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La puerta mágica cartel reducidoLa puerta mágica(The portable door)
Dirigida por Jeffrey Walker
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CREACIONES FANTÁSTICAS
El arma secreta de esta aventura fantástica son los goblins que hacen y deshacen en la oficina de J.W. Wells y Compañía.

Inspirándose en la historia de The Jim Henson Company y la imaginación del equipo de creativos encargados de llevar la visión del director Jeffrey Walker a la pantalla, "los goblins han demostrado tener personalidad propia", comenta.

"Todo el trabajo creativo se realizaba en paralelo a la labor de preproducción que iba viento en popa a toda vela. Los resultados no son cuestión de buena suerte, sino del enorme esfuerzo y las acertadas decisiones creativas que se han tomado a velocidades de vértigo. El ritmo de trabajo ha sido extraordinario y muy inspirador", explica Jeffrey.

Steve Boyle habla de las fuentes de inspiración para diseñar a los goblins:

"Cuando leí el guion, lo primero que me vino a la cabeza fue una mezcla entre una rana verde y esos gatos sin pelo. La combinación puede parecer un tanto extraña, pero instintivamente sabía que iba por buen camino.

No hemos trabajado con una época histórica particular en mente, sino con un cóctel de periodos y creo que por eso ha funcionado tan bien. Algunos goblins tienen una estética trasnochada, otros son eclécticos, sucios, modernos. Jennifer y yo nos lo hemos pasado en grande creando todos esos pelos tan diferentes, desde las matas de pelo de algunos hasta los bigotes o crestas de otros".

Transformar a Sam en goblin fue una ardua tarea y una experiencia muy divertida para Steve.

"Hicimos un montón de pruebas con Sam y una vez dimos con el personaje, creamos los moldes de silicona. Sam llegaba al rodaje a las 4 de la mañana y empezaba a meterse en el papel. Además de los elementos prostéticos, lleva peluca. Lo único que no utilizamos con él son lentes de contacto porque nos pareció que tener ojos humanos le diferenciaba del resto de los goblins, que llevan unas lentillas muy estrafalarias".

Jennifer Lamphee añade, "transformar a Sam en un goblin fue muy divertido porque el propio Sam tenía muchas ideas. En un principio queríamos que se le viera la cara, pero Sam no quería afeitarse la barba y creo que ha sido un acierto. Esa característica hace que sea diferente del resto de goblins y también hace que sea muy reconocible como Sam Neill".

Interpretar a un goblin permitió a la actriz Jessica De Gouw tomar decisiones creativas interesantes.

"El hecho de que Rosie lleve disfraz, de que sea una goblin vestida de humana, me dio mucha libertad interpretativa porque no tiene que cumplir las normas que rigen las interacciones humanas o la etiqueta o el comportamiento humano. Dejé que el elemento goblin fuera apoderándose de Rosie. Ella está fingiendo ser humana, por lo que da mucho juego. Todo es muy impredecible y divertido, un poco rudo y sin pulir. Me permitió romper las reglas de los comportamientos humanos habituales".

El diseñador de producción Matt Putland explica que el equipo creativo "quería ilustrar el alocado estilo de vida de los goblins que van gestionando las coincidencias desde las profundidades de la ciudad de Londres. Tenía que sentirse como un espacio inmenso... así que hay muchos pasadizos y pasillos interconectados que te llevan a diferentes partes de la ciudad".

"Fue todo un reto crear toda una plantilla de goblins trabajadores que vienen cada día a su lugar de trabajo. Creamos un puesto específico para cada uno de los goblins en los túneles de Londres", añade.

Rachel House, que interpreta a uno de los miembros de la junta directiva de J.W. Wells y Compañía y también es una maga, dice: "Hay mucha magia en la historia, sobre todo en el mundo de los goblins, y el mundo de la magia es muy característico del universo Henson. Ha sido un honor y un gran regalo participar en esta película. Jim [Henson] nos ha dejado un legado enorme".


ABRIR LA PUERTA MÁGICA
Según el director Jeffrey Walker, la principal temática filosófica que sostiene el proyecto "ha sido encontrar lo extraordinario en lo ordinario. Por eso Paul, el protagonista, es un tipo corriente que descubre que puede hacer una cosa extraordinaria".

"Cuando aplicamos esa filosofía al diseño de producción, todo empezó a fluir. Ya fuera al idear el vestuario, los decorados o las localizaciones, nos centrábamos en yuxtaponer lo mundano con elementos fantásticos para moldear los conceptos creativos del filme".

"Cuando hablé con [las productoras] Lisa Henson y Blanca Lista sobre la película, una de las cosas que dije fue que el propio filme debía sentirse como un truco de magia", añade.

"Queríamos que los elementos prostéticos de los goblins y los decorados sorprendieran al público, como si estuvieran accediendo a un proceso a puerta cerrada al descubrir esos elementos mágicos. Y no queríamos recurrir a la pantalla azul para todo. Queríamos crear una experiencia más visceral y física de lo que se consigue al abusar de los efectos visuales".

Dar con el lenguaje visual de La puerta mágica fue "todo un reto". Según explica Matt Putland, "la película está ambientada en el mundo contemporáneo, pero luego tenemos una empresa en la que trabajan goblins y magos. Eso nos abrió la puerta a combinar un montón de estilos, géneros y épocas históricas para intentar llevar un paso más allá la visión y la estética de todo lo que rodea a J.W. Wells y Compañía".

