Tras un atentado, Santi es tomado como rehén por Hamza, el único terrorista superviviente. Un giro inesperado intercambia los papeles y Santi se convierte en una bomba humana caminando por la Gran Via de Madrid llevando un chaleco cargado con explosivos. Los servicios de inteligencia, emergencia e incluso los medios de comunicación, unirán fuerzas para salvarle la vida en un impresionante despliegue con consecuencias inesperadas.


Los personajes

LUIS TOSAR-SANTI
Santiago Gómez Lasarte tiene alrededor de 50 años y es taxista en Madrid, donde ha vivido toda la vida. Hasta hace poco, Santi era un hombre de familia. Casado con Laura desde los veinte y pocos, su vida entera ha girado siempre entorno a su mujer y a sus dos hijos, Mónica y Raúl. Eran una piña muy bien avenida.

Antes de la muerte de Mónica a causa de un cáncer hace un año y medio, la vida para Santi había sido prácticamente una balsa de aceite en la que reinaba la tranquilidad, el afecto y el bienestar general que alcanza quien es feliz con lo que tiene. Pero en el momento en que empieza la historia, todo eso se ha truncado de forma traumática. La muerte de su hija mayor ha sumido a Santi en un estado depresivo del que parece que nadie le puede sacar. Es un muerto en vida. Y sin embargo, lo que para la mayoría de nosotros sería motivo de trauma de por vida, para Santi acaba siendo su salvavidas. Cuando se encuentra ante la posibilidad real e inminente de su propia muerte, al fin, Santi regresa a la vida.

INMA CUESTA-PILAR
Pilar Montero no responde al estereotipo habitual de mujer ostentando un cargo de gran responsabilidad en ficción, en el que se muestra a mujeres especialmente frías y altivas, y más masculinas en su comportamiento (a veces incluso en su aspecto) que sus propios compañeros varones. Pilar es militar e hija de militar. Pilar acaba de empezar una nueva etapa en su vida con su nuevo puesto de trabajo como Comandante de la Unidad Central Antiterrorista de la Guardia Civil. El atentado y la situación con Santi vuelven a ponerla a prueba, y al contrario de lo que pueda parecer, no es a prueba con su nuevo entorno profesional, sino a prueba consigo misma.

NOURDIN BATAN-HAMZA
Hamza Chait tiene 19 años y se ha criado en España, donde sus padres emigraron desde Marruecos. La muerte de su padre cuando Hamza tenía tan sólo 8 años seguramente marca el inicio de su confusión, inseguridad y desarraigo que crece con él y alcanza su grado máximo poco antes del inicio de la historia.

Su vida en España no ha sido fácil siendo musulmán, pobre y viviendo con su madre viuda y su hermana. Como muchos jóvenes que se afilian al yihadismo islámico terrorista, Hamza siente una rabia y vulnerabilidad que combinadas son el cóctel perfecto. Ingresa en las filas del Isis en Marruecos sin que nadie en su familia lo sepa, dispuesto a dejar esta vida sintiendo que hace algo importante, algo que todo el mundo recuerde. Pero como su madre repite varias veces, Hamza no es un asesino. Es la misma vulnerabilidad que le hace reaccionar en el último momento, justo antes de atentar. Una simple imagen, una palabra (su nombre) bastan para que vuelva a ser el niño que lo único que desea es refugiarse bajo las faldas de su madre.

ROBERTO ENRÍQUEZ-GERARDO
Gerardo es un hombre curtido por la dureza y la comple jidad del mundo de los servicios secretos que, a diferencia de Pilar, no siente que deba demostrarse nada a sí mismo y a sus superiores, ya que tiene hambre por llegar a lo más alto profesionalmente. A su favor tiene la frialdad y la contundencia necesaria en momentos clave. En su contra que ya no recuerda bien por qué decidió dedicarse a lo que se dedica.