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Cuestión de pelotas cartel reducidoCuestión de pelotas(Dodgeball: A true underdog story)
Dirigida por Rawson Marshall Thurber
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El balón prisionero se ha convertido en un fenómeno cultural. Las ligas de balón prisionero para adultos están surgiendo como las setas en las principales ciudades de los Estados Unidos; Vanity Fair considera al juego como el deporte de moda y The New York Times y Fortune han presagiado recientemente el renacimiento de este deporte.

"Por fin", dice el productor e intérprete de la película, Ben Stiller, un poco de forma irónica, "hay una verdadera película sobre el balón prisionero que no ahorra en golpes y muestra de verdad el dolor y la humillación que lleva consigo el hecho de que el balón te pegue en plena cara delante de un montón de gente". La némesis en pantalla de Stiller, Vince Vaughn, ve en medio de la áspera comedia de la película, una historia universal de honor. "Se trata de gente que no encaja de forma tradicional, que se une y descubre el respeto por sí misma y que hay algo, su gimnasio, que merece la pena defender. El balón prisionero se convierte para ellos en una forma de aprender algunas lecciones vitales y de defenderse".

Es la primera película de un gran estudio sobre la materia. "Una película sobre el balón prisionero es un territorio cinematográfico por explorar", dice Rawson Marshall Thurber, el guionista y director de la película, "pero al mismo tiempo recoge la mejor tradición de las grandes películas de perdedores como 'El pelotón chiflado', 'Los picarones' y 'Los incorregibles albóndigas', que responden a un marco prototípico de comedia: unos pobres fracasados se enfrentan a gente más dotada física, económica o socialmente y, contra todo pronóstico, salen triunfantes de la prueba".

Para este su debut como director, Thurber, un fanático de los deportes que llamó la atención de la industria con sus anuncios de publicidad para Reebok que llevan por título "Terry Tate: Office Linebacker", quiso mezclar el mundo de los deportes con el de la comedia. El balón prisionero, concluye, era el deporte perfecto para lograr esto. "Nadie se toma el balón prisionero demasiado en serio, pero todo el mundo lo recuerda de manera muy visceral de una u otra forma: O alguien te da o das a alguien con la pelota", dice Thurber.

A Vince Vaughn, otro de los protagonistas, le gustaba el desabrido humor del guión y tomó especial nota de su esencia. "Los personajes son gente con la que te identificas", dice. "Me recuerda, creas o no, a 'El mago de Oz'. Los personales de Oz, como los nuestros, están buscando cosas que ya tienen, como el alma y el valor".