"El hombre más salvaje, más fantástico y más extraño aún vivo": con estas palabras se describía a sí mismo John Wilmot, Segundo Conde de Rochester.

En toda generación, aparece alguna persona tan escandalosa, tan rebelde, tan deseosa de romper con los tabúes, que realmente se adelanta a su tiempo en idea de lo que el mundo considera un espíritu libre. Durante el siglo XVII, esa persona fue John Wilmot, Segundo Conde de Rochester - un astuto y talentoso granuja, cargado de talento, que durante su corta y salvaje vida vivió prácticamente como una estrella del rock de la Restauración, y se convirtió en un personaje conocido por su gran capacidad para crear conflictos, por su genio y por ser uno de los seguidores más irrefrenables de la libertad.

En THE LIBERTINE de Laurence Dunmore, Johnny Depp (nominado al Oscar®), nos brinda las aventuras más morbosas, irreverentes y más emocionantes de la mano de Wilmot, el hombre que rompió con todos los esquemas en una época en la que las normas de la sociedad moderna quedaban escritas por vez primera. Con un realismo enérgico y crudo, la película da vida al Londres de los 60 - es decir, de 1660.

Ubicada en un entorno en mitad de la época de la Restauración - un momento fundamental de progresismo en donde se producían constantes descubrimientos en el mundo de la ciencia, la religión y las artes, y donde crecía una libertad sensual nueva, que tuvo como resultado el mundo tal y como lo conocemos hoy en día - THE LIBERTINE hace un seguimiento desde el origen hasta la caída del Conde. Al comienzo de la historia, Wilmot consigue atraer la atención de las altas esferas gracias a la osadía de sus escritos, y sorprende a muchos con su personalidad libertina, su talento y, como no, por su estilo de vida lascivo. Confidente del Rey Carlos II (interpretado por John Malkovich, dos veces nominado al Oscar®), el Conde nos deleita con su ridiculización de la realeza inglesa, que consigue gracias a su agudeza subversiva; consigue escandalizar a la sociedad londinense con sus escapadas sexuales y, por el camino, llevándose todo lo que pueda.

Sin embargo, cuando el Conde se enamora de Elizabeth Barry (Samantha Morton, dos veces nominada al Oscar®), su relación y una traición posterior, será el comienzo de la caída en picado del Conde desde las alturas hasta lo mas profundo de las ruinas, cuando intenta buscar su redención final.

THE LIBERTINE marca la opera prima del director Laurence Dunmore, conocido en Gran Bretaña por sus producciones en publicidad y vídeos musicales. El guión ha sido escrito por Stephen Jeffreys y está basado en su aclamada obra de teatro que lleva el mismo nombre. El reparto lo forman asimismo Rosamund Pike, Kelly Reilly, Tom Hollander, Johnny Vegas, Jack Davenport y Francesca Annis, y los productores ejecutivos son Chase Bailey, Steve Christian, Marc Samuelson, Meter Samuelson, Ralph Kamp y Louise Goddsill. THE LIBERTINE está producida por John Malkovich, Lianne Halfon y Russell Smith para su productora Mr. Mudd.

Para interpretar al rebelde de la Restauración, que se hace querer por el público a pesar de sus formas decadentes y desenfrenadas, los cineastas siempre tuvieron a un hombre en mente: Johnny Depp. El carismático actor, conocido por darle un sesgo crispado a algunas de sus interpretaciones en algunos de los papeles más memorables del cine contemporáneo, desde el demagógico Capitán Jack en Piratas del Caribe hasta el creador de Peter Pan tan querido por los niños en Finding Neverland, o el simbólico Willy Wonkain en Charlie y la fabrica de chocolate, no rechazó la oportunidad y asegura que "desde el punto de vista de un actor, lees el primer monólogo y comienza la aventura. Sabes perfectamente cuándo estás leyendo un diálogo precioso y puedes llegar a ver esas escenas increíbles y fascinantes una tras otra, y estas seguro de que no verás nada igual".

Laurence Dunmore relata: "Recuerdo el día en que me llamó Johnny para decirme que se embarcaba en el proyecto. Es un milagro que no apareciesen los coches de la policía y los helicópteros cuando este tipo inglés me llamó gritando ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!. No es necesario mencionar que nada más colgar, descorché una botella de vino para celebrarlo".

Mientras que Dunmore lo estaba celebrando, Depp se introducía en su papel: "Mi acercamiento consistía en conocer al tipo, y saber todo lo posible sobre él, para entender por qué y cómo llegó hasta ahí… ¿Como llegó a necesitar tanto exceso y a automedicarse? Porque no creo que le resultara divertido". Y cuanto más investigaba, más se interesaba por el personaje, "Tuve la oportunidad de ir a la Biblioteca Británica y leer algunas de sus cartas, de su propio puño y letra. Lo que me sorprendió y me fascinó y a la vez me chocó fueron las cartas dirigidas a su esposa y a su madre, las cuales eran la mayor parte muy pero que muy suaves. Muy delicadas, muy suaves y muy dulces. Algunas acababan con frases como "Y que Dios te bendiga y te proteja". Frases de ese tipo y escritas por un gran ateo…eso me confundía y me intrigaba"-

Con Depp interpretando a Rochester, John Malkovich eligió interpretar al Rey Carlos II, el soberano jovial y progresista que se convirtió en otro de los personajes más queridos y más citados de esa era. Las dos figuras vivieron una de las relaciones más complicadas de ese período. El padre de Rochester (también llamado John Wilmot) fue proclamado Conde de Rochester en 1652 por servir en el ejército de Carlos II, y se le reconoció el merito de haber ayudado a esconder al Rey en un árbol para evitar que fuese asesinado. Murió dos años antes de la restauración de la monarquía en Inglaterra.

Dice Malkovich, "Supongo que Carlos tenía lazos afectivos fraternales hacia Rochester, y los padres a menudo consienten hechos que no debieran. Si alguien tiene un talento extraordinario, casi siempre saldrá exculpado de asesinato si se lo propone". Otra de las complicaciones entre ellos dos podría haber sido su admiración mutua por el alcohol y las mujeres. "Es como decir, `Yo bebo todo el tiempo y practico el sexo constantemente, y a las 8:30 en punto estoy en mi puesto de trabajo.Ž Había tiempo para disfrutar de la vida y seguir cumpliendo con tus obligaciones. Rochester nunca era capaz de hacerlo, sin embargo Carlos sí. Creo que eso era una fuente de fricción no solamente de Carlos hacia Rochester sino también de Rochester hacia Carlos".

Con Depp y Malkovich ya embarcados, los cineastas consiguieron dar con su actriz para Elizabeth Barry, la protegida del Conde que se convierte en una de las más grandes estrellas de Inglaterra: la nominada a un Oscar® Samantha Morton que fue muy aclamada por su papel en In América de Jim Sheridan, Minority Report, y en la película de Woody Allen Acordes y Desacuerdos.

Morton se sintió prendida de inmediato por el guión de THE LIBERTINE. "Lo que realmente me interesó era la historia de amor entre Rochester y Barry, dos personas que llevaron su situación hasta el límite", dice la actriz. "Estaba intrigada por su dinámica y por cómo ambos parecían dispuestos a arriesgarlo todo por su crecimiento personal".