SYDNEY POLLACK, premiado por la Academia de Hollywood, director de los thrillers más irresistibles y provocativos de estas últimas dos décadas (Los tres días del Cóndor, Ausencia de malicia y La tapadera), dirige una nueva película de suspense de temática muy actual; un drama complejo e inquietante con el terrorismo internacional del siglo XXI de telón de fondo. La acción transcurre en los pasillos del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. NICOLE KIDMAN y SEAN PENN, ambos premiados por la Academia, protagonizan LA INTÉRPRETE, la historia de dos personas totalmente opuestas que chocan de pronto en medio de un laberinto habitado por una creciente paranoia, secretos personales y acontecimientos mundiales.
La película LA INTÉRPRETE ha sido rodada íntegramente en Manhattan y es el primer largometraje de la historia del cine en tener acceso al interior del edificio de Naciones Unidas (oficialmente territorio internacional) en Nueva York.
Producida por Tim Bevan y Eric Fellner para Working Title, y Kevin Misher. Guionistas, Charles Randolph (La vida de David Gale), Scott Frank (Minority Report) y Steven Zaillian (La lista de Schindler, Gangs of New York). Coprotagonizada por Catherine Keener, nominada a un Oscar (Cómo ser John Malkovich). Productores ejecutivos, Sydney Pollack, Anthony Minghella (Cold Mountain) y G. Mac Brown. Coproductoras, Liza Chasin y Debra Hayward.
El equipo técnico que ayuda a Sydney Pollack a trasladar a la gran pantalla este mundo de diplomacia y de poder incluye al director de fotografía DARIUS KHONDJI (La habitación del pánico, Seven); al diseñador de producción JON HUTMAN (Cuando menos te lo esperas, El hombre que susurraba a los caballos); la diseñadora de vestuario SARAH EDWARDS (Niñera a la fuerza, Igby Goes Down), y el montador WILLIAM STEINKAMP que ya colaboró con Sydney Pollack en películas como Tootsie y Memorias de África.
En los pasillos de la ONU se habla regularmente de cómo evitar guerras, desastres y crisis mundiales, y cada palabra cuenta. Nadie lo sabe mejor que los intérpretes, profesionales altamente cualificados que trabajan en cabinas insonorizadas desde las que se aseguran de que los cuidados discursos de los líderes mundiales no den lugar a malentendidos mientras se negocian acuerdos de paz que afectarán a la vida de millones de personas. Normalmente, los intérpretes se limitan a escuchar y a traducir. Se les prohíbe mezclarse. Pero, ¿qué pasaría si una intérprete oyese algo terrible que pudiera convertirse en una amenaza mundial, algo tan grave que fuera imposible callárselo? ¿Y si supiera, sin el menor atisbo de duda, que al revelar esa amenaza, pondría en peligro su propia vida?
Este cautivante tema es el punto de partida de la nueva película de Sydney Pollack, LA INTÉRPRETE, un thriller de gran intensidad en el que dos personas se ven envueltas en una conspiración incontrolable de proporciones internacionales, y que hace patente los peligros de ser malinterpretado así como la necesidad de decir la verdad.
No es la primera vez que Sydney Pollack se sumerge en el temible mundo de las operaciones encubiertas de la CIA; ya lo hizo con Los tres días del Cóndor con Robert Redford y Faye Dunaway. También exploró el amor, la venganza y el poder de los medios de comunicación en Ausencia de malicia con Paul Newman y Sally Field. Sacó a la luz el lado oscuro y salvaje de los grandes bufetes de abogados en La tapadera con Tom Cruise y Gene Hackman. Ahora, con LA INTÉRPRETE, se enfrenta a un thriller político de gran complejidad y realismo emocional en la época actual.
