La asignación de última hora del detective James Knight al turno del Día de la Independencia se convierte en una carrera para evitar que una ambulancia ponga en peligro las festividades de la ciudad. El justiciero equivocado, que juega a ser policía con un arma y un uniforme robados, tiene la bóveda de un banco llena de razones para montar su propio espectáculo de fuegos artificiales... uno que golpeará peligrosamente cerca de la casa de Knight.