Narra la evolución de Perugino, un artista que navegó entre dos mundos: la arquitectura de Piero della Francesca, fundamental en su formación, y su inclinación hacia el arte devocional, perfeccionado en el taller de Verrocchio en Florencia.
Narra la evolución de Perugino, un artista que navegó entre dos mundos: la arquitectura de Piero della Francesca, fundamental en su formación, y su inclinación hacia el arte devocional, perfeccionado en el taller de Verrocchio en Florencia.