Seminci de Valladolid 2004. Versiones: original en serbo-croata con subtítulos en castellano y doblada al castellano.
Emir Kusturica (director y coguionista)
Nacido en Sarajevo (en la actual Bosnia-Herzegovina), tras abandonar una prometedora carrera como futbolista estudió cine en la academia de Milos Forman de Praga. A su regreso a Sarajevo realizó dos películas para televisión e hizo doblete para el cine con ¿Te acuerdas de Dolly Bell?, León de Oro en Venecia a la Mejor Ópera Prima y Papá está en viaje de negocios, galardonada con la Palma de Oro en Cannes. A raíz de su siguiente gran éxito, El tiempo de los gitanos, se traslada a Nueva York para enseñar cine en la Universidad de Columbia (ya había impartido clases en la Academia de Arte Dramático de Sarajevo) y a los dos años dirige Arizona Dream, que recibió el Oso de Plata y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Berlín. Su siguiente título, Underground, vuelve a obtener la Palma de Oro en Cannes.
En 1998, con Gato negro, gato blanco, es premiado con el León de Plata del Festival de Venecia.
En las películas y en la vida de Kusturica ocupa un importante lugar la No Smoking Orchestra. En 1986 se unió oficialmente a la formación como bajista y ha llegado a participar en algunas de sus giras. Su estrecha relación con la banda se ha hecho incluso más profunda desde que su hijo Stribor, que interpreta al Capitán Aleksic en LA VIDA ES UN MILAGRO, se ha incorporado a la formación como percusionista.
La No Smoking Orchestra, en sus propias palabras, interpreta la música unza-unza, un cóctel dinámico de influencias culturales que refleja la situación de los Balcanes como punto de encuentro entre Oriente y Occidente.
Filmografía
1981 - ¿Te acuerdas de Dolly Bell?
1984 - Papá está en viaje de negocios
1989 - El tiempo de los gitanos
1991 - El sueño de Arizona
1995 - Underground
1998 - Gato negro, gato blanco
2001 - Super 8 Stories (documental)
2004 - LA VIDA ES UN MILAGRO
Comentarios del director
Shakeaspeare en los Balcanes
"LA VIDA ES UN MILAGRO, el amor de Luka y Sabaha, y el mismo personaje de Luka, tiene muchos elementos shakespearianos, al igual que muchas cosas que pasaron durante la guerra, pero además he tratado de abordarlo desde mi punto de vista personal y eso incluye aspectos de la vida que son divertidos o irónicos. Un dilema shakespeariano en un contexto balcánico no queda como quedaría en un contexto danés o inglés: siempre es un poco pagano. Por ejemplo, en las primeras versiones del guión, Jadranka no era una cantante de ópera, pero cambié algunas cosas para crear esas excéntricas situaciones en que la gente tiene la oportunidad de volverse loca y formar parte de otro mundo. Y esto es algo que pasa en la realidad: los Balcanes están llenos de gente con talento, individualmente, pero el momento en que se integran en sociedad, no funcionan".
Luka
"Me identifico mucho con el personaje de Luka: lo que me gusta de él es que no se deja llevar por el amor inmediatamente, intenta aplazar lo que siente por Sabaha porque desea que su hijo vuelva. Me gusta su forma de acercarse a ella, poco a poco. Yo habría hecho algo así. Y también me parezco mucho a él en su resistencia a admitir que había empezado la guerra. Cuando estalló, yo estaba en París y me pasé más de un mes negándome a admitir lo que estaba pasando".
La guerra
"No debemos ser pesimistas, sino que tenemos que ser muy realistas acerca de lo que vemos. En mi opinión, el siglo pasado fue el siglo de las guerras y los conflictos, pero había más esperanza que ahora. En el mundo en que vivimos, sin utopías, cada uno de nosotros tiene que construir su utopía personal, porque con cada espíritu, con cada alma que se salve, ganamos todos algo".
"La historia que se cuenta en LA VIDA ES UN MILAGRO sucede durante la guerra y creo que la propia historia de la guerra la hace incluso más ideológica porque fue una guerra muy sucia. No fue en absoluto parecida a como se vio por televisión, porque fue una visión tan superficial y manipuladora que no podemos creérnosla. Sobre todo, traté de profundizar en las reacciones humanas".
Cine clásico
"Para mí era difícil hacer una película de amor en tiempos de guerra, pero, para empezar, tuve la suerte de contar con dos rostros espléndidos: el de Slavko, que interpreta a Luka, que es la versión balcánica de Anthony Perkins, y el de Subaha, que resume la belleza rubia de las chicas eslavas. Además, me interesaba mostrar el curso de esos sentimientos y las relaciones con los demás personajes: el cartero torpe, el oficial que no sólo siente como un soldado, la vuelta de Jadranka y el regreso posterior de Milos, todo ello, con el fondo de la guerra, podía ser una mezcla explosiva. Era un reto que quise asumir. Hay gente que dice que es una película que parece antigua y creo que se podría definir como una película antigua contemporánea, en el sentido de que hemos resaltado las emociones en lugar de describir quién era o no culpable, lo que, en el caso de Occidente respecto a la guerra de Bosnia, era lo que estaba más de moda. En esta película hay una mezcla de géneros (de amor y de guerra): hay algunas escenas de guerra pero sólo como flashes, para dar una idea del contexto y reforzar las escenas íntimas, que también son muy difíciles. También me han dicho que mi película tiene un algo del cine de Frank Capra y para mí esto es un elogio, porque ése fue el mejor período de Hollywood y tanto su cine como el de Lubitsch representan para mí lo mejor de esa época. Por desgracia, ese tipo de cine se ha perdido, y unos pocos, entre los que me cuento, estamos luchando, como los últimos mohicanos, por recuperarlo. Es desolador comparar el cine norteamericano de los años cuarenta y cincuenta con el de los años ochenta y el actual. Al verlo, uno se pregunta si realmente es un progreso para la humanidad haber cambiado de esa forma tan estúpida, tan idiota. ¿O es la nueva ideología que emplea Hollywood al servicio de un mundo como gran empresa en el que lo mejor es no provocar en el consumidor -y no el ser humano, el ciudadano- ninguna reacción humana? Es falso que el mercado sea la única medida y el único regulador de nuestros procesos sociales y psicológicos. Es una idea falsa y no puede durar mucho tiempo".
Emir Kusturica