Nos dice el director: "LA INTÉRPRETE me atrajo por varias razones. Me pareció que la ONU y el mundo de la diplomacia eran el terreno perfecto en ese momento. Este escenario es ideal para sacar a la luz los conflictos personales entre Silvia y Tobin, dos personajes con puntos de vista totalmente opuestos que no parecen capaces de superar los obstáculos que les separan. Por un lado tenemos a la mujer sofisticada que cree sinceramente en la diplomacia, en que las palabras llegan más lejos que la fuerza y, por otro, a un policía acostumbrado a tratar con el lado más oscuro y bajo de la naturaleza humana. La improbabilidad de que estas dos personas se unieran en el contexto de una situación internacional explosiva e intentaran resolver un misterio a pesar de tenerlo todo en su contra, me pareció un tema fantástico para una película".
La propuesta de Sydney Pollack intrigó a Kofi Annan. El director nos explica: "Le dejé muy claro que no sería una película promocional para la ONU, sino una película de ficción situada en un mundo ficticio. También le expliqué que la protagonista interpretada por Nicole Kidman es una mujer totalmente entregada a los principios que rigen la ONU, que Silvia Broome había crecido en un mundo muy violento, pero había escogido el camino de la diplomacia. Le dije que era una historia en la que se contrarrestaba los disparos con palabras. Fue una reunión bastante larga". Al final, el secretario general aprobó el rodaje.
El núcleo de la película LA INTÉRPRETE es el misterioso y fuerte personaje de Silvia Broome, una traductora anónima de la ONU que se convierte involuntariamente en el centro de una crisis internacional cuando oye a alguien decir que va a asesinar a un jefe de Estado africano. Para Silvia, Sydney Pollack sólo pensó en una actriz. "Siempre vi a Nicole Kidman en el papel", dice el director. "En parte porque no es estadounidense, también porque despide algo exótico e inteligente. Es fácil creer que Nicole nació en el sur de África y que habla varios idiomas. Es un personaje maravilloso para ella porque Silvia es alguien que cree en el poder de las palabras; para ella son tan poderosas como las balas o cualquier otra arma".
Sydney Pollack ya había colaborado con Nicole Kidman en otras ocasiones, pero nunca en calidad de director. Habían coincidido como actores en la última película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut; también como productor de Cold Mountain, la película de Anthony Minghella, pero tenía muchas ganas de trabajar con ella como director. "Sydney y yo habíamos hablado a menudo de trabajar juntos", nos dice la actriz. "La verdad, siempre era yo pidiéndole que por favor me dirigiera en una película. Cuando me mandaron el guión, estaba entusiasmada. Sobre todo me atraía la idea de rodar un thriller político con Sydney porque ha hecho verdaderas maravillas en este género".
"El problema de a quién escoger para trabajar con Nicole era realmente interesante, sobre todo porque intentaba evitar un romance convencional", nos explica el director. "Al contrario, buscaba a alguien abrasivo, alguien que se mezclara tan mal con ella como el aceite con el agua".
"Había pensado en Sean Penn, pero no estaba convencido", nos explica Sydney Pollack. "Todos sentimos un enorme respeto por Sean como actor, pero el público no está acostumbrado a verle en este tipo de papel. Ha interpretado a personajes muy diferentes, pero nadie le imagina protagonizando un thriller. Sean es muy valiente, se apuntó a pesar del riesgo".
Para Sean Penn, el papel de Tobin Keller sigue la estela de muchas interpretaciones inolvidables como, por ejemplo, el padre que afronta la muerte de su hija en Mystic River de Clint Eastwood, el matemático moribundo en 21 gramos o el hombre de negocios convertido en asesino en El asesinato de Richard Nixon. Silvia Broome es una mujer que cree con pasión en el poder de las palabras, pero Tobin Keller es todo lo contrario, es un hombre de acción. La diplomacia no es lo suyo. Como a todo buen agente, le enseñaron a disparar primero y a preguntar luego. Todo esto fascina a Silvia, sobre todo cuando se dan cuenta de que sienten algo el uno por el otro a pesar de estar en grave peligro.