Relata la historia de la creación de la Central Intelligence Agency (CIA), vista a través de los ojos de un hombre que creía en Estados Unidos y estaba dispuesto a sacrificar lo que más quería para proteger a su país.
Matt Damon interpreta a Edward Wilson, un auténtico patriota consciente de la importancia del secretismo. Aprendió el valor de la discreción y del honor en su trágica y privilegiada infancia. En 1939, mientras estudia en la universidad de Yale, se le invita a unirse a una sociedad secreta llamada "Skull and Bones", una fraternidad muy cerrada de la que saldrán muchos líderes. Su inteligencia, impecable reputación e inquebrantable fe en los valores americanos le convierten en el perfecto candidato para ser un agente secreto según los criterios de aquellos que calibran a los nuevos miembros.
El joven idealista empieza a trabajar en el Office of Strategic Services (OSS) (Agencia de Servicios Estratégicos), la precursora de la CIA, durante la II Guerra Mundial. Su ingreso cambiará su vida y, en cierta medida, ayudará a conformar la geopolítica de la época actual: Edward Wilson y sus compañeros crearon la agencia de espionaje más poderosa del mundo.
Es uno de los miembros fundadores de la CIA, una organización en la que la duplicidad está a la orden del día y nada debe ser lo que parece. Poco a poco, su idealismo deja paso a un carácter cada vez más suspicaz, reflejo de un mundo que acaba de entrar en la larga paranoia de la Guerra Fría. Sus métodos acaban siendo adoptados como procedimientos estándares y se convierte en uno de los agentes de más peso de la Agencia mientras combate sin tregua al KGB en una especie de partida de ajedrez a escala mundial.
Pero su dedicación no tiene medida. Ni siquiera por su esposa Margaret, a la que todos llaman "Clover" (Angelina Jolie), y su amado hijo (Eddie Redmayne) dejará a un lado un camino que le obligará a sacrificarlo todo por su trabajo.