Sexta película de la pareja de guionistas formada por Agnès Jaoui y Jean Pierre Bacri. Muy populares en su Francia natal, prácticamente han creado un género propio con sus dramas, en los que encontramos personajes de la clase media con vidas normales que de algún modo parecen excepcionales, y que conectan con el público gracias al alto nivel de identificación que en ellos encuentran.
Dirigida por Agnès Jaoui (Para todos los gustos), la película es una historia de seres humanos que saben perfectamente que harían en el lugar de otra persona pero que no lo hacen muy bien cuando les toca a ellos. Con Marilou Berry, Agnès Jaoui (Para todos los gustos, Como las mejores familias), Jean-Pierre Bacri (Para todos los gustos, "Didier, mi fiel amigo") y Laurent Grevill (El buen ladrón).
Mejor guión en el Festival de Cannes 2004. Sección Zabaltegi del Festival de San Sebastián 2004.
La comedia de la vida
"Lo que más me interesa es observar las contradicciones y las dificultades que se nos presentan por el simple hecho de ser humanos y de ser nosotros mismos".
Agnès Jaoui nos muestra un microcosmos de la vida parisina a través de temas tan universales como el poder, el aspecto físico y el amor. Esta estupenda selección de personajes, maravillosamente presentados, nos conmueve con sus inseguridades y sus contradicciones. El teatro de las relaciones personales, con sus trucos maliciosos y sus mezquinas traiciones, se presenta a través de un diálogo mordaz, divertido y brillante durante toda la trama. En esta ingeniosa comedia urbana, si no aceptamos reírnos de nosotros mismos, veremos como lo hacen nuestros familiares, amigos y vecinos.
La fascinación del poder
"Era todo un reto para nosotros tratar el tema del poder pero no desde el punto de vista del tirano, sino desde el punto de vista del que se deja tiranizar"
Como una Imagen, una comedia sobre el equilibrio del poder, gira en torno a la figura de Etienne - padre, escritor, editor y tirano - y la gente que, a su alrededor, intenta llamar su atención. Todos juegan, cada uno a su juego. El oportunismo y la manipulación están a la orden del día - se utiliza a la gente o se elige a quien no utilizar. Cada personaje tiene hambre de éxito, todos quieren subir un peldaño más en esa escalera. Y mientras que unos se llevaran por delante cualquier cosa para conseguirlo, otros aceptarán el papel de sirvientes voluntarios y todo lo que ello conlleva.
La tiranía de la imagen
"Es un tema que queríamos tratar hace mucho tiempo pero es bastante difícil porque todo el mundo está de acuerdo en que es malo obsesionarse con el físico de cada uno pero a la hora de la verdad todo el mundo lo hace"
La imagen - la belleza, la juventud el aspecto físico - son todos factores importantes y la forma en que éstos pueden envenenarnos aparece demostrado en la película. Ser físicamente como una modelo que anuncia comida para gatos no debería ser nuestro mayor objetivo, pero a menudo esta imagen se convierte en un ideal que las mujeres sienten que deberían esforzarse por conseguir. Bombardeada por imágenes de mujeres sexys, Lolita se desespera, y tener a su estilizada madrastra continuamente quejándose de su perfecta figura tan solo hace que se desespere aún más.
La sed del amor y reconocimiento
"Es importante que la historia de Lolita tenga un final feliz... Es importante para ella sentirse amada aunque no sea una modelo"
Los personajes son todos gente como nosotros, en una continua búsqueda de amor y de reconocimiento, moviéndose entre lo que ellos piensan que es correcto o incorrecto y sus deseos y ambiciones. Para Lolita, luchar por conseguir la felicidad se convierte en una batalla sin fin hasta que es capaz de aceptarse tal y como es y quererse, y de esta manera superar su deseo de ganarse el afecto de su padre ante su egocentrismo. Únicamente en este momento será capaz de encontrar lo que verdaderamente ha estado buscando tanto tiempo. Es como ponerle un espejo a la vida y rodar lo que se ve en él con humor negro, ironía y un cruel toque francés sobre el comportamiento de la sociedad.