la cabaña construida en exteriores, lo que conllevó grabar cada ángulo desde las ventanas y las puertas durante un día entero. Estas tomas luego se usaron para el trabajo de croma en la cabaña del estudio, cuando salían en los planos las ventanas.
· Ya desde el comienzo del proceso, había que tener en cuenta el momento del día de cada escena para que pudiera elegirse la luz adecuada, que encajara con el estado de ánimo de la escena, y reflejara el paso del día hacia la noche, y luego hacia una tormentosa mañana. El guion se dividió en seis fases de iluminación diferentes: fase 1, tarde; fase 2, última hora de la tarde; fase 3, puesta de sol; fase 4, crepúsculo; fase 5, mañana; y fase 6, nublado. Cada fase exigía su propia colocación de luces y espejos reflectores para imitar el movimiento del sol, así como filtros de colores para plasmar la cambiante temperatura de color en el ambiente.
· Para contribuir a darle a la película ese aspecto de thriller clásico, durante casi todo el rodaje de LLAMAN A LA PUERTA se usaron las lentes Primo Anamorphic de Panavision, lanzadas al mercado en 1989 y muy populares durante la siguiente década. Solo se usaron lentes diferentes en los flashbacks, en ese caso las USG (Ultra Speed Gold) Panatar Anamorphic de Panavision, puestas a la venta en 1980, para ayudar a distinguir el pasado del presente.
· Se usó muy poco la Steadicam porque Shyamalan prefiere mantener encuadres muy precisos. La mayoría de los planos se rodaron con trípode, dolly o con grúa, instrumentos más estructurados y fijos. Con todo, una de las pocas ocasiones en las que se usó Steadicam es un plano de seguimiento de un minuto de duración de la actriz de ocho años Kristen Cui, que tiene lugar en el bosque durante el crepúsculo.
· Para el emotivo clímax de la película, los cineastas quisieron que la cámara representara el punto de vista del personaje, para así tener una conexión directa con el público. Para ello, colocaron un aparato llamado EyeDirect en la lente de la cámara que permitía a los actores mirarse mutuamente y, a la vez, mirar directamente al objetivo. Este artilugio permite que la mirada del actor se dirija, mediante espejos, a un actor fuera de plano, mientras que permanece fija en la lente de la cámara.
· LLAMAN A LA PUERTA se rodó con película Kodak de 35 milímetros, usando sobre todo el material 5207 250D. Ocasionalmente se usó 5203 50D para exteriores de día con luz solar directa, y 5219 500T para la escena final en el interior de la cabaña.
El atrezo
· ROBBIE DUNCAN y su equipo perfeccionaron el aspecto casero de las armas que usan los cuatro asaltantes, y para ello visitaron anticuarios por todo el estado de Pensilvania.
· Duncan y su equipo les pusieron nombres a las armas. La de Rupert Grint se llamaba Cow Killer. La de Dave Bautista era Sleeper.