Dirigida por Ian Bonhôte, Peter Ettedgui
La historia de Christopher Reeve es un sorprendente ascenso de actor desconocido a estrella de cine icónica, y su interpretación definitiva de Clark Kent/Superman marcó el punto de referencia para los universos cinematográficos de superhéroes que dominan el cine. Reeve interpretó al Hombre de Acero en cuatro películas de Superman y desempeñó docenas de otros papeles que mostraron su talento y rango como actor, antes de resultar herido en un accidente casi fatal a caballo en 1995 que lo dejó paralizado del cuello para abajo.
Después de quedar tetrapléjico, se convirtió en un líder carismático y activista en la búsqueda de una cura para las lesiones de la médula espinal, así como en un apasionado defensor de los derechos y la atención de las personas con discapacidad, todo mientras continuaba su carrera en el cine delante y detrás de la cámara, y se dedicaba a su amada familia.