Jason Lair (Josh Lucas) es un hombre sencillo con un sencillo deseo: una vida normal. Ésa no es una meta fácil para el afable empleado de banca: Jason se acaba de separar de su esposa, que le ha dejado al cuidado de su hijo de seis años Zach (Jonah Bobo) mientras ella se dedica a la pintura en Nepal, y su enfermo abuelo Henry (Michael Caine, galardonado con el Oscar), un ex-arqueólogo a punto de morir, está investigando rituales alternativos para su inminente funeral ("¡A mí no me entierran!", protesta). Así que cuando Turner (Christopher Walken, galardonado con el Oscar), el ausente padre de Jason e hijo de Henry, en cuyo accidentado pasado figuran proezas que van desde lo musical a lo criminal, hace una visita inesperada a la familia, ya nada vuelve a ser sencillo ni normal en la vida de Jason.

En los días sucesivos, los Lair, un tanto reacios, se embarcarán en un viaje no sólo a través de la mítica belleza del desértico Suroeste, sino también a través del propio e incierto paisaje emocional de la familia. Obligados a estar juntos por una profunda pérdida, estas personas tan distintas entre sí encuentran muchas cosas en el camino -secretos demoledores, descubrimientos increíbles y, como Henry quería- unos a otros.