Macey y Savanna andan justas de recursos, pero sobradas de voluntad. A estas dos hermanas, que a duras penas consiguen sacar adelante su destartalada cafetería, se les ocurre una idea para salir de pobres: ganarse a su pudiente tía Hilda, que padece una enfermedad terminal, y pegar el pelotazo. Sería el plan perfecto si Macey y Savanna no fueras las únicas de la familia con ganas de convertirse en herederas de esta matriarca controladora y cascarrabias.


Sinopsis larga
La verdad es que las cosas le van de mal en peor a Macey (Toni Collette) por mucho que se esfuerce. Y no tiene pinta de que vayan a mejorar a corto plazo.

El banco le ha denegado el préstamo que necesitaba para salvar el negocio familiar y ahora la cafetería Joe's Triangle Café, que montó su padre, va a ser demolida. Su hermana Savanna (Anna Faris) tampoco ha conseguido sacarse un último as de la manga. Cierto es que ese último as consistía en tirarle una taza de café a la cara al director de la sucursal y pegarle una patada en la entrepierna. Podría decirse que Savanna no ha hecho más que empeorar la situación. De hecho, no podría haber elegido peor banco ni peores testículos para intentar arreglar el desaguisado.

Estas dos mujeres de mediana edad que malviven en un barrio marginal de las afueras de Nueva Orleans se van quedando sin opciones, hasta que la suerte se pone de su parte cuando descubren que su malhumorada (y adinerada) tía Hilda va a estirar la pata.

De primeras, a Macey no acaba de convencerle el plan de Savanna para hacerse con el dinero de la anciana. "La tía Hilda no nos va a poner como herederas", contesta. "Ni siquiera le caemos bien". Pero Savanna logra convencerla con su entusiasmo y un pragmatismo poco frecuente en ella. "¿Y a quién le va a dejar el dinero si no? No tiene hijos, no se habla con sus hermanas, los primos viven en otro estado... Ni siquiera le gustan los animales".

Armadas con un ramo de flores, las hermanas se presentan en la entrada de la imponente mansión de la tía Hilda. Solo para descubrir que no son las únicas visitantes.

Beatrice (Rosemarie DeWitt), la prima perfecta, llegó ayer de Nueva York con su marido James (Ron Livingston) y ya se han instalado en la casa (con un ramo de flores considerablemente más grande que el suyo). Y Beatrice está convencida de que el dinero pronto será suyo...

Siempre que el primo Richard (David Duchovny), un ligón con pocas luces que lleva obsesionado con Macey desde la adolescencia (¿alguien ha dicho incesto?), no se haya ganado ya a Hilda. Richard es un poco lerdo, pero al contrario que Beatrice, Macey y Savanna, ha seguido en contacto con "su tía favorita" durante todos estos años. Y eso ahora se nota.

Hilda está encantada con toda la atención, y los primos van cada vez más lejos para quedar bien y dejar mal a los demás. Todo para demostrar cuánto quieren a su tía moribunda y llevarse el primer premio en su testamento.

La pregunta será entonces: ¿dónde está el límite?.