En esta comedia disparatada, tierna e hilarante, dos jóvenes se encuentran a sus 33
años y descubren para su asombro que son gemelos.
El hecho de que uno sea un manitas que sobrevive haciendo chapuzas y el otro
un político ambicioso a la búsqueda de un puesto en las instituciones locales de su
población de origen no es lo que más les sorprende cuando descubren su parentesco.
Lo más curioso es que Anthony es negro y Grégoire, blanco.