En el año 2000, la exitosa novelista Alice Hoffman publicó su decimocuarto libro, la extraña historia de "The River King". "Resulta difícil encontrar un ejemplo de buena narrativa al estilo de antaño, pero la que surge de la fuerza de Alice Hoffman es una narrativa refrescante", escribió la crítica literaria del New York Times, Amanda Fortini.

Más que una simple novelista, Hoffman posee una encomiable lista de novelas llevadas a la gran pantalla. Obtuvo un gran éxito con Prácticamente magia, Aquamarine y El futuro probable. Para The River King, ella misma se ocupó de entregar la novela personalmente a Nick Willing, director de los galardonados filmes Fotografiando hadas y Doctor Sleep.

"Sentí que había una cierta similitud en nuestra forma de trabajar", comenta Hoffman, describiendo lo que pensaba antes de contactar con Nick Willing. "Vi que ambos entendíamos cómo el pasado informa sobre el presente, y lo fino que es el velo que separa este mundo del próximo. Éste es un tema muy presente en mi trabajo y también en el suyo. Además, Fotografiando hadas es una película de tanta belleza, tan conmovedora y tan emotiva que creí que nuestra labor encajaría a la perfección. En primer lugar, le envié a Nick el libro acompañado de una típica carta de fan. Todo resulto muy extraño, porque cuando me respondió, me dijo que se sentía emocionalmente conectado a mi historia".

"Estaba en mi despacho de Londres, mirando por la ventana que da al Soho", recuerda Willing, "cuando el cartero me entregó un paquete marrón, que contenía un manuscrito con una carta de Alice Hoffman. Decía que Fotografiando hadas era su película favorita y que le gustaría que tomara en consideración su nuevo libro. Realmente no podía creerlo. Alice es una de las autoras más aclamadas de Norteamérica, ha vendido millones de libros... ¡y me estaba escribiendo a mí!"

"Soy un lector lento", prosigue Willing, "pero me leí su libro una y otra vez. Aunque está ambientado en América, la elitista escuela preuniversitaria me recordaba a aquella en la que yo había estudiado en Inglaterra, donde el río Stour domina de la misma forma que el Haddan lo hace en el libro. Y trataba sobre todos los asuntos que me quitan el sueño. Todavía no sabía cómo lo iba a hacer, pero tenía claro que me moría de ganas de llevar ese texto al cine. Escribí a Alice y mantuvimos un interesante intercambio de misivas. Aunque sus novelas se venden por cifras millonarias, me cedió la opción de adaptar su libro e inmediatamente me puse a trabajar con el guionista David Kane. También impliqué a la productora Michele Camarda, quien también es una excelente guionista".

"Siempre he sentido que Alice Hoffman es la gran hechicera que está detrás de todo esto, y que influye en todos nosotros a través del éter", explica Willing. "Es una extraordinaria persona con una extraordinaria imaginación. Me dijo que, de alguna manera, inconscientemente, comenzó a bromear con los nombres de los personajes y los bautizó con nombres que les ‘describían’. Abel, por supuesto, es el único personaje capaz de hacer lo que hace. Betsy Chase (‘chase’ significa perseguir en inglés), le sigue. También están Hope (Esperanza) y Charity (Caridad), Ernest (Ernesto), Frank (Franco)... Y ella cree que mi nombre también encajaba, porque yo era Willing (Deseoso)".

Willing acudió al guionista David Kane para adaptar la novela de Hoffman, indicando que quería concentrarse en la historia de Abel. "Nick es amigo mío", explica Kane. "Sé que tiene una gran consideración por los escritores y por eso me complació aceptar el encargo. Nick deseaba que la película fuera un thriller, pero un thriller con impacto emocional, de modo que los elementos de dolor y pérdida tenían que estar integrados en el drama. Escribí rápidamente un borrador, concentrándome en la historia de la investigación de Abel sobre la muerte de Gus Pierce. En el primer texto me ceñí muy fielmente al libro, con algunos retoques para que resultara más económica la producción del filme. Nick y yo pasamos horas debatiendo si debía mantenerse el elemento sobrenatural o dejábamos que quedara en una simple línea dramática, y decidimos que sin el realismo mágico se perdería la esencia de las novelas de Alice Hoffman. Así pues, lo que hicimos fue añadir la carga del pasado de Abel al hilo argumental, con los recuerdos sobre su hermano y la relación con su padre. Estoy satisfecho con el aspecto estético del filme y con su impacto emocional. El paisaje está helado, como las emociones de Abel y su padre, atrapadas esperando el deshielo. Creo que la cinta posee dos lecturas, la de un thriller sobrenatural y la de un drama conmovedor sobre el hecho de afrontar la muerte y la pérdida de un ser querido".

Edward Burns interpreta a Abel Grey. "Ed no es sólo un actor brillante", afirma Willing, "sino que además es una persona con la que se trabaja de maravilla; es urbano, pragmático y consciente. Y lo más importante de todo: es perfecto para el papel. Abel Grey debería ser el clásico héroe americano, un Gary Cooper o James Stewart moderno, el chico fuerte con quien podemos contar. Deberíamos confiar a ciegas en él".

Para Burns, el principal atractivo de la película es el director, Nick Willing. "A los cinco minutos de nuestra primera conversación ya lo había dejado todo claro. Es un tipo muy visual y con unas intenciones muy claras sobre lo que quería hacer con el filme", comenta Burns. "Sabía que estaba en buenas manos".

Junto a Ed Burns aparece Jennifer Ehle en el papel de Betsy Chase, la profesora de fotografía que comparte presentimientos con Abel acerca del fantasma de Gus. "Jennifer fue una elección muy importante, porque el papel de Betsy es de gran dificultad. Tiene que ir jugando con el corazón a la vez que con la mente, con la pasión y con la razón, y que todo ello parezca que surge de una persona real. Cuando encuentra la sombra de Gus en su foto, tiene que parecer que en su interior se produce un conflicto entre la explicación científica y lo sobrenatural. Estas secuencias son de una extrema dificultad para una actriz, y Jennifer las ha conseguido superar con nota".

El personaje de Betsy es quizá el que más costó de definir de todos los de The River King. Ella persigue un sueño, pero ni siquiera está segura de qué sueño es, y cuanto más cerca está de saber lo que quiere, más evasivo se vuelve el objetivo. Jennifer Ehle quedó cautivada por las contradicciones del personaje, hasta el punto interrumpió un periodo sabático de tres años sin actuar para interpretar el papel".

"Betsy es una mujer atrapada", afirma la actriz. "Es profesora de fotografía de una prestigiosa escuela privada y se siente profesionalmente realizada, pero su vida emocional está congelada. Se ha comprometido con alguien que no tiene nada en común con ella y no sabe cómo salir de esta incómoda situación. Ni siquiera sé si quiere terminar esta relación. Creo que ha tenido momentos de rebeldía pero esa etapa ya pasó. Ahora, a pesar de haber hecho todo de forma supuestamente correcta, su vida parece tan anquilosada que ya no hay lugar para la alegría. Creo que su interior se está muriendo. Entonces conoce a Abel y ambos hallan la forma de ayudarse mutuamente a encontrar la liberación. The River King es un filme sobre las personas adecuadas que reconocen algo otras que nadie más puede ver, que nadie más ha visto nunca. Y Abel es la persona adecuada para mí".