Aunque Louis Saia no juega al hockey esto no le impidió ser un hincha apasionado y cuando Richard Goudreau le mostró el guión de Los Boys, sus ojos chispearon. "Sabía poco del mundo de estas liguillas de cocheras, pero me pareció que el tema podría suscitar un amplio consenso. Al fin y al cabo, en Québec juegan en estas liguillas unas 45.000 personas".

El realizador pensó también que, en una época en que los aficionados se muestran sumamente contrariados con el pobre rendimiento de su costosísima selección nacional, a los espectadores les encantaría ver homenajeados en la pantalla a los verdaderos amateurs del hockey.

"Confieso que siento debilidad por las historias en que una pasión compartida sirve para aglutinar a personas cuyas vidas jamás se habrían cruzado a no ser por una pasión común. En Los Boys, este sentimiento compartido posee un valor casi terapéutico para algunos de los personajes que, a fuerza de escuchar las mismas verdades del barquero una y otra vez, terminan comportándose mejor".