Año 1940. Un pueblo perdido en la meseta castellana. Es domingo y llega la camioneta del Cine. En el desvencijado edificio que sirve para todo, se improvisa la proyección. La película: "El doctor Frankenstein". Durante noventa minutos por las calles solidarias del pueblo resuenan las viejas palabras del mito romántico.
En el improvisado salón, entre los espectadores dos niñas: se llaman Isabel y Ana. Siguen atentamente la proyección. Son hermanas. La pequeña, Ana, pregunta a la mayor por qué el monstruo mata y por qué al fin muere. Son las primeras preguntas que Isabel resuelve gracias a su imaginación: el monstruo es un espíritu que puede aparecerse siendo su amigo y convocándole a través de ciertas palabras.
Lo que para Isabel es un juego de la imaginación para Ana acaba siendo una realidad vital. Ella quiere al monstruo. Le busca. Le convoca.
El viejo caserón donde viven las niñas con sus padres se va llenando de la presencia de algo impalpable que sólo Ana parece profundamente decidida a descubrir. Fernando y Teresa, los padres, viven sus nostalgias, sus frustraciones, sin aprovechar lo que esconde la mente de su hija pequeña.
Un día, Ana desaparece. La búsqueda será angustiosa. La niña será hallada. Pero nadie, salvo ella, podrá conocer el final de la aventura.
El espíritu de la colmenaDirigida por Víctor Erice