El vestíbulo fue lo que más guerra dio, cuenta Matt: "Trabajamos con un montón de versiones y modelos. Es una localización muy importante porque iba a establecer cómo era la empresa de J.W. Wells y también tenía que servir de espacio en el que Rosie pudiera cobrar vida, por lo que necesitábamos que fuera moderno y también futurista".

El diseño de la oficina donde trabajan Paul y Sophie también era clave: "Tenía que resultar incómodo y causar rechazo desde el primer momento. Queríamos que transmitiera que estos dos becarios están apartados en una esquina, donde no les ve nadie".

Rodar en Australia reforzó el gran vínculo que existe entre los realizadores locales y The Jim Henson Company.

Según la productora Blanca Lista, "Siento una conexión muy fuerte con Australia y nos pareció perfecto. Además, Paul, Leon, Jeff y Todd ya estaban aquí, así que resultaba bastante natural. La experiencia ha sido increíble, ha superado cualquier expectativa que pudiéramos tener sobre volver a Australia".


MUJERES AL PODER
Jessica comenta que en la era post-Me Too ha sido maravilloso trabajar con dos mujeres como Lisa Henson y Blanca Lista. Fueron ellas quienes dieron con la historia y pusieron en marcha la producción del filme. Aunque las mujeres han ganado mucho terreno en el sector, cree que todavía queda mucho camino por recorrer.

"Uno de los principales retos para las mujeres en el sector es que las historias siempre las han contado los hombres... Ellos se han encargado de la producción, la dirección, la creación de las historia... Los guiones han estado en manos de los hombres. Así ha sido durante la historia del cine. Lo hemos visto todo a través de la mirada masculina y creo que es muy importante lo que está empezando a pasar porque se le está dando el poder narrativo y el poder de la mirada a las mujeres".

"La mayor igualdad de género está teniendo un efecto muy positivo en el sector, especialmente en puestos que tradicionalmente habían ocupado los hombres. Ahora hay más mujeres realizadoras, operadoras de cámara, productoras y directoras de fotografía, lo que ofrece oportunidades más interesantes para representar a las mujeres en el cine. Por ejemplo, quise cortarle el pelo a Sophie Wilde para la película y Lisa y Blanca estuvieron de acuerdo. Estoy segura de que en el pasado, si hubiera sido cosa de hombres, no lo hubieran permitido porque les hubiera parecido que no estaba guapa. Ahora tenemos voz y una plataforma para expresarnos y, además, se nos escucha, lo cual es maravilloso", añade Jennifer Lamphee.

Rachel se muestra igual de emocionada a la hora de abrir camino a más mujeres en el cine: "Creo que el mundo ha cambiado y se está abriendo en cuanto a oportunidades para nosotras [las mujeres] como realizadoras. Así que yo diría, "Aprovechemos al máximo este momento y vayamos a por ello". Tenemos que aprovechar ahora que hay demanda".


UN PASO ADELANTE SOSTENIBLE
La puerta mágica es el primer largometraje australiano que implanta el proceso Albert-BAFTA. El productor Todd Fellman está orgulloso de ser un pionero para la industria del cine y comenta qué impulso la decisión de llevar más allá las normas que exige actualmente el sector.

"Nuestra historia te transporta desde el centro de Londres a algunos de los entornos naturales más espectaculares del mundo, por lo que queríamos causar un gran impacto en el público y cero impacto en el planeta.

Todos los departamentos se han esforzado a fondo para adoptar objetivos sostenibles que redujeran nuestra huella de carbono y nos ayudaran a conseguir ser una producción neutra en carbono.

Entre otras cosas, hemos adoptado una economía circular al utilizar materiales reciclados de otras producciones que después se emplearán en otras producciones o se donarán a organizaciones benéficas o locales. También implantamos un sistema muy eficaz de gestión de residuos y compostaje y, por otra parte, redujimos el consumo de carne con los "viernes veganos", que han sido todo un éxito.

Contar con un socio como SKY UK que apoyaba todas nuestras iniciativas ha sido una gran baza para todo el proceso".

La responsable de sostenibilidad Sarah Tosone afirma que el marco y el apoyo que les brindó la organización ambiental Albert fueron fantásticos.

"Durante la preproducción distribuimos un plan ambiental para que todo el mundo estuviera al tanto de que nuestro objetivo era conseguir cero carbono, cero residuos".

"Desde Albert nos mandaban cada semana emails y estudios de casos con consejos y boletines de noticias. Intentamos que todo el mundo participara y el equipo se ha esforzado al máximo".

El director Jeffrey Walker sostiene que La puerta mágica ha abierto una nueva vía a la realización cinematográfica y espera que se aplique a todos los rodajes que se lleven a cabo en Australia.

"La gente ya está muy concienciada del impacto ambiental de una película, por ejemplo, desde hace décadas sabemos que nunca te vas de una localización sin recoger hasta el último trozo de basura. Todo el mundo es muy consciente del impacto ambiental del cine, sin duda.

Ahora lo estamos llevando al siguiente nivel, donde examinamos nuestros sistemas. Lo analizamos todo, desde transporte hasta catering, iluminación, suministros... Todos y cada uno de los aspectos del proceso.

Al ser más conscientes de nuestro impacto y observarnos desde un punto de vista ambiental, hemos localizado una serie de áreas en las que podemos mejorar. Ahora podemos aplicar prácticas a todo el proceso para, en última instancia, tener un impacto menor en general".