Dahlia Williams (JENNIFER CONNELLY) empieza una nueva vida. Acaba de separarse, tiene un nuevo trabajo y un nuevo apartamento y está decidida a pasar página en su matrimonio y dedicarse en cuerpo y alma a su hija Ceci de cinco años. Pero cuando su estresante separación se convierte en una batalla por la custodia de la niña, su ya frágil estado psicológico empieza a desmoronarse. Su nuevo apartamento -desvencijado, abarrotado y destruido- parece tomar vida propia. Ruidos misteriosos emanan del apartamento vacío del piso de arriba y hay una fuga de agua oscura permanente en el techo del dormitorio. Se deja llevar por la imaginación y es incapaz de distinguir entre fantasía y realidad. No tiene fuerzas para averiguar quién está detrás de unos diabólicos juegos mentales.