En White Chicks, Shawn y Marlon Wayans interpretan a dos ambiciosos y desafortunados agentes del FBI que se hacen pasar por mujeres, novatas en la alta sociedad, en el exclusivo complejo Hamptons para investigar un círculo de secuestros. Pero mientras preparan su actuación en el mayor acontecimiento social del año se encuentran que irrumpir en la alta sociedad es mucho más duro de lo que parecía.
A pesar de esforzarse al máximo, los agentes Marcus y Kevin Copeland (Marlon y Shawn Wayans) se han ganado el que los hayan degradado hasta lo más bajo de la cadena del FBI. Su último trabajo resultó un fracaso y ahora sus empleos penden de un hilo. Cuando se descubre una trama para raptar a las hermanas Brittany y Tiffany Wilson (Maitland Ward y Anne Dudek), asignan el gran caso a los rivales de Marcus y Kevin, Vincent Gomez (Eddie Velez) y Jake Harper (Lochlyn Munro). Para mayor humillación, Kevin y Marcus son asignados a una tarea servil e ingrata - escoltar a los mocosos Gucci desde el aeropuerto hasta su hotel en Hamptons. Ni siquiera ellos pueden fastidiarla esta vez. ¿No? Cuando el perro faldero de Tiffany, Baby, provoca un accidente de tráfico, se genera una pelea y las dos mujeres son desfiguradas - bueno, si por un labio hinchado y un corte en la nariz se puede decir que están desfiguradas, aunque en el caso de estas niñas pijas obsesionadas con su aspecto, ciertamente se podría decir. Las herederas se niegan a mostrar sus caras si no están perfectas en el importante fin de semana en sociedad temiendo que pudieran perder la codiciadísima portada en la revista Hamptons en favor de sus archirivales Heather y Megan Vandergeld (Jaime King y Brittany Daniel).
Afrontando la posibilidad del despido, Kevin maquina un plan: Él y Marcus irán de incógnito haciéndose pasar por las exigentes divas y, en el proceso, tratarán de capturar a los raptores y de restaurar sus reputaciones. Con las auténticas
niñas Wilson a salvo alojadas en un lujoso hotel de Nueva York, Marcus y Kevin asumen sus identidades y empiezan su insospechada andadura entre la crème de la créme de la sociedad de Hamptons, con resultados desternillantes.